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Rusia recortará la producción de petróleo en 500.000 barriles diarios como castigo a las sanciones de Occidente

Equivale al 5% de la producción de enero

Instalaciones de la refinería de petróleo de PCK.
Instalaciones de la refinería de petróleo de PCK.Getty

Rusia vuelve a presionar la economía con su materia más preciada: el oro negro. Este viernes, el Kremlin ha anunciado que reducirá la producción de crudo en 500.000 barriles por día el próximo mes como represalia a las sanciones impuestas por Occidente, en particular al G7, que fijó un techo de 60 dólares (unos 57 euros al cambio) al precio del petróleo ruso traído en barco.

El recorte, que equivale al 5% de la producción de enero, elevará los precios durante los próximos meses. Tras la noticia, el Brent superó las pérdidas anteriores y ha repuntado más de un 2%, hasta los 86,50 dólares por barril. La medida amenaza con una nueva agitación en un mercado que, después de un año de grandes fluctuaciones, se ha tomado con calma el tope de precios y las prohibiciones de la Unión Europea sobre Moscú. Antes de esta semana, el índice de referencia internacional había caído un 9% desde mediados de enero, lo que ayudó a aliviar las preocupaciones sobre la inflación.

Desde la imposición de las prohibiciones, la mayoría de los observadores esperaban alguna pérdida de producción, no tanto como una política voluntaria sino como un recorte obligatorio. No obstante, el Kremlin se ha empeñado en que parezca una medida disuasoria; no en vano el viceprimer ministro Alexander Novak ha señalado este viernes que el “mecanismo de precios máximos para el petróleo ruso y los productos derivados es una intervención en las relaciones de mercado y una extensión de las políticas energéticas destructivas del Occidente colectivo”. Según Novak, a partir de ahora, Rusia actuará en función de cómo se desarrolle el mercado.

En cualquier caso, la merma en la producción profundizará las restricciones de suministro de 2 millones de barriles por día anunciadas a finales de 2022 por la OPEP+, que Rusia lidera junto a Arabia Saudita. El grupo, que se reunió la semana pasada, mantendrá los recortes acordados hasta finales de este año a pesar del aumento de la demanda china. Los analistas creen que en el corto plazo no hay nadie para llenar el vacío de suministro creado por los recortes rusos. Así lo ha señalado Giovanni Staunovo, analista de UBS Group AG, quien ha recordado que la OPEP+ “no tiene presión para cambiar nada en cuanto a la producción en este momento”.

A pesar del efecto momento, Viktor Katona, analista de crudo de Kpler, cree que es poco probable que estos recortes afecten los precios mundiales a largo plazo. "La reducción hasta ahora solo se ha anunciado para marzo y la producción de Rusia podría recuperarse después de eso" ha precisado.

Los ingresos petroleros de Moscú se han visto afectados en los últimos meses. La caída de alrededor de 40 dólares por barril en el crudo Brent desde junio ha sido el factor más importante. El descuento al que se comercializa el crudo de los Urales, el principal grado de exportación de Rusia, con respecto al punto de referencia internacional, también se ha ampliado a medida que la prohibición de importación de la UE y el tope de precios del G-7 obligaron al país a buscar nuevos mercados y métodos alternativos de envío.

Aun así, la producción rusa ha sido sorprendentemente resistente. Desde que alcanzó un mínimo posterior a la invasión de 10,05 millones de barriles por día en abril, la producción de petróleo rusa se recuperó y llegó a los 10,9 millones de barriles por día a fines de 2022. Este es el nivel en el que se ha mantenido en enero. Dada la capacidad de la nación para exportar crudo en medio de las sanciones, los recortes de producción pueden conducir a menores operaciones de refinería, mientras que los suministros a clientes extranjeros podrían mantenerse sólidos, según Katona.

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