Repsol recaba más de 5.000 millones en operaciones corporativas para su giro verde
La petrolera quiere alcanzar los 15 GW renovables antes de 2030 y reducir el peso de su negocio petrolífero
Repsol en apenas tres años ha puesto la directa en su plan para virar de ser una petrolera a una compañía energética asentada en el negocio renovable. En esa transacción ha sido una clave su intensa actividad en el departamento de fusiones y adquisiciones. Ha llevado a cabo cerca de una decena de transacciones, que le han supuesto dar entrada en filiales y proyectos, así como la venta de sus negocios en algunas geografías. Y embolsarse más de 5.000 millones con los que financiar esas prometidas inversiones en renovables.
Hace justo tres años que Repsol presentó al mercado su último plan estratégico, en vigor entre 2021 y 2025. Este imprimía un importante giro verde a la compañía, con la ambición de alcanzar los 7,5 GW en generación renovable antes de 2025, los 15 GW en 2030 y la neutralidad en carbono en 2050, con una inversión total de unos 5.000 millones en esos cuatro años.
En este contexto, las operaciones corporativas han tenido un papel crucial para financiar este cambio estratégico. Por un lado, igual que en otras utilities, ha rubricado alianzas con diversos inversores para dar entrada en filiales y activos. Por el otro lado, también ha recabado efectivo por la venta de su negocio más contaminante, el de exploración petrolífera. En total, ha recabado del mercado más de 5.000 millones de euros.
En cuanto a la primera estrategia tuvo como piedra de toque la venta de un 25% en su filial renovable a un consorcio formado por el fondo EIP y un vehículo del banco francés Credit Agricole, por el que la compañía española se embolsó 900 millones de euros, en un proceso pilotado por JP Morgan y en el que se estudió incluso la salida a Bolsa de la filial.
Pero el aliado de cabecera de Repsol en renovables en estos años ha sido Amancio Ortega. Precisamente esta semana acordó la venta a su family office, Pontegadea, del 49% del último portfolio renovable que ha sacado al mercado, 600 MW en activos fotovoltaicos y solares en Aragón, Castilla y León, Castilla-La Mancha y Andalucía. Está valorada en 800 millones, por lo que Ortega inyectará unos 400 millones.
Antes de eso, y pese a que Pontegadea participó sin éxito en la puja por la filial renovable, Repsol y esta firma de inversión ya habían ensayado alianzas con activos concretos. La firma del dueño de Inditex adquirió el 49% del parque eólico Delta por 245 millones y una participación análoga en el parque solar Kappa por 27 millones. A esto se suma la venta de otro 49% en el activo fotovoltaico Valdesolar por 117 millones.
Esto se combina con una reducción de su exposición al negocio típico petrolero de exploración y producción. La hoja de ruta establecía un reorientación del negocio, centrándose en 14 países, los más rentables y dentro de la OCDE, frente a los 25 en los que estaba presente en 2020. En concreto, se ha desprendido de sus negocios en Canadá, Malasia, Vietnam, Ecuador, Rusia, así como su negocio de gasolineras en Italia. Aquí se encuadra, además, la mayor transacción que ha acometido Repsol en estos años, la venta del 25% de su filial de upstream a EIG, por la que se embolsó 3.400 millones de euros.
Todo esto se compensa con un decidido plan inversor en renovables. En lo que va de año la compañía ha invertido 4.300 millones, un 82% más que en el año anterior. Destaca, por ejemplo, la adquisición de una cartera de Asterion por 1.000 millones y la entrada en EE UU con la compra de ConnectGen por 715 millones.
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