Las empresas familiares reclaman diálogo y moderación con Cataluña “dentro del marco constitucional”
Las 100 empresas que componen el IEF exigen al futuro Ejecutivo no gravar el empleo y ligar la subida de los salarios a la productividad y no a la inflación
El presidente del Instituto de la Empresa Familiar (IEF), Andrés Sendagorta, ha lanzado esta mañana un mensaje claro al nuevo Gobierno que el presidente en funciones, Pedro Sánchez, está intentando conformar sumando, entre otras, las voluntades de los partidos nacionalistas catalanes, que exigen una amnistía para los condenados por los hechos acontecidos por la revuelta independentista en Cataluña en 2017 como paso previo a una consulta vinculante para independizarse de España. “Evitemos la polarización y apostemos por la moderación y el diálogo, para que nos permitan construir un marco de relaciones estables que proyecten nuestro país y nuestras empresas hacia un futuro a largo plazo”, aseguró durante el discurso de inauguración del XXVI Congreso Nacional de la Empresa Familiar, patrocinado por Santander y KPMG, que reúne desde esta mañana a 500 empresarios en Bilbao. “El éxito que las empresas familiares cosechan en el mundo es un ejemplo más de lo que somos capaces de hacer, como país y como sociedad, cuando desplegamos todo nuestro potencial y no nos distraemos con desavenencias fratricidas de mirada corta y egoísta”.
Sendagorta consideró como vital recuperar y reforzar el sentido de la institucionalidad. “El marco constitucional, que nos ha dado decenios de estabilidad y prosperidad, es el que define la actuación del Instituto de la Empresa Familiar. Dentro de ese marco queremos colaborar con todos (sin excepción) y ponernos al servicio de la prosperidad común. Es tarea de todos hacer más fuertes todas las instituciones que nos representan y nos vertebran como sociedad”, recalcó en presencia del lehendakari Íñigo Urkullu y del rey Felipe VI.
El presidente del IEF, que reúne a 100 empresas españolas, entre ellas Santander, Ferrovial, Acciona, Puig, Mercadona o Gestamp, también aprovechó su discurso para cargar contra las subidas de cotizaciones y del salario mínimo aprobadas por el último Ejecutivo e instó al futuro Gobierno a que frene el incremento de la carga fiscal a las empresas. “Es preciso incentivar el empleo y gravarlo no parece la mejor manera de conseguirlo. Revisemos la fiscalidad para conseguir, entre todos, que el salario neto que llega al bolsillo de los trabajadores esté lo más cerca posible del coste bruto que asumen las empresas”, apuntó. En relación a los salarios, Sendagorta elevó el tiro y criticó las subidas de remuneraciones ligadas a la inflación, aunque no rechazó la necesidad de subir los salarios. “Revisemos también los salarios, sin más límite que mantener el listón de la competitividad, esencial para la continuidad de las empresas. No faltará por nuestra parte la voluntad de diálogo para abordar los problemas mencionados, pero sobre la base de que debemos construir nuestra sociedad en torno a la cultura del trabajo, del esfuerzo, de la responsabilidad y a la satisfacción del deber cumplido·.
El discurso del IEF identifica las subidas de impuestos y de los salarios ligadas a la inflación como frenos para tratar de corregir el desempleo, el principal desequilibrio del mercado laboral, a través de la incorporación de más ciudadanos a la vida laboral activa. “Las subvenciones pueden ser un remedio temporal necesario, el instrumento que sirve para salvar una situación puntual de necesidad, pero solo el trabajo desarrollado por las personas con la formación precisa representa una verdadera solución sostenible”. Al igual que en el anterior congreso, el IEF alertó sobre las dificultades para encontrar personal en todos los sectores de actividad. “Estamos presenciando una acusada dificultad para disponer de perfiles profesionales adecuados que incorporar a nuestras empresas. Nos faltan ingenieros e informáticos, pero también personas que trabajen en el mundo de la hostelería o el mundo industrial”.
Al discurso de Sendagorta le siguió el de José Luis Escrivá, ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, que ensalzó la resiliencia de las empresas familiares durante las distintas crisis que se han sucedido desde 2019 y su contribución a la economía española. “Han creado más de 900.000 empleos netos en tres años, en sectores de gran innovación, con mejores salarios y mejores empleos. Son más de 1.000 puestos de trabajo creados al día, con un gran componente exportador, donde hay que competir con innovación y emprendimiento”, recalcó durante su intervención. Escrivá también destacó la fortaleza financiera de las empresas que forman parte del IEF, que han compatibilizado el esfuerzo inversor con la reducción de la deuda. “Ese esfuerzo inversor se ha hecho con beneficios no distribuidos”.
Ministerio del Talento
En esta línea, el presidente de KPMG en España, Juanjo Cano, propuso la creación de un Ministerio del Talento para que el desarrollo y la gestión de las personas sea una prioridad estratégica en España. “Hay que trabajar el talento en toda la vertical. Es necesario reforzar la colaboración público-privada entre administraciones, instituciones académicas, empresas y sociedad para reorientar la formación, garantizar la igualdad de oportunidades, promover la diversidad y fomentar los valores y la curiosidad”, apuntó durante su intervención. Así consideró un error despreciar el reto del talento como algo puntual y alertó de que si no se tomaban las medidas adecuadas se estaría comprometiendo el crecimiento y el desarrollo de la sociedad. “Los datos así lo avalan, ya que casi un 14% de los jóvenes no ha completado la educación secundaria y casi un 30% se encuentra en situación de desempleo. Además, casi la mitad los jóvenes considera que su formación no se ajusta a las necesidades del mercado laboral, lo que pone de manifiesto que la brecha del talento es una realidad que requiere de una respuesta inmediata”, aseguró.
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