Cambiar de banco ya debería ser tan fácil como cambiar de operador de teléfono móvil
En 2019 entró en vigor la normativa que obliga a los bancos a realizar el traslado de cuentas, pero el Banco de España detectó en 2022 algunas debilidades por las que no se estaba cumpliendo
Cambiar de banco ya debería ser igual de fácil que cambiar de operador de telefonía móvil. La banca ya garantiza la portabilidad de cuentas de clientes, eso sí, cuatro años tarde y tras la intervención del Banco de España.
En 2022, el supervisor inició una investigación tras detectar ciertas debilidades en el traslado de cuentas de un banco a otro por parte de algunas entidades, un servicio que las compañías están obligadas a prestar de forma gratuita para el cliente desde 2019.
En ese momento el Banco de España no detallaba en qué consistían esas debilidades, pero fuentes de la asociación de consumidores financieros, Asufin, explican que se trataba de trabas administrativas en las entidades que provocaban que el servicio, en lugar de ser un trámite casi automático, como prevé la normativa, se demorase durante semanas y hasta un mes. Igualmente, señalan que las entidades no mantenían de forma visible esta opción para el cliente, de forma que se trata de un servicio desconocido para el público en general.
Portavoces del Banco de España, aseguran que esa revisión por parte del supervisor se ha cerrado recientemente, por lo que las deficiencias encontradas han quedado resueltas después de las medidas impuestas y la banca por fin garantiza, cuatro años después, el servicio de traslado de cuentas de una entidad a otra.
La portabilidad bancaria aspiraba a ser un servicio como el que ofrecen las teleoperadoras, para que en el caso de que un cliente quiera cambiar de banco pueda hacerlo de forma sencilla y gratuita sin apenas tener que intervenir. El objetivo era que cambiar de entidad fuera como cambiar de compañía telefónica.
La normativa que regula este servicio se basa en una directiva comunitaria que debió entrar en vigor en 2016, pero no se hizo efectiva en España hasta 2019. El plazo para que los bancos ejecuten ese traslado es de un máximo de 13 días hábiles y el servicio es gratuito para los clientes. La gran diferencia respecto a la portabilidad en telefonía está en que el cliente no recibe el mismo número de cuenta, pero sí se migran todos los servicios vinculados a ella, como las transferencias periódicas, las domiciliaciones, los recibos y la nómina. También el saldo que el cliente tenga ahorrado en la cuenta, sin tener que realizarlo de forma manual.
Para utilizar este servicio, los clientes tienen que ir al banco al que quieren trasladar su cuenta y especificar la fecha en la que se realizará el traspaso. A partir de ahí, las dos entidades (la emisora y la receptora) tienen que ponerse de acuerdo. El cliente deberá decidir además si quiere cancelar la cuenta en el banco origen, un proceso que debería completarse en un plazo de 24 horas.
Todos los bancos deben proporcionar un formulario en las oficinas y en sus páginas webs de forma visible, en el espacio destinado a particulares para que los clientes puedan acceder de forma sencilla. Igualmente, es obligatorio que el proceso pueda completarse online.
No obstante, más allá del espíritu de esta normativa, para que resulte menos engorroso el hecho de cambiar de banco, en la práctica se trata de un servicio que el cliente medio desconoce y habitualmente acaba por hacer ese traslado de cuenta de un banco a otro manualmente. El propio banco de España, en su ‘Memoria de Supervisión’ relativa al ejercicio 2022 explica que los bancos recibieron un número muy reducido de solicitudes el año pasado. Igualmente, en la ‘Memoria de Reclamaciones’, publicada la semana pasada, el supervisor detalla que tan solo se recibieron 36 reclamaciones relacionadas con la portabilidad bancaria el año pasado.
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