Los fondos soberanos se comprometen a apoyar la transición verde y digital
Estos vehículos de inversión redirigirán sus estrategias hacia los países en vías de desarrollo tras un desplome del 70% en el volumen de operaciones en 2022. La política de cero covid en China derrumbó la inversión en el sudeste asiático mientras que la hiperinflación redujo el apetito hacia los países emergentes
Los 45 fondos soberanos que han participado en la Asamblea Anual del Foro Internacional de Fondos Soberanos (IFSWF, por sus siglas en inglés) que se celebró el pasado lunes y martes en Madrid, lanzaron un mensaje inequívoco a los organismos oficiales, a los fondos privados y públicos y a las empresas participantes en el encuentro: los fondos en manos de esos inversores, que manejan 5,3 billones de euros, se van a destinar de forma prioritaria a cumplir con la transición energética y digital, en especial en países en vías de desarrollo.
Una apuesta con la que estos fondos soberanos, procedentes de Kuwait, Singapur, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudí o Indonesia, quieren revertir el desplome de la inversión a los países emergentes vivido en 2022, en el que los fondos tocaron mínimos históricos y se redujeron un 70% pasando de 31.316 a 9.205 millones de euros, mientras que la inversión en países desarrollados creció un 54% hasta los 56.559 millones de euros. Desde el IFSWF destacan especialmente el exceso de obstáculos para apostar por China con una política de covid cero, lo que provocó que se pasará de una inversión de 3.800 millones a otra de 950 milones. El resto de países vecinos del sudeste asiático también se vio afectado por el derrumbe de la inversión en China y la parálisis de las cadenas de suministro, que llevó a un ajuste de la inversión de fondos soberanos, pasando de 8.500 a 950 millones.
“Los fondos soberanos no son oportunistas. Están dispuestos a convertirse en operadores de largo plazo allá donde se implanten”Duncan Bonfield, consejero delegado del Foro Internacional de Fondos Soberanos
Duncan Bonfield, consejero delegado del IFSWF, señala que en el encuentro no se cerraron acuerdos ni inversiones, pero que sirvió para que los fondos soberanos y los gobiernos se hayan puesto caras, nombres y apellidos en un contexto de incertidumbre económica. “En esas conversaciones ha quedado claro el valor del buen gobierno corporativo y que estos vehículos de inversión no tienen carácter oportunista ni cortoplacista, si no que están dispuestos a convertirse en operadores de largo plazo allá donde se implanten”, recalca en una entrevista con Cinco Días. Respecto a la menor inversión en países emergentes, Bonfield asegura que la hiperinflación que surgió desde la invasión rusa en Ucrania ha reducido el apetito inversor en esos países. ¿Están esos países plenamente comprometidos con la transición verde y digital? “No diría que lo están de una forma total, pero sí que están adoptando medidas para acoplarse a esos objetivos. Es un desafío que requerirá tiempo, pero en el que se esta haciendo un progreso adecuado, aunque queda mucho por hacer”.
“Los proyectos ligados a la industria, que generen empleo y actividad productiva, serán prioritarios para BPI France”Isabelle Bebear. Directora de Asuntos Internacionales de Bpifrance
Un optimismo que comparte parcialmente Alfonso García, vicepresidente para Europa y América Latina de la Corporación Financiera Internacional (IFC por sus siglas en inglés), que pertenece al Banco Mundial. “Los retos globales que tenemos son infinitos y no se está movilizando suficiente capital para solucionar los problemas de los países en vías de desarrollo. El principal objetivo de nuestra institución es ayudar a movilizar capital de los fondos soberanos a esas naciones”, recalca. García remarca que lo hacen a través de tres instrumentos diferentes. “Nuestras 100 oficinas en el mundo estructuran los proyectos para aportar conocimiento a los fondos soberanos. Al mismo tiempo realizan due diligence para dar confort a los inversores y garantizarles que se cumplen todos los indicadores de ESG (medio ambiente, social y gobierno corporativo) y diseñan productos que sirven para minimizar los riesgos”.
“Los retos globales son infinitos y no se está movilizando suficiente capital para solucionar los problemas de los países en vías desarrollo”Alfonso García, vicepresidente para Europa y América Latina de la Corporación Financiera Internacional
Pero los fondos soberanos no solo se asientan en los países emergentes, si no que también están en los países desarrollados. Es el caso de Bpifrance, que actúa como fondo soberano y agencia de crédito a la exportación de Francia y cuenta con participaciones estratégicas en gigantes de la industria gala como Orange, de la que posee el 10% del capital, Peugeot (12%), ST Microelectronics (13%) y Eutelsat (20%). Xavier Tessier, director de Estrategia de Bpifrance, recalca que los dos grandes objetivos del fondo son atraer fondos a Francia y potenciar las inversiones en África, que aún mantiene importantes relaciones comerciales ya que una gran parte del norte fue colonia francesa entre finales del siglo XIX y principios del XX. “Estamos seguros de que seguiremos invirtiendo en África. Los países emergentes, en especial los africanos, van a necesitar apoyo para poder desarrollar toda la estrategia ligada a la transición energética y a la transición digital”. Entre los proyectos susceptibles de ser financiados, Isabelle Bebear, directora de Asuntos Internacionales de Bpifrance, destaca los ligados a la industria. “Los proyectos ligados a la industria, que generen empleo y actividad productiva, serán prioritarios”.
Cofides dispondrá de 2.000 millones para coinvertir en proyectos de transformación
La vigesimoquinta asamblea anual del Foro Internacional de Fondos Soberanos, organizada por Cofides en Madrid, le ha servido al citado organismo para ir estableciendo los primeros contactos para el despliegue del Fondo de Coinversión (FOCO), uno de los principales instrumentos financieros incluidos en la Adenda del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, cuya gestión se ha encomendado a Cofides. Miguel Tiana, director general de Cofides, revela que es la edición que más volumen de participación ha tenido hasta el momento. “Ha puesto en valor a la economía española, ha servido para reconocer la importancia que tiene a nivel internacional y nos ha permitido presentar los nuevos instrumentos que vamos a manejar en los próximos trimestres”, apunta.
El nuevo fondo de coinversión servirá para atraer capital extranjero a España en busca de la transformación económica y social del tejido productivo. “Se harán aportaciones de capital y se tomarán participaciones minoritarias en esos proyectos, que tendrán que ser de la misma cuantía que la que realice el inversor privado”. El objetivo es tener comprometida toda la inversión a mediados de 2026 y centrar las operaciones en compañías ligadas a energías renovables, digitalización, biotecnología, agricultura sostenible o salud, entre otras. “Los plazos de retorno de la inversión en algunos de los sectores fijados como prioritarios son muy largos”, señala Tiana.
Cofides también ha recibido un mandato por parte del Ejecutivo para gestionar otro fondo para inversión de impacto por 400 millones de euros
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