La construcción española vuelve a pujar por los 90.000 millones de la alta velocidad de California
Ineco abrirá sede californiana para convertirse en punta de lanza
La esperada revitalización de la construcción de una línea ferroviaria de alta velocidad en California, valorada en 100.000 millones de dólares (unos 93.000 millones de euros), vuelve a crear máxima expectación entre la obra pública española. Tanto es así que la ingeniería Ineco, dependiente del Ministerio de Transportes, ha aprobado en su consejo de administración la apertura de una sede permanente en California en busca de oportunidades a corto y medio plazo. El primer objetivo es el desarrollo de la alta velocidad.
La ejecución del eje de 800 kilómetros entre Los Ángeles y San Francisco, promovido por la Autoridad de California para la Alta Velocidad Ferroviaria (CAHSR por sus siglas en inglés), fue condenada a un estado latente por parte de la Administración de Donald Trump, que cerró el grifo de los fondos federales por los sobrecostes en las obras. La impulsora del proyecto logró mantenerlo en pie y se postula ahora para recibir fondos de la Bipartisan Infrastructure Law, que aprobó el Gobierno de Joe Biden en 2021 y pone en juego 108.000 millones de dólares para sistemas de transporte público. Esta vía de financiación da nuevas opciones al que sería el primer corredor de alta velocidad de EE UU.
Ineco toma posiciones como estandarte del sector constructor español. Tanto la pública como el resto de referencias con experiencia en la red de alta velocidad española van a California con opciones dado que el corredor ferroviario estará equipado con numerosos estándares europeos.
La ingeniería que preside Sergio Vázquez ya está detrás del diseño de la línea entre Houston y Dallas, en Texas. Y previamente ha trabajado en el eje Haramain, de Arabia Saudí; ha tomado parte en el diseño de la HS2 en Reino Unido, y forma parte del consorcio operador en sombra de la europea Rail Baltica.
Además de esta experiencia, 3.000 de sus 5.000 trabajadores están relacionados con el ámbito ferroviario, y un millar de ellos colaboran en proyectos de alta velocidad (diseño, comunicaciones, señalización, sistemas ERTMS, mantenimiento de líneas, etcétera). En su papel de locomotora, Ineco colabora con empresas españolas en 34 contratos internacionales.
Siguientes pasos
Hasta ahora, CASHR ha dado prioridad a la construcción de una primera fase en el Valle Central, entre Bakersfield y Merced, en el que trabajan las españolas ACS y Ferrovial. Ese segmento, de 275 kilómetros y sobre el que casi se han ejecutado 190, se ha llevado cerca de 7.500 millones de dólares de inversión en construcción. También se avanza en el diseño de cuatro estaciones y de los 84 kilómetros que restan.
Los últimos informes de CAHSR prevén la necesidad de 35.000 millones de dólares para la primera fase, y de 100.000 millones para el sistema completo. De los 800 kilómetros del trazado, la autoridad californiana tiene autorizaciones ambientales sobre 680 kilómetros.
Además de ACS y Ferrovial, otras constructoras españolas directamente involucradas son Acciona y Copasa, que vieron en noviembre del año pasado cómo iba al congelador el concurso de 1.600 millones de dólares para la instalación de vía y sistemas en los 190 kilómetros que van de Madera a Shafter. Ambas formaban equipo y eran finalistas.
La ofensiva española sucede a contactos entre el Ministerio de Transportes y la secretaria de Transportes de EE UU, en los que la ministra Raquel Sánchez ofreció colaboración a su homólogo Pete Buttigieg para el desarrollo de la alta velocidad. El Gobierno español tiene el foco puesto en California y en la iniciativa en Texas, en la que Renfe participa en la fase de diseño y tiene el contrato para una futura operación de la que sería la primera línea privada del mundo.
Buttigieg juró el cargo en febrero de 2021 y se ha mostrado como un firme defensor del tren de alta velocidad. Además de devolver el respaldo público a la línea Los Ángeles-San Francisco, en EE UU se habla de potenciar los servicios de larga distancia del operador Amtrak; de la conclusión del eje Chicago-San Luis, o de la mejora de los accesos ferroviarios de Newark a Nueva York.
La primera fase, para 2028
275 kilómetros iniciales. El plan para la alta velocidad de California es ejecutar una línea electrificada por la que los trenes puedan cubrir los 800 kilómetros de trayecto entre San Francisco y Los Ángeles en menos de tres horas. Los 275 kilómetros en el Valle Central deberían estar preparados para los viajes en pruebas en 2028.
Tres décadas de experiencia. La española Ineco parte como una seria candidata para el diseño de nuevos tramos en California después de haber participado en distintas fases de desarrollo de 12.000 kilómetros de vía en alta velocidad (4.000 kilómetros en España y 8.200 en el exterior). Esto implica desde la definición tecnológica, planificación, proyectos y direcciones de obra, hasta las asistencias técnicas, suministro de materiales, circulación, puestas en servicio, mantenimiento y operación durante los últimos 30 años.
Novedades tecnológicas. Además del bagaje en el despliegue del sistema de gestión del tráfico ERTMS, Ineco ofrece avances como la inteligencia artificial aplicada a la inspección y mantenimiento de vías a través de un dispositivo bautizado como DIGAV, cuya comercialización está prevista para la segunda mitad del año. Tamhién cuenta con una solución, de nuevo basada en inteligencia artificial, para el trazado de obras lineales, y aplica tecnología de inspección en remoto a partir del 5G y el uso de drones.
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