Sacyr, crecimiento acelerado con el objetivo de reducir deuda
EthiFinance Ratings elevó el rating de BB+ con tendencia positiva a BBB- con tendencia estable el pasado julio
Sacyr, fundada hace más de 35 años, se ha convertido en el cuarto desarrollador de proyectos de infraestructura del mundo. El grupo mantiene una amplia presencia internacional, con foco en Europa, Latinoamérica y países de habla inglesa. Sacyr apuesta por implantarse en países de elevada seguridad jurídica, a través de concesiones o tras un estudio muy exhaustivo de todos los posibles riesgos. El modelo de negocio del grupo se basa en sus activos concesionales, que representan aproximadamente el 90% del ebitda. Cuenta con una división de construcción que colabora en el desarrollo de los proyectos. Esta integración vertical le proporciona una ventaja competitiva al optimizar plazos, reducir costes y aprovechar las sinergias de sus negocios.
En 2022, Sacyr confirmó su capacidad para seguir creciendo y fortaleciendo su cartera, destacándose grandes hitos como la finalización de las obras de la concesión Pedemontana-Veneta en Italia, que entró en operación al 100% en 2023. La facturación alcanzó los 5.852 millones de euros (+25% interanual), mientras que la mejora a nivel ebitda fue aún más llamativa, con un crecimiento del 63% hasta los 1.502 millones de euros (margen ebitda del 25,7%). Todo ello, gracias a un modelo de negocio concesional resiliente, estable, predecible y con gran capacidad de generación de caja recurrente.
Como consecuencia, cerró el ejercicio con un beneficio neto consolidado incluidos minoritarios de 343 millones de euros. Sacyr, de este modo, consiguió alcanzar en 2022 buena parte de los objetivos (cifra de negocios, ebitda y margen, foco en el negocio concesional, retribución al accionista, simplificación de balance y sostenibilidad) marcados para 2025 en su plan estratégico 2021-25.
Todo ello, bajo un contexto para la industria complejo, marcado por la escalada en los precios de los materiales, personal, la logística y la energía, así como la fuerte subida de tipos de interés. En contraposición, parece que la paralización de las licitaciones públicas como consecuencia de la pandemia ha quedado atrás. En el caso de Sacyr, la mayor parte de su portfolio concesional no tiene riesgo demanda o cuenta con mecanismos que mitigan este riesgo y sus contratos están referenciados a la inflación por lo que ha podido afrontar la subida de costes sin sufrir una bajada de rentabilidad. Respecto al impacto de la subida de tipos, el grupo ha estado cerrando su financiación a tipo fijo o mitigando el riesgo de tipos mediante cobertura con derivados.
Capitalización
La mayor debilidad de Sacyr continúa siendo su baja capitalización y elevado endeudamiento con unos ratios en 2022 de patrimonio neto sobre deuda financiera total del 14% y deuda financiera neta sobre ebitda de 5,2x. No obstante, el grupo está llevando a cabo medidas adicionales para revertirla. En 2021, se tomó la decisión de salir del capital de Repsol. Adicionalmente, anunció a finales de 2022 que estaba explorando diferentes alternativas para acelerar su plan estratégico y tomó la decisión de vender las filiales Valoriza Servicios Medioambientales y Sacyr Facilities.
Parte de estas desinversiones se han llevado a cabo en 2023. Así, Valoriza Servicios Medioambientales, su negocio de tratamiento de residuos, se ha vendido por 734 millones de euros (plusvalías de ~270 millones de euros). Además, ha vendido la filial Sacyr Facilities a Serveo, compañía controlada por la firma de inversión Portobello, por 87 millones de euros (plusvalías de ~40 millones de euros). Adicionalmente al proceso desinversor, en 2023 Sacyr está teniendo una evolución operativa positiva, con un ebitda de 645 millones de euros a cierre de junio (+28% YoY) y un beneficio neto consolidado incluidos minoritarios de 129 millones (+52%).
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