La filial energética de El Corte Inglés dobló sus ingresos en pleno boom del precio de la luz
Telecor ingresó 270 millones por su actividad comercializadora, la mayor parte facturados a empresas del grupo
El negocio energético de El Corte Inglés alcanzó cifras récord en 2022, año en el que el precio de la electricidad alcanzó cotas nunca vistas tras el inicio de la guerra en Ucrania. El grupo de distribución puso en marcha su propia comercializadora a principios de 2021 a través de su filial Telecor, con la que ofrece tarifas de la luz a clientes particulares pero con la que también factura la energía que contratan el resto de sociedades del grupo.
Un negocio que generó unos ingresos de 270,8 millones de euros en el último ejercicio, finalizado este pasado mes de febrero, según consta en sus cuentas anuales. Un salto de más del doble respecto al año anterior, que permitió a Telecor alcanzar una facturación de 326,3 millones, un 80% más. Esta sociedad nació en 1992 como la unidad de venta telefónica de El Corte Inglés, para después explotar las tiendas físicas dedicadas a telefonía que el grupo abrió durante los años 90 y la primera década de los 2000. Tras años de menor actividad, volvió a recurrir ella para lanzar su propio operador móvil, Sweno, que cerró hace meses, y para canalizar su actividad energética, que constituye hoy su principal fuente de ingresos. El otro negocio de esta filial es la recarga de tarjetas de telefonía prepago, que le genera una nada despreciable cifra de 43 millones de euros cada año, aunque el margen que obtiene por ello ronda el millón.
Telecor cerró el ejercicio con un ebitda de 1,9 millones y pérdida neta de 1,4
Acuerdos PPA
Esta sociedad quedó registrada como comercializadora de energía en la CNMC en marzo de 2021, pero hasta inicios de 2022 no puso en marcha su oferta de servicios. Como explica en la memoria financiera, Telecor vende energía tanto a clientes particulares como a empresas del grupo, la cual obtiene de fuentes sostenibles que, a su vez, adquiere a terceros.
Sus cuentas, de hecho, muestran dos acuerdos de compraventa, o PPA en la jerga energética, firmados durante 2022. Uno en abril y con cinco años de duración, que desde julio le permite acceder a una producción anual de 175.000 MW al año. El segundo se selló en agosto, con una capacidad anual de 220GWh anuales y una duración hasta el año 2031.
Ambos acuerdos se sellaron con empresas vinculadas al grupo energético israelí Nofar, que junto a dos socios más, Noy Fund y Eranovum, levantaron el año pasado dos plantas solares, llamadas Olmedilla y Sabinar, ubicadas en las localidades de Alarcón y Olmedilla de Alarcón, en Cuenca.
De ahí sale parte de la energía que compra Telecor y que luego comercializa entre sus clientes. Un negocio, a juicio de las cuentas, de poco margen. Si los ingresos por comercialización fueron de 270,8 millones, los gatos por el mismo concepto fueron de 268,4, lo que deja un margen de poco más de dos millones.
Además, esa venta de energía se efectúa de forma mayoritaria a empresas del grupo El Corte Inglés. Si la facturación total de Telecor en 2022 fue de 326,3 millones, el 83% de esa cantidad, 271,6 millones, se produjo a través de operaciones intragrupo, que como refleja la memoria, se correspondieron “principalmente, a la actividad de comercialización de energía”.
El informe de gestión de Telecor no incluye una explicación por parte de la compañía del desarrollo del negocio durante el año pasado, aunque fuentes de la compañía lo vinculan con el encarecimiento que experimentó el precio de la electricidad durante el pasado año.
En dicho informe, Telecor sí explica que su intención en este 2023 es “continuar y ampliar la actividad de comercialización de energía a clientes, desarrollando una oferta competitiva, canales de venta presenciales y oriline y un servicio de atención diferencial”, además de “desarrollar un portfolio de servicios energéticos para el hogar”.
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