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La deuda es un mal arreglo para el fútbol italiano

Un acuerdo con un banco de inversión daría algo de tiempo, pero debe mejorar su gobernanza

Lautaro Martínez, jugador del Inter de Milán, en un partido contra el Milan el día 5.
Lautaro Martínez, jugador del Inter de Milán, en un partido contra el Milan el día 5.ALBERTO LINGRIA (REUTERS)

Los bancos de Wall Street esperan marcar un gol en Italia. La Serie A, la liga de fútbol, necesita dinero para renovar su maltrecho negocio de derechos de TV. Los intentos anteriores de recurrir al capital riesgo fracasaron. Para los clubes, conseguir hasta 1.000 millones puede resultar una victoria efímera.

Los equipos han perdido atractivo tanto en Italia como en el extranjero. El torneo, que cuenta con Lautaro Martínez y Paulo Dybala entre sus pocos campeones de talla mundial, obtuvo 2.500 millones de ingresos en la temporada 2020-21, casi la mitad de los 5.500 millones de la Premier League, según Deloitte. Esa temporada, LaLiga española llegó a un acuerdo sobre derechos de TV con el veterano inversor deportivo CVC, y la Bundesliga alemana está explorando una vía similar. Ambas ganaron más dinero que la Serie A.

El drama contable de la Juventus agrava aún más el escaso atractivo del calcio. Desde 2018, sus ingresos de transmisión han caído más del 20%, hasta 1.100 millones. Pero la falta de deuda y una baja base de costes hacen atractivo para JP Morgan o Goldman Sachs un acuerdo de financiación. Según dos fuentes, probablemente consistiría en que una compañía de derechos de medios recién creada emitiera un bono, respaldado por un ebitda estimado para 2023 de unos 900 millones.

La Serie A subastará sus licencias de TV para 2024-27 antes del verano. Pero siempre ha tenido problemas para venderlos en el extranjero. Mientras, los ingresos de las nacionales pueden bajar aún más después de que las suscripciones hayan caído desde 2015 un 51%, hasta 2,2 millones, por escándalos y persistentes cortes de red del titular, DAZN.

El dinero fresco daría algo más de tiempo. Para hacer un buen uso de los fondos, empero, la Serie A debe mejorar su gobernanza y diseñar una estrategia ganadora para su negocio de radiodifusión. La liga se creó como un grupo de clubes con los mismos derechos a la hora de aprobar –y paralizar– decisiones por mayoría cualificada, independientemente del protagonismo del cada uno. Así pasó en 2021, cuando siete equipos sacaron tarjeta roja a una inversión de 1.700 millones dirigida por CVC. Los dueños harían mejor en confiar a ejecutivos independientes la gestión de los derechos. Sin una profunda reforma, atiborrarse de deuda parece una patada hacia adelante.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías

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