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Shakira acepta siete millones de multa y admite el fraude fiscal para evitar la prisión

La artista se enfrentaba a una condena a ocho años y dos meses de prisión y multa de 23,8 millones de euros

La cantante colombiana Shakira saluda mientras llega con su abogado Pau Molins a los juzgados.
La cantante colombiana Shakira saluda mientras llega con su abogado Pau Molins a los juzgados.ALBERT GEA (REUTERS)

La cantante colombiana Shakira ha reconocido este lunes el fraude a Hacienda de 14,5 millones de euros a Hacienda entre los años 2012 y 2014 y ha evitado la entrada en prisión por seis delitos fiscales, al aceptar el pago de más de siete millones de euros. La defensa de la artista ha alcanzado un pacto con la Fiscalía antes de iniciar el juicio en la Audiencia Provincial de Barcelona por el que se enfrentaba a ocho años y dos meses de prisión que solicitaba el ministerio público, así como una multa de 23,8 millones de euros.

El acuerdo de conformidad rebaja todas las peticiones iniciales del fiscal. El pacto contempla el abono de una multa de 7.329.900 millones de euros y una pena de tres años de cárcel que se sustituirá por el abono de otros 432.000 euros.

Así, la vista oral, cuya duración estaba prevista hasta el próximo 14 de diciembre –figuraba la declaración de más de 100 testigos–, se zanjó en tan solo 10 minutos, en los que Shakira ratificó el trato cerrado. De este modo, la acusada se sentó frente al tribunal de la Audiencia de Barcelona para reconocer la comisión de seis delitos relacionados con el impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF) y el impuesto sobre patrimonio, al simular que no residía en España. Asimismo, aceptó la petición final de la Fiscalía.

Con todo ello, la Sección Sexta de la Audiencia de Barcelona dictó una sentencia in voce, en la que declaró que la condena es ya firme para la artista colombiana, ya que todas las partes se comprometieron a no recurrir.

La cantante ya devolvió los 14,5 millones que le exigía la Agencia Tributaria, más otros tres millones de intereses. Tras ello, el ministerio público, que ya aplicó a su petición la atenuante de reparación del daño, puso encima de la mesa la posibilidad de llegar a un acuerdo para evitar el juicio, si bien Shakira rechazó la propuesta en julio de 2022.

Evitar el “desgaste” y el “impacto”

Más de un año después, aceptó la oferta. “Mis hijos me lo han pedido, por ellos he tomado esta decisión”, ha explicado Shakira en un comunicado que se difundió en el momento que la misma estaba ante el tribunal ratificando el acuerdo.

“Me sentía lista para enfrentarme a un juicio y defender mi inocencia”, indica la nota, en la que señala que existían dos opciones: “hipotecar” su tranquilidad y la de su familia o cerrar este capítulo “mirando hacia delante”. Por esto último aceptó el acuerdo, para evitar el “desgaste” que un proceso penal acarrea y el “impacto de la exposición mediática”.

“Tengo que escoger mis batallas y la más importante para mí ahora es hacer todo para que mis hijos vivan una vida plena y enfocarme en lo que es realmente importante: verlos crecer y pasar tiempo con ellos”, subraya la cantante en su comunicado.

Asimismo, Shakira aprovechó las líneas difundidas por su agencia de comunicación para expresar su admiración por el exfutbolista Xavi Alonso y el campeón de motociclismo de Sito Pons, que ganaron sus batallas contra Hacienda por haber “luchado hasta el final invirtiendo años de sus vidas”. No obstante, apuntó las diferencias que existen en muchos casos similares, debido a que hay “mucha gente” sin los recursos necesarios para pagar una buena defensa o llegar a un pacto que “han visto sus vidas desgastarse frente a sus ojos por discrepancias con Hacienda que podrían haberse resuelto en un ámbito fuera del penal”.

El principal argumento de la Fiscalía se sostenía en que la cantante había estado en España más de 183 días al año, límite marcado por ley para ser considerado residente fiscal. Sin embargo, la defensa aseguró que la residencia estaba en Las Bahamas. Para justificar la acusación, el fiscal aportó pruebas de que la cantante compró, en mayo de 2012, una casa a la que hizo una serie de obras. Asimismo, intentó demostrar el alquiler de un estudio de grabación durante un año y que hizo el seguimiento de su embarazo en una clínica de Barcelona.

De este modo, Shakira cierra el primer frente judicial con Hacienda, pero aún tiene pendiente la causa que investiga un juzgado de Esplugues de Llobregat (Barcelona) por la querella que la Fiscalía presentó por un presunto fraude a través de un entramado de empresas en paraísos fiscales. Por estos hechos, reclama una deuda de 6,6 millones, correspondientes al ejercicio de 2018.

Contencioso en la Audiencia Nacional

Por otro lado, tiene un proceso contencioso administrativo abierto en la Audiencia Nacional por fraude fiscal en el ejercicio de 2011 por el que ha pagado 60 millones de euros. Para la artista, este caso es un “sinsentido” porque ese año no estaba ni próxima de ser residente española. En este sentido, señala que le han hecho pagar “por todo el capital de trabajo” de su gira, sin tener en cuenta los gastos que le supuso: “Se ha dado una especie de doble imposición y me han impuesto unas multas desproporcionadas sobre unas ganancias que no existieron”, lamenta.

“Y todo porque, en medio de una gira de más de 120 conciertos por todo el mundo, hice visitas a España para ver a la persona con la que iniciaba una relación, sumando en total 70 días entre todas las visitas”, apunta la cantante. Por último, afirmó que siguió las indicaciones de sus asesores, que eran “fiscalistas de primer nivel” como PwC y EY, y que pagó su deuda con la Agencia Tributaria antes de que la Fiscalía le interpusiera una querella por fraude fiscal.

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