La ‘low cost’ Norwegian pasa en cuatro años del riesgo de quiebra a proponer dividendos

La aerolínea noruega, clave para el turismo que llega a España desde los países nórdicos, obtiene un resultado operativo histórico

Un avión de la aerolínea Norwegian Air reposta en el aeropuerto de Oslo.

Una de las que fue principales alimentadoras de turistas para España antes de la crisis del Covid 19, y que peor lo ha pasado en los últimos años, la aerolínea noruega Norwegian, vuelve a brillar con su balance al cierre de 2023. Esta referencia nórdica sonó como candidata a ser integrada en un gran grupo, como demostró el interés de IAG en 2018, pero posteriormente rozó la quiebra. Una vez apartada del revolucionario negocio de los vuelos baratos de larga distancia, la compañía se centró en operaciones domésticas en Escandinavia y en conectar los países nórdicos con destinos turísticos con España. El resultado, un beneficio operativo de 2.232 millones de coronas noruegas (196 millones de euros) el año pasado, marcando el registro más alto en la historia de la aerolínea.

Su liquidez sube a 9.500 millones de coronas (836 millones de euros) y el margen operativo del 9%, logrado en 2023 no se había visto nunca en esta referencia del sector aéreo europeo. Tal es el optimismo que la low cost se ha situado en vanguardia del sector aéreo europeo con su intento de recuperación del reparto de dividendos. El consejo va a proponer a la junta de accionistas el pago de 0,6 coronas (0,053 euros) por acción, lo que debe someterse también a la aprobación por parte de los acreedores. La empresa ha señalado que, de no obtener luz verde, creará una reserva para su posterior distribución entre los partícipes.

La recuperación de Norwegian es una buena noticia para el turismo español. En 2023 fue la decimoquinta aerolínea por tráfico en la red de Aena, con 3,6 millones de viajeros, lo que resultó un incremento de más del 240% respecto a 2022. Antes de la pandemia, Norwegian movió en España 8,3 millones de viajeros en 2019. La compañía revolucionó el transporte aéreo con vuelos desde distintos puntos de Europa, entre ellos el aeropuerto de Barcelona-El Prat, hacia destinos de América bajo el modelo de negocio del bajo coste.

Desde Norwegian se asegura que las reservas hacen prever un buen año para este 2024, sosteniendo una producción de 36.000 millones de asientos y teniendo en cuenta los kilómetros operados, lo que supone un incremento del 12%. Las perspectivas hablan de un beneficio operativo de 2.500 a 3.200 millones de coronas (de 202 a 282 millones de euros) para el presente ejercicio. Atrás quedan las restructuraciones de flota, personal y financieras que comenzaron cuatro años atrás.

La noruega espera contar con 90 aviones para la temporada alta del verano, desde los 87 que opera actualmente. Otro hito es el del cierre, el pasado enero, de la operación de compra de la aerolínea de vuelos regionales Widerøe, también noruega, con una escuadra de 48 aviones, la mayoría con turbohélices.

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