Qué es una cesión de crédito y cuándo puede utilizarse como forma de pago
Es una alternativa de pago que brinda flexibilidad y liquidez en las transacciones comerciales
En el mundo de los negocios y las finanzas, existen diversas formas de liquidar una deuda. Una de ellas es la cesión de crédito, un contrato mediante el cual el acreedor transfiere su derecho de cobro a un tercero. Esta modalidad de pago puede ser una alternativa ventajosa en determinadas situaciones y ofrece flexibilidad tanto para el deudor como para el acreedor, indican desde BBVA.
En esencia, la cesión de crédito implica que el acreedor original, también conocido como cedente, cede o transfiere su derecho de cobro a otra persona o entidad denominada cesionario. El cesionario adquiere así la titularidad del crédito y se convierte en el nuevo acreedor, con todos los derechos y obligaciones asociados a la deuda. Es importante destacar que, a diferencia de la cesión de crédito, la cesión de deuda implica una transferencia de la obligación de pago en sí misma, mientras que la cesión de crédito se enfoca en el derecho de cobro.
Una de las principales ventajas de la cesión de crédito es la flexibilidad que brinda tanto al cedente como al cesionario. Para el cedente, esta modalidad puede ser beneficiosa en situaciones donde necesita liquidez inmediata o desea desprenderse de una deuda que se encuentra en mora. Al ceder su crédito, el cedente puede obtener recursos financieros sin tener que esperar el pago por parte del deudor original. Esto puede ser especialmente útil para pequeñas y medianas empresas que necesitan capital de trabajo o que desean reducir su exposición a riesgos crediticios.
Derecho de cobro
Por otro lado, el cesionario puede beneficiarse de la cesión de crédito al adquirir un derecho de cobro con descuento. El cesionario suele pagar al cedente un monto menor al valor nominal del crédito, lo cual constituye una ganancia potencial en caso de que el deudor original realice el pago completo. Además, el cesionario puede contar con los recursos necesarios para invertir en nuevos proyectos o adquirir activos sin necesidad de recurrir a préstamos tradicionales.
La cesión de crédito puede utilizarse como forma de pago en diferentes contextos, según el portal e-Autónomos. Por ejemplo, en transacciones comerciales, una empresa puede aceptar una cesión de crédito como contraprestación por bienes o servicios suministrados. Esto significa que, en lugar de recibir un pago en efectivo, la empresa puede adquirir un derecho de cobro contra un tercero. Esta modalidad de pago puede ser particularmente útil cuando existe una relación de confianza y continuidad entre las partes involucradas.
Asimismo, la cesión de crédito puede emplearse en situaciones de compensación de deudas. Cuando dos partes tienen deudas recíprocas, pueden acordar ceder sus respectivos créditos y compensar las obligaciones pendientes. De esta manera, cada parte se convierte en el acreedor del otro, cancelando así sus deudas sin necesidad de realizar pagos adicionales.