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Desaceleración en EE. UU. la segunda mitad del año

La Euro Zona puede eludir la recesión

Visitors walk on the plaza at the U.S. Capitol in the midst of ongoing negotiations seeking a deal to raise the United States' debt ceiling and avoid a catastrophic default, in Washington, U.S. May 24, 2023. REUTERS/Jonathan Ernst
Visitors walk on the plaza at the U.S. Capitol in the midst of ongoing negotiations seeking a deal to raise the United States' debt ceiling and avoid a catastrophic default, in Washington, U.S. May 24, 2023. REUTERS/Jonathan ErnstJONATHAN ERNST (REUTERS)

El presidente Biden está convencido de que es posible un acuerdo sobre el techo de deuda en EE. UU., aunque no se puede dar por sentado. Mientras, las declaraciones de algunos miembros de la Reserva Federal, partidarios del rigor monetario, han hecho que los mercados asignen mayor probabilidad a una subida de tipos de interés en junio. De todas formas, dada la contracción del crédito bancario, que está causando fricción en la economía, su presidente, Jerome Powell, ha insinuado una pausa, en línea con nuestro escenario. De manera que la Reserva Federal puede mantener los tipos de interés en 5 a 5,25% hasta fin de año.

El caso es que, de momento, el índice de acciones S&P 500 refleja la resiliencia de los datos económicos y unos resultados trimestrales mejores de lo esperado. Hay que tener en cuenta que la producción industrial avanzó con fuerza en abril, sobre todo por el sector de automóviles, aunque las ventas minoristas repuntaron mucho menos de lo esperado y los resultados de las grandes cadenas de distribución apuntan a desaceleración del consumo discrecional. Incluso S&P Global ha informado un notable aumento de empresas acogidas a quiebra lo que va de año. Aun así, la National Association of Home Builders muestra mejora del sentimiento. Con todo, es probable una desaceleración la segunda mitad del año en EE. UU.

La Euro Zona puede eludir la recesión

Mientras, en la euro zona, el índice PMI de actividad de S&P Global se ha situado en mayo en 53,3, por debajo de abril, pero aun indicando crecimiento. La euro zona ya mostró en marzo superávit ajustado ajustando a la estacionalidad. Aunque la inflación aumentó ligeramente hasta 7% interanual en abril, hay estabilización excluyendo energía y alimentos no elaborados. Si hay más signos de alivio el BCE podría detener su ciclo de subida de tipos de interés este verano. De momento, según estimación preliminar de Eurostat el P.I.B. en la euro zona creció 0,1% el primer trimestre y los indicadores adelantados sugieren crecimiento el segundo. Aunque el efecto rezagado del endurecimiento monetario será un lastre, la región puede eludir una recesión este año. Hasta la fecha, alrededor de dos tercios de las empresas del índice Stoxx Europe 600 que han publicado resultados han superado las expectativas. De hecho, los márgenes de beneficio se han mantenido mejor de lo que se temía, más en Europa que EE. UU.

En cuanto a China, tras una fuerte reapertura pos Covid, la producción industrial, inversión en activos fijos y ventas minoristas han quedado por debajo de las expectativas. Incluso su índice del sector inmobiliario prolonga pérdidas desde principios de año. De todas formas, nuestra previsión de su crecimiento de PIB este año es 5,5%.

Además, en las últimas semanas, se ha visto especial mejora de la confianza empresarial en mercados emergentes y signos alentadores de comercio internacional.

Por su parte el P.I.B. de Japón creció 1,6% anualizado el primer trimestre, alejándose de la recesión y por encima de las previsiones, con reformas. Excluyendo energía y alimentos no elaborados su inflación aumentó 4,1% en abril respecto al año anterior, al mayor ritmo desde septiembre de 1981. El caso es que el yen está infravalorado respecto al dólar y la economía en Japón continúa mejorando,

Valoraciones ajustadas, especialmente en EE. UU.

Ahora bien, en general, las valoraciones de las acciones parecen ajustadas, especialmente en EE. UU., lo que explica nuestra cautela. Dadas las diferencias sectoriales e impulso relativo de beneficios, preferimos índices de renta variable europea frente a estadounidenses. Además, preferimos bancos europeos a estadounidenses. Por su parte, las empresas Big Tech se han visto impulsadas recientemente, pero podemos detectar cierto nerviosismo por fundamentales y valoraciones.

En Japón el índice Topix ha tocado máximo de 33 años, ayudado por el Banco de Japón, que se ha mantenido mucho más moderado que otros bancos centrales. No vemos un cambio inminente de su política monetaria ultra acomodaticia con el gobernador entrante Kazuo Ueda. Además, las recompras de acciones están atrayendo inversores extranjeros. En conjunto, seguimos neutrales, pero estamos cada vez más optimistas respecto a la renta variable japonesa.

Si embargo los índices globales de gerentes de compras y actividad manufacturera indican expansión en economías emergentes y en Asia emergente las valoraciones y riesgo de recesión son menores.

Sobre ponderamos bonos del Tesoro de EE. UU.

No esperamos que el Tesoro de los EE. UU. entre en impago, pero las preocupaciones han causado distorsiones en el mercado de Letras del Tesoro a corto plazo. Aunque estamos neutrales respecto a bonos del gobierno, sobre ponderamos bonos del Tesoro de EE. UU. a más largo plazo, que ofrecen rentabilidades a vencimiento razonables y protegen las carteras en caso de trastornos y una posible recesión. Pero infra ponderamos deuda de países periféricos de la euro zona.

Pero los diferenciales de rentabilidad a vencimiento en deuda empresarial de mayor riesgo no reflejan el endurecimiento crediticio y al menos en EE. UU., de recesión. La prima en emisiones de empresas financieras respecto a empresas no financieras y de la deuda subordinada respecto de la senior es mayor más que antes de las recientes turbulencias bancarias. Tenemos una visión más positiva en deuda grado de inversión, en particular de la euro zona, así como de Asia en monedas fuertes.

En cuanto a activos alternativos, estamos neutrales, aunque infra ponderamos sociedades inmobiliarias cotizadas en EE. UU. (REIT).

Por su parte el oro puede beneficiarse a corto plazo del debate del techo de deuda en los EE.UU. y a medio plazo de una sólida demanda oficial. Además, es previsible que la fortaleza del dólar continúe disminuyendo en el año.

En cuanto al petróleo, se sustenta en que EE. UU. se dispone a comprar tres millones de barriles para su reserva estratégica, así como las expectativas de escasez del suministro en este segundo semestre.

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