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IAG gana 431 millones en 2022, pero aún no es momento para el dividendo

Presupuesta crecimiento para 2023: busca alcanzar el 98% de la capacidad de 2019 y un beneficio operativo de hasta 2.300 millones

Javier Fernández Magariño
Luis Gallego IAG
El consejero delegado de IAG, Luis Gallego.

La recuperación del transporte aéreo ha impulsado al grupo de aerolíneas IAG hasta un beneficio neto de 431 millones en 2022, desde las pérdidas de 2.933 millones del anterior ejercicio. Los ingresos se disparan, con 23.066 millones (8.455 millones al cierre de 2021), dejando un beneficio de las operaciones mejor de lo previsto por la compañía: 1.256 millones en comparación con la estimación de unos 1.100 millones.

Por aerolíneas, Iberia lidera la obtención de beneficio operativo, con 382 millones (un 6,9% de margen); British Airways vuelve a aportar, con 362 millones (2,9% de margen); el resultado de las operaciones de Vueling es de 195 millones (7,5% de margen operativo), y Aer Lingus entrega 45 millones (2,6% de margen). Además de una mayor demanda, ha jugado a favor un alza en el precio medio de los billetes como respuesta a mayores costes.

La notable mejoría no permite aún la distribución de dividendos, atenazada por compromisos con los acreedores. La compañía que dirige Luis Gallego ha señalado esta mañana ante el mercado que la remuneración al accionista también dependerá de “las necesidades de liquidez y las reservas distribuibles de las compañías operadoras principales del grupo, así como de su capacidad para pagar dividendos a la compañía, junto con las reservas distribuibles y la liquidez”. Entre los préstamos que obligan a la austeridad figuran el concedido a British Airways garantizado parcialmente por UKEF y los créditos firmados por Iberia y Vueling con avales parciales del ICO. En todo caso, la dirección dice estar comprometida con la recuperación de la rentabilidad para sus partícipes, con Qatar Airways a la cabeza.

IAG habla esta mañana de un fuerte avance en sus principales mercados una vez que se levantaron las restricciones a la movilidad impuestas por la pandemia. La vuelta a beneficios se produjo ya en el segundo trimestre de 2022 tras dos años de duras pérdidas por el paso de la crisis del Covid-19. La empresa ganó 133 millones entre marzo y junio, pero fue el verano el que tiró de los resultados.

En el complejo contexto de negocio no se han dejado de buscar oportunidades de crecimiento. La compañía que engloba a British Airways, Iberia, Vueling y Aer Lingus anunció en la tarde de ayer un acuerdo con Globalia para la adquisición del 80% de Air Europa que no controla. El acuerdo contempla el pago en efectivo y acciones, ascendiendo la valoración del capital a 500 millones de euros. El primer 20% fue tomado en agosto del año pasado con la conversión en acciones de un crédito de 100 millones de euros. Al respecto, IAG declara esta mañana un valor razonable de 24 millones, viendo las condiciones de la compañía de la familia Hidalgo y del mercado, para ese primer paquete. El resto se lo apunta como pérdida en la cuenta de resultados.

Para 2023, la expectativas señalan la recuperación de los beneficios, con un resultado de las operaciones antes de partidas excepcionales que debería situarse entre 1.800 y 2.300 millones de euros. Pese al optimismo, la empresa sigue anteponiendo toda cautela por la situación de inflación en el combustible.

Gallego ha declarado que “2022 fue un año de recuperación sólida, impulsada por una demanda vacacional sostenida y la reapertura de los mercados. En lo que va de año, continuamos observando una sólida evolución de las reservas, al tiempo que somos conscientes de las incertidumbres macroeconómicas globales. Estamos transformando nuestros negocios con el objetivo de volver a los niveles de beneficios anteriores al COVID-19 en los próximos años, a través de importantes iniciativas para mejorar la experiencia del cliente y el rendimiento operativo”.

Más capacidad y rearme de British Airways

La compañía ha recuperado en el cuarto trimestre hasta un 87% de la capacidad, medida en asientos por kilómetro operado (AKO), desplegada en 2019. Esta ratio de reactivación es de un 78% de media en el ejercicio. En cuanto a los ingresos unitarios de pasaje, subieron un 11% por encima de los registrados antes de la pandemia con el avance de los tráficos de ocio y negocios.

La reactivación de la demanda ha permitido un alza en la oferta de asientos en el cuarto trimestre que ya es del 104% en los mercados domésticos respecto a la producción desplegada en 2019; llega al 96% en Europa; supone un 94% en las conexiones con Norteamérica; aún es del 85,5% en los mercados de Latinoamérica y Caribe; la ratio de recuperación marca un 88,8% en África, Oriente Medio y Sus de Asia, y tan solo se han recuperado un 19% de los asientos ofertados hacia la región Asia-Pacífico.

Por marcas, British Airways voló en el cuatro trimestre con una capacidad del 80% respecto al mismo periodo de 2019; Iberia lo hizo al 93%; Vueling supera con creces la capacidad previa a la pandemia, con un 111%, y Aer Lingus está en un 98,5%. El coeficiente de ocupación en el grupo IAG mejoró el año pasado en 17 puntos porcentuales, hasta el 81,8%, tan solo a 2,8 puntos del registro de 2019.

Entre los desafíos del ejercicio ha destacado el de la reconstrucción de las operaciones de British Airways, que tuvo que contratar a 7.400 trabajadores y soportar los límites de capacidad durante el verano en el aeropuerto londinense de Heathrow.

La vuelta del tráfico supone aumento de costes unitarios, con un 24% de subida, excluido el combustible, respecto a los de 2019. Aquí han entrado en juego los tipos de cambio y la inflación de los gastos con proveedores, según explica la empresa. En cuanto al combustible, el coste unitario aumenta un 30,2% frente a la cifra de 2019 con el alto nivel de precios del fuel de aviación.

La deuda neta ha caído a 10.400 millones gracias a la mejora del capital circulante y la entrada de beneficio operativo. La liquidez de IAG sube de 12.000 millones en 2021 a los actuales 14.000 millones. Desde un objetivo de grupo de mantener la deuda neta frente al ebitda en un múltiplo de 1,8 veces, la posición al cierre de 2022 es de 3,1. La ratio baja desde 11,5 veces en el ejercicio 2021 y está lejos aún del múltiplo de 1,4 declarado en 2019.

La inversión de IAG ha sumado 3.900 millones en mejora de flota, oferta comercial, políticas de sostenibilidad y de tecnologías de la información.

Entre las previsiones para el presente 2023 figuran una capacidad medida en asientos del 98% respecto a 2019 (ya es del 96% en este primer trimestre). Pese al citado rango de beneficio operativo, de 1.800 y 2.300 millones, entre enero y marzo el presupuesto es de 200 millones en rojo.

En el capítulo de las inversiones, la cifra será similar a la de 2022, con 4.000 millones previstos. La deuda, por su parte, debería mantenerse en el entorno de los 10.400 millones.

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Sobre la firma

Javier Fernández Magariño
Es redactor de infraestructuras, construcción y transportes en Cinco Días, donde escribe desde junio de 2000. Ha pasado por las secciones de Especiales, Cinco Sentidos, 5D y Compañías siguiendo la información de diversos sectores empresariales. Antes fue locutor de informativos en la Cadena Cope, además de colaborar en distintos medios de Madrid.

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