La CNMC deja que Renfe opere en solitario desde Atocha a Valencia si Adif bonifica a Ouigo e Iryo
El regulador permite la modificación del acuerdo marco entre Adif y Renfe a cambio de bonificaciones para las dos competidoras
El mayor operador en la alta velocidad, Renfe, tiene luz verde de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) para seguir lanzando servicios a Levante desde la estación madrileña de Atocha a lo largo de este año.
Los acuerdos marco de Adif, de mayo de 2020, contemplan que la cabecera de la pública y de sus rivales, Ouigo e Iryo, está en la estación de Chamartín en lo que se refiere a los viajes a Levante, pero Renfe podrá mantener dos de ida y vuelta entre Madrid-Atocha y Valencia, y otros dos servicios entre Madrid-Atocha y Alicante.
La CNMC ha resuelto que la oferta desde las dos mayores estaciones de la capital va a beneficiar a los viajeros al ponerse a su alcance mayores opciones de viaje. Pese a ello, estará atenta a los efectos de esta concesión y obliga a Adif a bonificar a las dos operadoras que se quedan exclusivamente en Chamartín. Renfe accede a una extensión de un año frente a los dos que había solicitado.
Una cuestión técnica
Adif propuso a las tres compañías mantener parte de sus servicios en Atocha de forma transitoria, para lo que era necesario que la CNMC autorizara la modificación de acuerdos marco. La oferta fue aceptada por Renfe, que en la actualidad presta todos sus servicios a Levante desde Atocha, pero Ouigo no ha podido acceder a ella por una cuestión técnica.
La filial de SNCF comenzó a viajar a Valencia desde Chamartín el 7 de octubre, mientras que Iryo empezó a hacerlo el 16 de noviembre. El viaje entre Atocha y Valencia incluye un tramo en el que hay que operar con el sistema de comunicaciones y seguridad LZB, para lo que Ouigo no tiene flota homologada.
Desde la low cost, que presentó alegación al igual que Iryo, se ha interpretado como positiva la resolución de la CNMC a la vista de que se condiciona la modificación del acuerdo marco de Adif con Renfe a un pago a los operadores que actúen desde Chamartín. "Ouigo respeta la decisión del regulador CNMC y valora positivamente que la CNMC evalúe, con las competencias y datos del mercado de los que dispone, los efectos de este tipo de decisiones en el incipiente mercado de la alta velocidad", se indica desde Ouigo. La francesa añade que las medidas preventivas evitan "perjuicios irreparables para el mercado".
Al margen de lo que Adif tenga que pagar a sus dos clientes entrantes, la CNMC ha indicado que el gestor de la infraestructura tendrá que incentivar los tráficos desde Chamartín, a través de los cánones, para facilitar su crecimiento. Esta última decisión se debe al supuesto mayor atractivo de Atocha para los movimientos desde y hacia Levante.
Pasado medio año, la CNMC va a pedir la opinión de las operadoras para analizar las derivadas de esta modificación y evaluar la posible modificación del acuerdo marco de capacidad durante un año más.
Los costes también influyen
El regulador estima que los costes de servicio desde Chamartín son entre un 0,5% y un 1,6% superiores a los soportados desde Atocha (por canon y energía). Por este y otros motivos, la CNMC apunta indicios “de que la estación de Madrid-Puerta de Atocha puede ser un elemento competitivo relevante que habría protegido los servicios de Renfe Viajeros entre Madrid y Valencia de la presión competitiva de la liberalización”.
Adif tomó la decisión de mantener ciertos servicios en Atocha a la vista de “cierta alarma social” en Valencia y Alicante, que saltó a la prensa, por el cambio de estación en Madrid. Para Ouigo este motivo no fue justificado por Adif y, en todo caso, era insuficiente para modificar los acuerdos de capacidad marco con las operadoras. La CNMC ha aprovechado este asunto para reclamar a la firma dependiente del Ministerio de Transportes que informe con suficiente antelación de cualquier modificación en los acuerdos marco para que puedan ser revisados.
Hasta este momento, esos acuerdos se han enmendado por motivos técnicos (como el retraso en la llegada de trenes) o para modificar los compromisos de operaciones ante el impacto del Covid.
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