Iberdrola negocia con sus 40 mayores fondos para blindar los sueldos récord de la cúpula
La eléctrica ha introducido cambios en su informe de remuneraciones del consejo para aportar más claridad, en línea con las peticiones de los accionistas
Iberdrola trata de blindar un apoyo unánime a los sueldos de su cúpula en la próxima junta general de accionistas. Para ello, la eléctrica ha mantenido durante el último año negociaciones con sus 40 mayores accionistas, que representan el 40% del capital, y los dos principales proxy advisors, con el fin de garantizarse el respaldo tanto a este informe, que contempla un alza del sueldo del presidente, Ignacio Sánchez Galán, del 6%, como a la nueva política de remuneraciones del consejo, actualmente en elaboración. En el marco de estas conversaciones, la firma ha accedido a incrementar la transparencia en el reporte de las remuneraciones.
La compañía puede presumir de salir victoriosa de sus últimas juntas de accionistas. En la cita del año pasado, consiguió aprobar el informe de remuneración del consejo, cuya votación es consultiva, con un rechazo del 11%. En 2022 los votos negativos alcanzaron el 24%. En 2021, cuando sometió a votación la última política de remuneraciones, obtuvo un plácet del 91%.
Fuentes de la cotizada recuerdan que el asesor de voto ISS considera que la remuneración del presidente “se ajusta a los resultados de la empresa, más conocido como pay for performance y a la experiencia de los accionistas y que cumple con los estándares europeos en cuanto a retribución a los accionistas”. También defienden que su retribución está ligada a los resultados de la compañía y que ha triplicado los ingresos desde 2008, el ebitda ha crecido un 164% y el beneficio neto se ha duplicado.
En todo caso y ante la próxima cumbre, la compañía no quiere ni dejar ningún cabo suelto ni que la votación del informe refleje demasiadas tensiones en el capital. Además, deberá someter a votación una nueva política de remuneraciones del consejo próximamente, puesto que la que está actualmente en vigor, publicada en 2021, expira este año. Por el momento la empresa ha indicado que está analizando su nueva hoja de ruta en esta materia, que estará en vigor entre 2025 y 2027. Ha avanzado que prevé modificar la retribución fija, que tendrá en cuenta la evolución de la compañía desde 2008 y el retorno para el accionista.
Por ello, ha abierto una ronda de contactos con sus 40 principales accionistas y dos proxy advisors, ISS y Glass Lewis, según reconoce la propia compañía en su último informe de remuneraciones del consejo. En esta ronda de reuniones participaron, por parte de la compañía con Ignacio Cuenca, responsable de relaciones con inversores, Roberto Fernández Albendea, director de ESG, y Santiago Martínez Armada, secretario general y del consejo, además de algunos consejeros concretos requeridos por los inversores. Por el lado de los fondos estuvieron algunos de los gigantes de las finanzas. El fondo soberano de Qatar, que tiene el 8,69%, BlackRock, con un 5,39% y Norges, con el 3,11%, están presentes en el accionariado de la eléctrica, tal y como refleja la CNMV. Por detrás, y según los registros de Bloomberg, se sitúan algunos de los mayores fondos del mundo como Vanguard, Fidelity, Capital Group o Pictet.
La compañía explica que los fondos y los proxy advisors les reclamaron durante estas reuniones una mayor transparencia en la información divulgada sobre las remuneraciones a la cúpula, las medidas de desempeño vinculadas a estos sueldos y la comparación de las retribuciones de la firma con sus competidores. En este sentido, la compañía ha decidido modificar su último informe. En concreto, amplía los detalles sobre la vinculación entre los sueldos y la evolución de la compañía, sobre la retribución variable a largo plazo ligada a los resultados, las medidas de exposición excesiva al riesgo y el funcionamiento de las cláusulas conocidas como malus y clawback. Estas funcionan como indemnizaciones, en caso de que un consejero salga de la compañía.
Estos cambios podrían allanar el voto positivo de los fondos en la junta. Su plácet no es determinante en el caso del informe de remuneraciones —tiene un carácter meramente consultivo— y es muy extraño que los accionistas lleguen a rechazar las políticas de retribuciones que proponen las empresas, pero el nivel de votos negativos en ambos aspectos es muy seguido por el mercado y da una imagen de la tensión entre el capital de las empresas y su dirección. La compañía se gastó 23,38 millones en remunerar al consejo en 2023, de los cuales el presidente, Ignacio Sánchez Galán, se embolsó un total de 13,83 millones. El sueldo medio de la plantilla está en los 88.000 euros anuales, de acuerdo a las cifras aportadas por la propia compañía.
La empresa justifica estas retribuciones en el último informe por el buen desempeño en “un contexto desafiante” y defiende que cumple con los objetivos de su último plan estratégico. En concreto, presume de haber conseguido alcanzar un ebitda de 16.500 millones, una base activos en redes de 56.000 millones y una evolución del dividendo hasta una horquilla entre 0,55 y 0,58 euros por acción. En cuanto a los aspectos que van más allá de lo financiero, la firma destaca el cumplimiento de descarbonización del Acuerdo de París, la inclusión de mujeres en puestos de dirección, una cadena de suministro “sostenible y responsable” y un capex (inversión sobre activos fijos) alineado con la taxonomía europea y financiado con instrumentos de deuda verdes.
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