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El consejero delegado de Talgo recibirá cuatro millones de euros en acciones si hay cambio de control

Gonzalo Urquijo tiene un incentivo de retención de 900.000 títulos por jubilación, despido improcedente o venta de la empresa

Javier Fernández Magariño
El consejero delegado de Talgo, Gonzalo Urquijo.
El consejero delegado de Talgo, Gonzalo Urquijo.PABLO MORENO (CINCODIAS)

El esperado cambio al frente de los mandos de Talgo, de salir adelante la oferta pública de adquisición (opa) que prepara la húngara Magyar Vagon, se produciría con premio para el consejero delegado del fabricante de trenes, Gonzalo Urquijo Fernández de Araoz (Madrid, 63 años). El que es uno de los dos consejeros ejecutivos del grupo, junto al presidente Carlos Palacio, tiene firmado en su contrato un compromiso de retribución que asciende a 889.878 acciones. Este se activa si Urquijo alcanza la edad de jubilación, marcada en 76 años para todo el consejo de administración; en caso de despido sin causa justificada, o si se da un cambio de control en la sociedad. Y es en este último escenario donde entra una eventual opa de Magyar Vagon.

La oferta sería por el 100% de Talgo y a cinco euros por título, según se ha informado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). A la vista de la actual cotización, de 4,56 euros por acción, el que es denominado por la compañía como incentivo de retención tendría un valor de 4,05 millones de euros. A los cinco euros de la opa, la tasación del incentivo sube a 4,45 millones de euros.

El cobro no sería inmediato. Urquijo tendría que esperar hasta dos años, a partir del triunfo de la opa, para recibir las acciones pactadas con su empresa en marzo de 2021, cuando tomó las riendas de Talgo, sustituyendo a José María de Oriol. Este último fue consejero delegado entre 2002 y 2021, y ocupa desde entonces la vicepresidencia no ejecutiva.

Talgo está preparando ya la cuenta que algún día tendrá que saldar con Urquijo. En 2022 reconoció en su balance un devengo de 800.000 euros por el referido incentivo de retención de su consejero delegado. La compañía ha eludido comentar, a petición de este periódico, si ha seguido nutriendo esa cuenta durante el pasado ejercicio. Tampoco ha ofrecido detalle sobre si las partes han realizado alguna variación de última hora en el millonario incentivo al consejero delegado por cambio de control.

La llegada del expresidente de Abengoa a Talgo se produjo a través de un contrato en el que se incluye un salario fijo de 500.000 euros más un variable que oscila entre 500.000 y 750.000 euros (250.000 euros en el caso del presidente). Además, Talgo activó en 2021 un plan de incentivos por un total de 3,1 millones de euros para el periodo 2021-2023 condicionado al cumplimiento de objetivos estratégicos, de valor de la acción y de permanencia del beneficiario.

El fabricante de trenes fichó a Urquijo tras su paso por la citada Abengoa, que presidió durante el periodo convulso para la sevillana de 2017 a 2021. Previamente, este licenciado en Ciencias Económicas y Políticas por la Universidad de Yale y máster en Administración de Empresas por el Instituto de Empresa, forjó su carrera en la banca, con puestos de responsabilidad en Citibank y Crédit Agricole. También tuvo un destacado paso por el sector siderúrgico, liderando la dirección financiera de Aceralia y Arcelor, o presidiendo la filial española de ArcelorMittal. Además de gestionar Talgo, el ejecutivo es consejero independiente de Ferrovial desde 2019 y figura en el órgano de decisión de Gestamp Automoción desde 2017.

Impulso húngaro

El ministro de Asuntos Exteriores de Hungría, Peter Szijjártó, en visita oficial en España, declaró ayer a Efe que la operación de Ganz-Mavag sobre Talgo “fortalecerá las relaciones económicas” entre España y su país. “Lamentablemente, de esta cooperación económica bilateral hablamos mucho menos de lo que deberíamos, dado que hay más de 220 empresas españolas activas en Hungría y emplean a 5.000 personas”. Y también se refirió al esfuerzo de su país para favorecer la salida de sus compañías al exterior.

“Estamos en un nivel de desarrollo en el que ya tenemos algunos campeones nacionales, digámoslo así, que son lo suficientemente fuertes como para expandir sus actividades más allá de las fronteras”, manifestó el ministro de Exteriores.

La opa del consorcio húngaro Ganz-MaVag Europe Zrt por Talgo está en fase de negociación con los bancos acreedores de la firma industrial española. De los 330 millones en créditos que soporta Talgo, fueron otorgadas cláusulas de amortización anticipada por cambio de control en 227 millones de esa deuda. La intención del grupo comprador, encabezado por el empresario húngaro afincado en Londres András Tombor, es pactar con la banca que no habrá ejecución de créditos por parte de acreedores como Santander, Sabadell o BBVA. Tal y como informó ayer Cinco Días, la deuda está repartida entre 18 entidades con exposiciones máximas de poco más de 30 millones de euros. Sin embargo, a Magyar Vagon se le puede atragantar una opa valorada en 632 millones si además debe financiar esos más de 200 millones de deuda.

En círculos financieros se da por descontado que los inversores húngaros sacarán adelante la negociación con los bancos. Después será el Gobierno quien se arrogue la potestad de revisar e incluso rechazar la opa si tiene en cuenta a la industrial Talgo como empresa estratégica.


Hungría intenta recuperar peso en el sector ferroviario

Reindustrialización. Para Hungría resulta estratégico recuperar su industria ferroviaria, en la que décadas atrás tuvieron fuerza tanto Gánz como DJJ, hoy bajo el paraguas de Magyar Vagon. La segunda de ellas mantiene una planta de trenes de mercancías, ligeros, tranvías y metros en la ciudad húngara de Dunakeszi. El empresario András Tombor compró DJJ en 2020, en el contexto de la invasión rusa de Ucrania, al calor de las inversiones previstas en Europa del Este para el desarrollo del transporte ferroviario.

Subida en Bolsa. La cotización de Talgo volvió a coger aire en la jornada de ayer, con un avance del 1,78% al cierre de la sesión. El fabricante de trenes cotiza a 4,56 euros, por debajo de los 5 euros que pretende ofrecer Magyar Vagon en la opa que negocia con los bancos acreedores de Talgo para evitar la ejecución de créditos por cambio de control.

Examen. Los bancos que financian a Talgo deben revisar la solvencia de la compradora y sus fuentes de financiación, así como el plan de negocio propuesto para la española, antes de dar el visto bueno a seguir respaldando al fabricante tras el esperado cambio de manos.

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Sobre la firma

Javier Fernández Magariño
Es redactor de infraestructuras, construcción y transportes en Cinco Días, donde escribe desde junio de 2000. Ha pasado por las secciones de Especiales, Cinco Sentidos, 5D y Compañías siguiendo la información de diversos sectores empresariales. Antes fue locutor de informativos en la Cadena Cope, además de colaborar en distintos medios de Madrid.

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