Industria pone el cartel de “estratégica” a Talgo a la espera de una opa extranjera
El ministro Jordi Hereu afirma que el Gobierno “analiza quiénes son los inversores” ante el interés de la húngara Magyar Vagon
El Gobierno está pasando bajo el microscopio el proyecto de compra de Talgo por parte del grupo húngaro Magyar Vagon, tal y como ha avanzado esta mañana Cinco Días y ha reconocido a mediodía el ministro de Industria, Jordi Hereu. Y de momento se arroga el derecho de veto sobre la esperada oferta pública de adquisición (opa).
El representante del Ejecutivo ha señalado que Talgo es “una empresa estratégica” para España, según ha recogido Servimedia en el acto de inauguración del Centro Cupra en Madrid. “Si se dan permisos, será con pleno convencimiento de que se mantiene un control estratégico”, ha añadido.
Magyar Vagon, conglomerado del empresario húngaro asentado en Londres András Tombor, ultima una opa que valoraría al fabricante de trenes en 632 millones de euros (5 euros por acción). Junto a Tombor viene un fondo soberano húngaro.
La ofensiva está en fase de negociación con la banca acreedora de Talgo debido a la existencia de cláusulas de ejecución de créditos por 227 millones si se da un cambio de control en la compañía. La parte compradora ha pretendido que la CNMV ofreciera una dispensa a su opa para que pudiera ser retirada si se daba ese escenario de amortización forzosa de deuda, lo que ha sido rechazado al no estar previsto en la normativa que regula las opas. Tras esta negativa, Tombor negocia con 18 entidades bancarias, entre ellas el Santander, BBVA y Sabadell, para sacar adelante la oferta manteniendo al cuadro de actuales acreedores.
Tras colgar el cartel de empresa estratégica sobre Talgo, Jordi Hereu ha aseverado que “evidentemente se analiza muy bien quiénes son los inversores”. El titular de Industria ha recordado que el Ejecutivo “tiene la potestad de decidir si es o no de interés estratégico”.
En La Moncloa es el Gabinete de Presidencia que lidera Óscar López el que ha realizado una primera lectura del proyecto de Magyar Vagon, en el que se apuesta por el mantenimiento del empleo y las fábricas de Talgo en España. El plan, no obstante, ha generado recelo en el entorno del presidente, Pedro Sánchez. Se analizan los posibles lazos de Magyar Vagon y del propio Andras Tombor con el Gobierno de Víktor Orban o incluso con el capital ruso.
El grupo que prepara la opa es propietario del fabricante de trenes húngaro DJJ (Dunakeszi Jarmüjavító), especializado en material ligero y adquirido de manos rusas en 2020. Talgo, con experiencia en alta velocidad, le aportaría potencial en alta velocidad y mantenimiento de flotas.
En España está activo el blindaje frente a opas procedentes del extranjero a través del real decreto 571/2023, de 4 de julio, sobre inversiones exteriores. Ese escudo fue creado por el Gobierno para proteger a empresas estratégicas ante la pérdida de valor en Bolsa por el mazazo de la pandemia y, posteriormente, por la acción bélica de Rusia contra Ucrania. El Consejo de Ministros puede decidir, de este modo, sobre prácticamente cualquier operación corporativa que pretenda ir más allá del 10% de una cotizada o que supere los 500 millones de euros en sociedades sin presencia en Bolsa.
Talgo podría ser tenida como una empresa estratégica para el país por su condición de firma industrial, las conexiones con la pública Renfe, para la que fabrica trenes y con la que tiene sociedades mixtas de mantenimiento, o por su acceso a información crítica sobre el mapa español de infraestructuras ferroviarias.
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