Glovo consigue aplazar multas por más de 67 millones ante sus dificultades financieras
Entre noviembre y enero, la Audiencia Nacional le ha concedido la suspensión cautelar del pago de una decena de actas de la Seguridad Social
Las importantes dificultades financieras por las que atraviesa Glovo, arrastradas desde hace años por la complejidad de hacer rentable el negocio del reparto a domicilio y por las sanciones millonarias ligadas a su modelo de contratación de autónomos, le ha permitido en los últimos meses suspender el pago de más de 67 millones en multas relativas a distintas resoluciones de la Tesorería General de la Seguridad Social, derivadas de la clasificación laboral de sus repartidores.
La Audiencia Nacional le concedió, entre noviembre y enero, la suspensión cautelar del pago inmediato de hasta una decena de actas firmes, que suman una cuantía total de 67,3 millones de euros. Así lo ha hecho en cinco sentencias firmadas por la sala de lo contencioso-administrativo, en respuesta a otros tantos recursos interpuestos por la compañía, ahora propiedad del grupo alemán Delivery Hero.
Cada sentencia decide sobre el aplazamiento del pago de dos actas: uno de liquidación y otro de infracción. La última está fechada el 24 de enero, y confirma el aplazamiento de una sanción de cerca de 270.000 euros entre ambas actas. En ese caso, ratificaba el criterio del juzgado central, que en primera instancia concedió la medida cautelar. Pero no siempre es así. Otra sentencia, fechada apenas un día antes y que publicó CincoDías, concedía la suspensión cautelar del pago de dos actas por un total de dos millones de euros tras apelación de Glovo, algo que le fue rechazado en primera instancia.
Pero el aplazamiento más importante, y que da oxígeno financiero a Glovo al menos hasta que haya sentencia firme, lo consiguió en noviembre. El día 29 de ese mes, la Audiencia Nacional ratificó la suspensión del pago de un acta de liquidación de 24,2 millones, y otro de infracción por 39, sumando 63,2 millones entre ambas.
Tanto para las sanciones de menor importe como para las millonarias, la Audiencia Nacional estima los argumentos de Glovo. Estos se reducen, en síntesis, a que su pago inmediato podría “producir a la entidad demandante perjuicios de especial importancia y de difícil reparación”. En el caso de la multa de 63,2 millones, la sentencia de primera instancia, que ya admitió entonces el aplazamiento, llegaba a decir que esta suponía “un importante desembolso para la entidad, máxime cuando se avistan otros recursos en cuantías ingentes”, y que conllevaría el riesgo de tener que presentar “concurso de acreedores”.
En todos sus recursos, Glovo aduce las importantes pérdidas que preveía para el ejercicio 2023: 209 millones de euros. Aunque abultadas, estas supondrían reducir a la mitad los números rojos que tuvo en 2022. La cifra definitiva no se conocerá hasta la presentación completa de resultados de su propietaria, Delivery Hero. En el avance de los mismos, publicado hace unos días, esta se limitaba a explicar que había reducido en un 60% los números rojos de su ebitda ajustado. También argumenta el cierre del acceso al crédito que le han impuesto los bancos españoles, y una hipotética incapacidad de su propietaria para aportar fondos ante la caída en Bolsa que ha sufrido en los últimos años.
La suspensión de las multas, en cualquier caso, no le sale gratis. La Audiencia Nacional concede la medida cautelar a cambio de que la empresa presente garantías o avales que cubran lo importes. Incluso en el caso de la multa de 63 millones, le exige además aportar una garantía por el 10% de intereses, lo que eleva la cantidad a los 70 millones.
Una cifra que debe ser provisionada ante su potencial confirmación en el Tribunal Supremo. Delivery Hero ya anunció que debería provisionar entre 30 y 45 millones al trimestre por las potenciales sanciones de su negocio español. “Seguimos siendo de la opinión de que el sistema [de contratación] que pusimos en marcha es completamente acorde”, dijo hace unos días el director financiero de Delivery Hero, Emmanuel Thomassin, al ser preguntado por las provisiones ligadas a Glovo.
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