La hotelera catalana H10 arrastra una deuda con aval del ICO de 88 millones de euros
Tiene pendientes de pago cuatro créditos por ese importe concedidos por Santander, BBVA, Abanca y Banca March
La explosiva recuperación del turismo y el fuerte crecimiento de los ingresos ha permitido a algunas empresas devolver total o parcialmente los créditos que firmaron en la peor parte de la pandemia y que en muchos casos contaron con el aval reforzado del Instituto de Crédito Oficial (ICO) para incentivar a las entidades a dar crédito en una coyuntura con mucho riesgo. Es el caso de NH, en manos ahora de la tailandesa Minor, que en la pasada edición de Fitur anunció que este año ya ha amortizado los 500 millones que pidió a los bancos, de los que al menos 250 millones iban con aval del ICO. Otras firmas, como H10, el holding hotelero de la familia Espelt, aún no han conseguido desembarazarse de la pesada mochila de deuda adquirida durante la pandemia y aún arrastran 87,7 millones en cuatro créditos bancarios con aval del ICO.
Así se puede comprobar en las últimas cuentas anuales de la compañía depositadas en el Registro Mercantil, en las que figura que la compañía tiene pendientes de pago cuatro créditos con aval del ICO por un importe de 87,7 millones de euros. El más importante es el concedido por Banco Santander, que aún acumula un saldo deudor de 25,7 millones de euros y vence en mayo de 2026. En segundo lugar figura otro préstamo de BBVA por 21,99 millones, cuyo plazo de vencimiento también ha sido prolongado hasta abril de 2026. En tercer y cuarto lugar figuran dos créditos de Banca March y Abanca, con un saldo pendiente de 20 millones de euros cada uno de ellos, con vencimiento en septiembre de 2025 para el primero y en abril de 2026 para el segundo.
Las cuentas de 2022 muestran como la cifra de negocio de la hotelera, que cuenta con 61 activos (13 de ellos en el extranjero), repuntó con fuerza en 2022 hasta rozar los 42 millones de euros, cerca de los 45 millones de euros logrados en 2019. Todo lo contrario que en el caso del beneficio neto, que rozó los 16 millones de euros cuando tres años antes fue casi el doble (29,6 millones). De ser una compañía sin apenas deuda bancaria (apenas tenía 125.709 pendientes de pago al cierre de 2019) pasó a tener 101,6 millones al cierre de 2021 y 94,6 millones al cierre de 2022. Unas cifras insostenibles que muestran que solo la deuda bancaria multiplica por 4,5 veces el ebitda de ese ejercicio (21,6 millones).
En ese escenario de elevado endeudamiento, la compañía ha tenido que recurrir a la venta de activos para hacer frente a la crisis de liquidez. En febrero de 2021 vendió el hotel Ítaca en Barcelona a un family office de Barcelona por 20 millones y se mantuvo como operador del inmueble. Solo cuatro meses después formalizó la venta del hotel H10 Nueva Andalucía a Bain Capital y Stoneweg por un importe cercano a los 65 millones de euros. Fuentes inmobiliarias consultadas por Cinco Días reconocen que el hotel de The One, un cinco estrellas de gran lujo en Barcelona, estuvo en el mercado durante varios meses a un precio que rondaba los 92 millones de euros, aunque finalmente la operación no se cerró.
Un tercio de la cartera de activos en Cataluña
Hoteles. De los 61 inmuebles con los que cuenta la compañía, un tercio (22) están en Cataluña, de donde procede la familia Espelt, propietaria de la compañía, con un 60% del capital. La gestión de la compañía recae en Josep Espelt y tres de sus hijos (Gemma, Marta y Jordi).
Extranjero. La hotelera cuenta con 13 activos en el extranjero, de los que siete están en el Caribe (tres en Riviera Maya, dos en México y dos en Jamaica), la zona natural de crecimiento de las grandes hoteleras españolas.
Urbano. El resto de hoteles en el extranjero está en grandes enclaves urbanos europeos, como Lisboa y Roma, con dos inmuebles cada una, así como Venecia y Londres, con un hotel cada una.
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