Netflix acalla a los más agoreros tras restringir las cuentas compartidas
La compañía, que suma 5,9 millones de suscriptores en el último trimestre, sigue avanzando en sus tácticas para elevar sus ingresos
Netflix acalló este miércoles las voces agoreras que preveían una huida masiva de clientes de su plataforma, después de que decidiera eliminar las cuentas compartidas entre distintos hogares. El fatídico desenlace no ocurrió. Al contrario, los resultados del segundo trimestre presentados este miércoles por la compañía muestran que la estrategia, adoptada el pasado mayo en un centenar de países, ha resultado muy eficaz para el gigante del streaming. La compañía vio crecer en casi seis millones (5,89 millones) su número de suscriptores en ese periodo, elevando la cifra total de abonados en todo el mundo a más de 283 millones. Netflix batió las estimaciones de los analistas, que proyectaron un crecimiento de suscriptores inferior a dos millones.
La multinacional obtuvo unos ingresos de 8.187 millones de dólares, un 2,7% más, y un beneficio neto de 1.488 millones de dólares, un 3,1% más. Netflix dijo que “los ingresos en cada región son ahora más altos que antes del cambio, con más suscripciones que cancelaciones”, así que no es extraño que la empresa de Los Gatos quiera ahora extender su política de pago por compartir cuenta a casi todos los países donde la compañía está presente. Quiere mantener su salud financiera incrementando sus márgenes.
Los ingresos de Netflix sugieren, sin embargo, que muchos nuevos suscriptores están optando por los planes más económicos de la compañía, haciendo que el ingreso promedio por suscriptor esté cayendo. Según el Wall Street Journal, los suscriptores están optando en particular por el plan más económico y con publicidad, que la empresa lanzó el pasado noviembre.
La suscripción con publicidad contaba a mediados de mayo con casi cinco millones de usuarios activos mensuales en todo el mundo. Greg Peters, co-CEO de Netflix, aseguró entonces que “desde principios de año, nuestra base de usuarios con anuncios se ha más que duplicado”. Los analistas de Morgan Stanley, sin embargo, creen que la oferta con publicidad sigue siendo minoritaria en su base de suscriptores.
Con vistas a ganar rentabilidad, Netflix sigue introduciendo cambios en sus planes de suscripción. El miércoles dejó de ofrecer en EE UU y Reino Unido su plan de suscripción más barato sin publicidad (9,90 dólares). Este cambio llevaría a los consumidores a tomar una de dos direcciones: los más sensibles al coste optarían casi seguro por el plan más económico con publicidad, mientras quienes deseen ver contenido sin anuncios elegirían opciones de suscripción más lucrativas para la compañía.
Y es que, desde ahora, en esos países los planes se reducen a tres: el estándar con anuncios por 6,99 dólares, el estándar sin anuncios por 15,49 dólares y el plan premium por 19,99 dólares. A finales de junio, el analista de Oppenheimer Jason Helfstein estimó que “una eliminación gradual del plan básico sin publicidad podría generar un aumento de 4.400 millones para Netflix en un período de 12 meses”.
Con ese movimiento, Netflix busca claramente impulsar sus ingresos. El director de Finanzas de Netflix, Spencer Neumann, aseguró en una llamada a inversores posterior a la presentación de resultados que acelerar los ingresos es “el principal objetivo” de la compañía y que estos serán impulsados por una combinación de precios, volumen y nuevas fuentes de ingresos como los anuncios, pero dijo que las iniciativas que están poniendo en marcha tardarán en madurar.
El directivo reconoció que “no espera que la publicidad sea un gran contribuidor a los ingresos este año”; sí más adelante. Y Peters se mostró convencido de que el impacto financiero de la restricción a las cuentas compartidas se apreciará más pasados los meses, porque confía en que los usuarios que compartían cuentas terminen dándose de alta según avancen los meses.
La Bolsa, no obstante, penalizó ayer al rey del streaming. El mercado esperaba que los ingresos del segundo trimestre alcanzaran los 8.300 millones. La huelga de actores y guionistas de Hollywood también pudo pesar, pues si se alarga, pasará factura a la producción de series y películas de la compañía. Sin embargo, la firma cree que está relativamente mejor posicionada frente a las huelgas dada la cantidad de contenido que tiene en reserva y porque su producción depende menos de EE UU que otras plataformas rivales.
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