Renfe se declara “neutral” en la opa húngara sobre Talgo

El presidente Raül Blanco advierte de la erosión de los márgenes por la guerra de precios en la alta velocidad

El presidente de Renfe, Raül Blanco, esta mañana en el desayuno Executive Forum celebrado en Madrid.Cinco Días

Neutralidad absoluta. Esta es la posición que Renfe dice haber tomado, en palabras de su presidente, Raül Blanco, ante la oferta pública de adquisición (opa) lanzada por el consorcio húngaro Ganz-Mavag por el fabricante de trenes Talgo. Blanco, que ha participado esta mañana en un desayuno organizado por Executive Forum, ha afirmado que “son el Gobierno y los reguladores quienes deben pronunciarse. En Renfe no tenemos datos acerca de la operación”. Desde el Gobierno no se ha escondido cierto grado de rechazo ante posibles vínculos del consorcio comprador con el capital ruso. El presidente Pedro Sánchez afirmó la semana pasada que el Ejecutivo está estudiando la opa y recordó el poder del Consejo de Ministros de vetarla en el marco de la legislación sobre inversiones extranjeras.

El ejecutivo sí ha hablado de la “estrecha relación” con el fabricante a través de pedidos en marcha, mantenimiento de flota y la experiencia en Arabia Saudí. Blanco no ha escondido que esa cercanía “pasa por un momento difícil”. El operador dependiente del Ministerio de Transportes ha penalizado con 116 millones a Talgo por el retraso, ya de casi dos años respecto a la última fecha comprometida (julio de 2022), en la entrega de los 30 trenes de alta velocidad Avril (serie 106) encargados en 2017 por u valor total de 1.490 millones (incluye el mantenimiento). Esa cifra podría actualizarse al alza y a ello se ha sumado la reclamación de 50 millones por el lucro cesante, al tiempo que se añadirán 80.000 euros por jornada a partir del 1 de abril hasta que el material rodante pueda entrar en operación. Raül Blanco ha calificado de clave la ampliación de la flota de alta velocidad de Renfe para competir tanto en España como en Francia, donde se dirigirán diez unidades.

Otro punto en el que ha incidido el presidente Blanco es en la creciente competencia en el mapa ferroviario español tras la entrada de Ouigo e Iryo de la mano de la liberalización del transporte de viajeros. Durante su intervención ha aludido a la presencia de capital público detrás de ambos competidores, con la francesa SNCF detrás de la low cost Ouigo, y la italiana Trenitalia como accionista de Iryo, y ha explicado que esa circunstancia está abonando una larga y dura guerra de precios en la alta velocidad. De hecho, desde Renfe se ha achacado esta mañana a esa batalla comercial el hecho de que estén sufriendo sus márgenes.

El grupo presentará pérdidas en 2023, y su ebitda rondará los 300 millones, a pesar de elevar sus ventas a 4.023 millones y de haber obtenido un récord de viajeros en alta velocidad y demás servicios comerciales de más de 31 millones de viajeros el año pasado. “En otras circunstancias el margen sería enorme”, ha lamentado Raül Blanco.

En el contexto de una competencia que va a ir a más, con la segunda fase de la liberalización y la esperada apertura de las obligaciones de servicio público en 2033, el máximo responsable de Renfe ha lanzado el mensaje de que la empresa pública ha de prepararse para por mantenerse como líder en las Cercanías. Para ello, Blanco llama a aprovechar las experiencias en los traspasos de Cercanías en el País Vasco y Cataluña, donde pretende seguir siendo operadora a pesar de que las competencias pasen próximamente de manos del Ministerio de Transportes a las Comunidades Autónomas.

Ante la posibilidad de que los Gobiernos autonómicos puedan licitar los servicios ferroviarios de Cercanías, y en un contexto de competencia en la alta velocidad, Raül Blanco cree que Renfe debe ser “más proactiva y tener buena relación con los reguladores”

Oportunidades fuera

El plan estratégico de Renfe mantiene que un 10% de las ventas deben proceder del negocio internacional, en el que la operadora avista oportunidades en Oriente Medio, Europa y América. Raül Blanco ha desvelado esta mañana que su empresa está en conversaciones con la operadora saudí SRO para intentar ampliar su contrato de gestión de la línea de alta velocidad La Meca-Medina. “Estamos pensando en el modelo de negocio a futuro con SRO para intentar seguir operando allí. Es un proyecto de éxito y con margen para crecer”, ha afirmado. La experiencia en Arabia Saudí también sirve para la toma de posiciones en los proyectos en alta velocidad en los Emiratos Árabes Unidos.

En otras geografías, Renfe es finalista en Canadá para ponerse al frente del servicio High Frequency Rail (HFR), entre Toronto, Otawa y Quebec, donde pugna con Deutsche Bahn y Keolis. Raül Blanco ha señalado que se está a la espera en EE UU de que el consorcio privado que promueve la línea Houston-Dallas levante la financiación, con la expectativa de operarla una vez construida, y también ha explicado que está abierto a proyectos en América Latina.

En Europa, Renfe pugna por servicios públicos en Francia o en Eslovaquia. La participación en la checa Leo Express, del 50%, también abre expectativas en República Checa y Alemania. Y la empresa ya está colocada como asesora técnica en el proyecto Rail Báltica.

Como viene siendo habitual, el presidente Blanco ha aprovechado este acto público para reclamar “reciprocidad” a Francia. La española busca llegar a París con servicios de alta velocidad a lo largo de este año, para lo que se tramitan los permisos y Talgo atraviesa los trámites de homologación de la serie 106.

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