Merlin confirma que estudia ampliar capital en 1.000 millones este año para invertir en centros de datos
La caída de la valoración de los activos llevó a pérdidas de 83,5 millones de la inmobiliaria en 2023. El beneficio operativo se sitúa en 284,2 millones, un 2,1% inferior en un año
Ismael Clemente, consejero delegado de la inmobiliaria Merlin Properties, confirmó este miércoles en un encuentro con la prensa, con motivo de la presentación de resultados anuales, que la compañía estudia ampliar capital en 1.000 millones de euros con algún socio nuevo este año y que, junto a una deuda similar de otros 1.000 millones, dará munición a la compañía para crecer en la construcción de centros de datos, tal como adelantó Cinco Días en noviembre. Aunque la sociedad no descarta otras opciones, con menores probabilidades, como crear una filial de data centers donde entraría un aliado con ese importe de recursos. Clemente afirmó que han detectado un relevante interés de fondos extranjeros por entrar en esta operación.
Esta socimi (sociedad cotizada de inversión en el mercado inmobiliario) lanzó en 2021 un plan para posicionarse en el negocio de los centros de datos, un sector que está en pleno crecimiento. Clemente avanzó también que para 2026 prevén tener listos 60 megavatios (MW) de la primera fase de su plan, que aportarán una capacidad de ingresos de 320 millones, aunque no se espera que esas rentas lleguen hasta 2028, cuando esas infraestructuras estén ampliadas por completo. De esta forma, la inmobiliaria prevé que a partir de ese año, este tipo de activos y los de logística sumen al 50% de las rentas que llegan a la compañía.
Para abordar el crecimiento de otros 180 MW, Clemente reconoció que necesitarán recursos de un socio externo, con toda probabilidad “de capital internacional”. En total, serán 2.000 millones: la mitad de un socio y la otra mitad de deuda. La opción favorita de la socimi, tal como publicó este diario, es que el socio externo (preferiblemente fondo soberano o fondo de pensiones) entre en el capital con una prima relevante sobre el precio actual de cotización. Ese nuevo accionista podría controlar entre algo más del 10% y el 20% del accionariado, según los precios actuales de cotización, aunque dependerá de la prima con la que compre. Actualmente, el principal inversor es Santander (22,3% del capital).
Los primeros MW de los data centers de Merlin comenzaron a ofrecer resultados a finales del pasado año. Aportaron a la socimi medio millón de euros en ingresos y Clemente espera que llegue a más de 10 millones este año y que se dispare a partir de 2025. Su principal cliente, tal como avanzó este medio, es el gigante estadounidense Meta (matriz de WhatsApp, Instagram o Facebook), De momento, las primeras tres infraestructuras (Madrid, Barcelona y Álava) tienen una valoración de 342 millones. La compañía espera recibir la licencia de obras en Lisboa en breve y ampliará el centro del País Vasco a partir de este año.
Esta aportación positiva a la valoración de los activos compensa la caída de la tasación de la cartera la inmobiliaria, que en 2023 se quedó en 11.270 millones de euros, un 3,4% menos de forma interanual, según los datos presentados este miércoles por la empresa a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Especialmente relevante fue la devaluación de sus centros comerciales (un 5,2% menor) hasta los 2.006 millones y de los edificios de oficinas (un 4,7% inferior) hasta los 6.191 millones.
Precisamente, la caída en la valoración de los activos (336 millones en volumen) hunde el beneficio neto de la inmobiliaria, por el efecto contable de apuntarse en la cuenta de resultados esta minusvaloración, hasta cerrar 2023 con 83,5 millones en pérdidas. El año anterior había ganado 263,1 millones.
En cualquier caso, el flujo de caja libre (FFO) o beneficio operativo real de la compañía se quedó en 284,2 millones, un 2,1% inferior respecto a 2022, debido a que ese año la socimi revendió su cartera de oficinas bancarias a BBVA por cerca de 2.000 millones. “Nos quitamos una división entera que nos daba unas rentas magníficas, pero lo hicimos en preparación a un cambio de paradigma en cuanto a política monetaria, en un cambio de ciclo, para desendeudar de forma radical a la compañía y encarar con muchas más garantías un ciclo de tipos altos”, apuntó Clemente. Actualmente, el ratio de endeudamiento respecto al valor de su cartera es del 35%.
En ingresos, Merlin alcanzó el pasado año los 488,3 millones (un 6% más en términos comparables con el año anterior), de los que 475,6 millones procedieron de rentas por alquileres (5% más). Por eso, Clemente aseguró que 2023 había sido “un año que roza el sobresaliente”.
En hechos posteriores, la socimi comunicó que ha firmado en enero un préstamo hipotecario con vencimiento en 2034 por 150 millones y emitió una ampliación de 100 millones sobre el bono al 2,375% con vencimiento a septiembre de 2029. Esta refinanciación servirá para retrasar los primeros vencimientos de deuda a 2026.
La compañía también informó en sus resultados que la Agencia Tributaria deberá reembolsar 14 millones a la compañía como resultado de la aplicación de la sentencia del Constitucional anulando la reforma del impuesto de sociedades de Cristobal Montoro (PP) de 2016. En cambio, la inmobiliaria deberá abonar a la Administración 1,6 millones por la inspección abierta durante el ejercicio de 2022.
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