Abertis se queda corta con una oferta de 2.700 millones por la autopista griega Attica
La mayor puja por la concesión de la circunvalación de Atenas, de la griega GEK Terna, asciende a 3.270 millones
Las cartas están sobre la mesa en el concurso por la operación y mantenimiento de la autopista griega Attica Motorway, circunvalación de pago de la ciudad de Atenas. El Fondo de Desarrollo de Activos de la República Helénica (HRADF por sus siglas en inglés) ha recibido seis ofertas económicas entre las que Abertis respalda la tercera más alta, con 2.700 millones de euros.
El activo será dado en concesión por el Estado griego durante 25 años. Un plazo durante el que la concesionaria deberá financiar los trabajos de mejora, operar la carretera y mantenerla. La puja más alta parte de la firma local de infraestructuras GEK Terna, con 3.270 millones de euros.
El grupo francés Vinci, aliado con Mytilineos, ha puesto 3.106 millones sobre la mesa como segunda mejor propuesta. El HRADF también cuenta con una oferta de 2.548 millones lanzada por el consorcio que integran Aktor Concessions, Meridiam y Avax. Y las dos últimas ofertas son de Macquarie y Fincop, con 2.350 millones, y del grupo formado por la portuguesa Brisa, Rubicone e Intrakat, con 2.050 millones de euros. El siguiente paso en este proceso es el análisis de todas estas cifras por parte de la junta de la HRADF.
Los accionistas de Abertis, Mundys y ACS, tienen lanzada a la concesionaria catalana en concursos valorados en más de 6.000 millones de euros, con un segundo gran proceso de licitación de autopistas abierto en Puerto Rico. Ambos partícipes han manifestado en las últimas semanas su intención de reforzar la cesta de activos y aportar, para ello, los recursos necesarios.
En el proceso griego, por el que se buscan fondos para las arcas públicas, han tomado parte las actuales operadoras de la Attica Motorway, las locales Avax y Aktor. En juego está una de las principales vías de pago del país, con 70 kilómetros de longitud y tres carriles por cada sentido de la circulación. La concesión obtenía unos ingresos de unos 200 millones anuales antes de la pandemia.
La futura operadora no tendrá que acarrear con riesgo de construcción, al contar la carretera con menos de 30 años en operación. Sin embargo, el Gobierno pide mejoras tecnológicas y ambientales.
La subida de tipos de interés ha condicionado la batalla librada por concesionarias y fondos de inversión, al tiempo que ha merecido una rebaja de los peajes en los cinco primeros años del contrato: de 2,80 euros a 2,50 euros.
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