Credit Suisse negocia con UBS una fusión de emergencia para evitar su caída
La operación, auspiciada por el Banco Nacional de Suiza, podría contar con ayudas públicas por alrededor de 5.500 millones de euros. Deutsche Bank se interesa por algunos activos
Movimiento clave en el sector financiero mundial para buscar una salida a la grave crisis que vive Credit Suisse. UBS está en negociaciones para salir al rescate de Credit Suisse, en una operación auspiciada de emergencia por las autoridades financieras del país, que podría contar con ayuda pública por alrededor de 6.000 millones de dólares (5.500 millones de euros) y que busca evitar la caída de un banco de carácter sistémico. Las conversaciones fueron adelantadas la noche del viernes por el diario Financial Times, que también ha señalado este sábado que las autoridades están dispuestas a saltarse la obligación de dar un período de consulta a los accionistas con tal de resolver la situación antes del lunes. La acelerada retirada de depósitos de los clientes de Credit Suisse, a un ritmo de 10.000 millones de euros al día durante la pasada semana, ha llevado al gigante suizo a un punto de no retorno.
El destino de Credit Suisse se va a decidir este fin de semana y tiene en vilo al sistema financiero global. Los consejos de administración de UBS y Credit Suisse se han reunido a lo largo del sábado para analizar una posible fusión y el Banco Nacional de Suiza y la Autoridad Suiza Supervisora del Mercado Financiero (Finma) están orquestando los contactos. La noticia causó en la noche del viernes un alza de las acciones de Credit Suisse del 9% en el mercado fuera de hora, después de haber vuelto a caer otro 8% en la sesión.
Los reguladores financieros suizos comunicaron a sus homólogos en EE UU y Reino Unido el viernes que la fusión de ambos bancos era su plan A ante la situación de Credit Suisse. Su intención es tratar de restaurar la confianza en el sistema financiero helvético y alcanzar una solución antes de que los mercados financieros abran el próximo lunes. La operación de fusión, en la que presuntamente también están trabajando las autoridades estadounidenses, podría cerrarse en las próximas horas. Según el diario Financial Times, el gigante de la gestión de activos BlackRock también estaba interesando en lanzar una oferta, pero esto ha sido desmentido por la propia entidad.
El banco suizo forma parte de la treintena de bancos considerados de importancia sistémica y su caída tendría por tanto un impacto relevante en el sistema financiero a nivel global. En principio, en las negociaciones entre ambos bancos helvéticos se barajan numerosas alternativas, con la escisión de Credit Suisse como escenario más probable. Ambas entidades están evaluando las posibles dificultades regulatorias en las distintas jurisdicciones y los problemas de unir dos bancos con un perfil muy similar. Fuentes próximas a los contactos que cita la agencia Reuters señalan que UBS pretende obtener garantías publicas por unos 6.000 millones de dólares con los que hacer frente al coste de liquidación de algunas unidades de Credit Suisse y a los posibles litigios. Además, la unión de ambos bancos podría supone un recorte de 10.000 empleos.
La fusión de ambos bancos suizos es el deseo de las autoridades financieras del país, que podrían inclinarse en favor de la petición de UBS de recibir respaldo público para la operación. La entidad, que en el pasado ya rechazó la posibilidad de una integración con su rival, estaría interesada especialmente en las divisiones de altos patrimonios y de gestión de activos de Credit Suisse, un negocio que también interesa a Deutsche Bank.
El rescate de Credit Suisse por parte de UBS, y la petición de este de apoyo público, plantea de nuevo la polémica del uso del dinero de los contribuyentes para socorrer a entidades financieras. Tras la crisis financiera de 2008 se endureció la regulación bancaria de modo que los bancos contaran con colchones de deuda anticrisis con los que poder responder a la necesidad de una inyección de capital. Sin embargo, en el caso de Credit Suisse, el recurso a esa deuda podría no ser suficiente, tal y como se contemplaba en el mercado este viernes.
UBS ya se está beneficiando de la fuga de clientes que está sufriendo Credit Suisse estos días de forma acelerada, un factor que puede restar atractivo a la compra. Pero al mismo tiempo, la grave crisis reputacional y de confianza que ha desatado su rival es un elemento a favor para participar en una solución que evite una crisis aún mayor. En la actualidad, UBS tiene una capitalización bursátil de 65.000 millones de dólares, frente a 8.000 millones de su competidor suizo.
Credit Suisse, un banco de 167 años, es la entidad financiera más grande inmersa en la nueva crisis del mercado bancario, desatada por el colapso de los bancos estadounidenses Silicon Valley Bank (SVB) y Signature Bank durante la semana pasada. Ante el desplome de la acción y la fuga de clientes, el Banco Central de Suiza aprobó inyectar 50.000 millones de euros de liquidez en la entidad, una medida que fue bien recibida en principio pero que se revela como insuficiente. La crisis de SVB ha puesto en la picota al banco suizo, cercado por la pérdida de clientes de altos patrimonios y por una mala gestión salpicada de multas y escándalos. El año pasado sufrió unas pérdidas superiores a los 7.000 millones de euros.
En una última señal de sus crecientes problemas, al menos cuatro grandes bancos, entre los que figuran Société Générale y Deutsche Bank han impuesto restricciones en sus operaciones que involucren a Credit Suisse o sus valores, según Reuters, que cinta cinco fuentes conocedoras de la situación. Por su parte, el Departamento del Tesoro de EE UU ha estado revisando la exposición del sector financiero estadounidense en Credit Suisse.
Los amplios esfuerzos para apuntalar a Credit Suisse se han ampliado en las últimas horas cuando las autoridades políticas y financieras, como el Banco Central Europeo y el presidente de EE UU Joe Biden, han tratado de tranquilizar a los inversores y depositantes, insistiendo en que el sistema bancario global es seguro. Sin embargo, los temores sobre un agravamiento de la crisis el sector han persistido.
En este sentido, a última hora de este viernes, hora local en EE UU, Joe Biden afirmó que la crisis bancaria generada tras los recientes desplomes del Silicon Valley Bank (SVB) y Signature Bank se ha calmado.
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