Stellantis avisa de que si no se renegocia el Brexit no producirá coches eléctricos en Reino Unido
El grupo automovilístico da trabajo a 5.000 personas en el país y fabrica marcas como Vauxhall y Peugeot. Ford también pide una extensión de las reglas de comercio actuales hasta 2027
El grupo automovilísitico Stellantis ha solicitado al Gobierno del Reino Unido que renegocie una parte del acuerdo del Brexit, sellado en diciembre de 2020, o no podrá mantener su compromiso de fabricar vehículos eléctricos en el país. Stellantis ensambla, entre otros, modelos de las marcas Vauxhall, Peugeot, Citroen y Fiat y se había comprometido a montar vehículos eléctricos en el Reino Unido, pero ahora admite que tiene dificultades para cumplir con las reglas comerciales establecidas en el Brexit en relación con el origen de las piezas, más concretamente sobre las baterías.
Esas normas establecen que a partir de 2024 el 45% de las partes del automóvil eléctrico debe originarse en el Reino Unido o la Unión Europea para adherirse al comercio sin aranceles. Stellantis, que da trabajo a más de 5.000 personas en el Reino Unido, fabrica camionetas eléctricas en su instalación de Ellesmere Port, en el noroeste de Inglaterra, y Luton, a las afueras de Londres. El grupo pidió la renegociación del acuerdo en un texto por escrito remitido a la investigación parlamentaria que indaga sobre el suministro de baterías para vehículos eléctricos. La compañía ha dicho que el acuerdo supone una “amenaza para el negocio de exportación” desde el Reino Unido.
Stellantis ha agregado que el incremento de los costes de las materias primas durante la pandemia y la crisis energética han tenido un gran impacto pues no ha podido “cumplir con estas reglas de origen”. La empresa ha indicado que las próximas reglas verían aranceles del 10% en el comercio con la UE y que hay riesgo de que los fabricantes no sigan invirtiendo en el país.
El Gobierno tiene como objetivo eliminar gradualmente los vehículos de gasolina y diésel para 2025 y 2030. Pero Stellantis ha dicho que habrá una “producción de baterías insuficiente” en el Reino Unido o Europa como para poder cumplir con esos objetivos del Gobierno sobre vehículos eléctricos, lo que generará “una gran desventaja competitiva”.
La automovilística estadounidense Ford, por su parte, también ha pedido que los requisitos comerciales actuales entre la UE y Reino Unido se extiendan hasta 2027 para no poner en riesgo su actividad industrial en el Viejo Continente. “Ford está pidiendo que los requisitos comerciales actuales se extiendan hasta 2027, para dar tiempo a que la cadena de suministro de baterías se desarrolle en Europa y satisfacer la demanda de vehículos eléctricos”, ha dicho la compañía en un comunicado.
“Los aranceles afectarán tanto a los fabricantes del Reino Unido como a los de la UE, por lo que es vital que ambas partes se sienten a la mesa para acordar una solución”. Ford está invirtiendo 380 millones de libras (unos 437,6 millones de euros al cambio actual) para convertir al vehículo eléctrico una planta de motores de Liverpool, como parte de su plan de electrificación en Europa.
Un portavoz de Downing Street (el despacho y residencia oficial del primer ministro británico) ha indicado este miércoles que los costes de las materias primas han escalado para la industria de los fabricantes de automóviles debido a “varios motivos”, tras haber firmado el Acuerdo de Comercio y Cooperación (TCA, en sus siglas en inglés). “Reconocemos que debido a varios motivos los costes de las materias primas para los fabricantes han escalado desde que firmamos el TCA”, ha dicho el portavoz. La fuente oficial ha señalado asimismo que eso es “un problema para los manufactureros por toda Europa, no solo aquí en el Reino Unido” y recordó que la Asociación de Fabricantes de automóviles europeos “han dicho ellos mismos que la industria europea de baterías simplemente no es lo suficientemente rápida para ir en línea con las reglas más restrictivas que van a entrar en vigor”.
Por eso, la ministra de Empresas, Kemi Badenoch, ha elevado este asunto ante la Comisión europea y confió en “llegar a una resolución con la UE sobre esto”. Los coches eléctricos y las baterías se encontraban entre las partes finales del acuerdo Brexit acordado entre el entonces primer ministro Boris Johnson y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en 2020.
Sigue toda la información de Cinco Días en Facebook, Twitter y Linkedin, o en nuestra newsletter Agenda de Cinco Días