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Arabia Saudí preparó durante medio año en secreto el asalto a Telefónica

Morgan Stanley ha ido adquiriendo títulos de Telefónica en el mercado para STC, a espaldas del consejo

Álvaro Bayón
STC Arabia Saudi
La sede de STC en Riad (Arabia Saudí).YAZEED ALDHAWAIHI (EFE)

Arabia Saudí ha cocinado su ofensiva en Telefónica a fuego lento. La teleco saudí empezó a preparar la toma del 9,9% a principios de año, hace casi siete meses. En una operación del máximo secreto, encomendó en febrero a Morgan Stanley ir adquiriendo a espaldas del consejo de Telefónica acciones de la compañía en el mercado, con el objetivo de alcanzar el 9,9%, según indican fuentes del mercado.

En ocasiones, el trabajo de banquero de inversión se parece al del espía. Saudi Telecom Company (STC) se decidió en febrero por lanzarse a por la teleco española. Fue entonces cuando fichó a su asesor financiero para esta aventura, Morgan Stanley, y a los asesores legales, Linklaters y Allen Overy. Y empezó a pergeñar una compleja operación en las entretelas del mundo de las finanzas.

El objetivo era ir cimentando una participación de hasta el 9,9%. Según comunicó el martes STC al mercado, es propietario del 4,9% de las acciones de Telefónica y cuenta con instrumentos financieros sobre otro 5%.

La adquisición presentaba grandes complicaciones. Una de ellas era cómo burlar la obligación de comunicar las participaciones a la CNMV. Las fuentes consultadas apuntan a que Morgan Stanley ha ido adquiriendo estos títulos en el mercado, en pequeños paquetes y a través de distintas filiales y vehículos en estos meses. Es habitual que los bancos de inversión adquieran acciones por cuenta de los clientes y protejan su identidad. Los bancos cuentan además con una dispensa de la CNMV por la que no deben aflorar sus participaciones en las empresas si no superan el 5% del capital y son para trading, mientras que el mínimo para el resto de los inversores es el 3%. Morgan Stanley ha rubricado en otros casos compromisos de compra que se irán materializando.

Otro problema era cómo hacer que la acción de Telefónica, muy castigada en los últimos meses, no subiese en Bolsa de manera artificial, lo que alertase a la compañía y a otros inversores. Sí es cierto que el volumen negociado en Telefónica experimentó en los últimos tres meses un ascenso inusitado. Según los datos de Bloomberg, en junio se movieron más de 600 millones de acciones, frente a los 300 millones aproximados de los meses precedentes. En julio y agosto se estabilizó por encima de los 300 millones, pese a ser unos meses en los que el volumen cae. Claramente, alguien estaba comprando títulos.

Ahora Morgan Stanley ha destapado la operación y transferido las acciones a la firma saudí. Fuentes de STC, Morgan Stanley, Linklaters y Allen Overy han declinado hacer comentarios.

La confidencialidad era clave porque el mayor riesgo que afrontaban los saudís era que alguien se les adelantara. Fuentes próximas al grupo saudí explican que, como si en una carrera se tratase, sospechaban que otros fondos soberanos, telecos y gigantes del capital riesgo pergeñaban una operación similar.

Todo esto ocurría al margen de la cúpula de la compañía. STC informó a Telefónica de la adquisición el mismo martes por la tarde. Como muestra de la sorpresa, el presidente de la teleco, Jose María Álvarez-Pallete, estaba en un viaje.

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Sobre la firma

Álvaro Bayón
Redactor de la sección de empresas especializado en operaciones corporativas, banca de inversión y capital riesgo. Graduado en Estudios Hispánicos por la Universidad Autónoma de Madrid y Máster en Periodismo UAM-El País, ha desarrollado toda su carrera en Cinco Días, donde trabaja desde 2016.

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