Banca March rechaza unirse al plan de ayudas para hipotecados en apuros
Será la gran ausencia en la lista de entidades adheridas Defiende que su perfil de clientes no se ajusta a los potenciales beneficiarios
Banca March ha rechazado unirse al Código de Buenas Prácticas para ayudar a hipotecados en apuros. El banco liderado por José Luis Acea como consejero delegado será la gran ausencia en la lista de entidades unidas al protocolo pactado entre Gobierno y sector bancario el pasado mes de noviembre para reducir el impacto de la acelerada subida de tipos de interés en los colectivos más vulnerables y las clases medias en riesgo de vulnerabilidad.
Según explican fuentes de la entidad, Banca March ha rechazado formar parte de este protocolo porque cuenta con una reducida cuota en hipotecas y porque el perfil de cliente del banco (habitualmente de rentas altas) no coincide con los potenciales beneficiarios de estas medidas de apoyo.
“No tenemos masa crítica en el tipo de hipotecas al que se refiere el código (nuestra cuota en hipotecas a residentes es inferior al 0,5%). Además, nuestro cliente no es mayoritariamente del segmento de renta que se puede beneficiar (para rentas de hasta 30.000 euros al año) por lo que preferimos trabajar en soluciones individuales, en caso de que se planteen, tal y como ya hicimos en su momento en la pandemia”, explican.
La adhesión al código por parte de los bancos es voluntaria, pero una vez suscrito el cumplimiento de las medidas es obligatorio. Por un lado, las patronales bancarias y el Ejecutivo acordaron ampliar el protocolo anterior, aprobado en 2012. De esta forma, los clientes más vulnerables (rentas inferiores a 25.200 euros anuales) podrán reestructurar la hipoteca con un tipo de interés más bajo durante la carencia del principal de cinco años.
En segundo lugar, se acordó un nuevo código temporal que estará vigente durante dos años dirigido a las clases medias en riesgo de vulnerabilidad por el incremento de la cuota hipotecaria. Podrán acogerse los hogares con renta inferior a 29.400 euros anuales, con hipotecas que se hayan formalizado antes del 31 de diciembre de 2022. Los bancos deberán ofrecer a estos clientes la posibilidad de congelar la cuota durante 12 meses, un tipo de interés menor sobre el principal aplazado y un alargamiento del plazo del préstamo de hasta siete años.
Para ello también deberán cumplir el requisito de que la carga hipotecaria represente más del 30% de su renta y que la cuota haya aumentado al menos el 20% por la subida de tipos de interés.
A pesar de la ausencia de Banca March, las entidades con mayor cuota hipotecaria en España sí han comunicado su adhesión al código: Santander, BBVA, CaixaBank, Sabadell, Unicaja, Ibercaja, Abanca, Kutxabank, Cajamar y Bankinter, cuyo perfil de cliente también se corresponde con rentas altas.
La banca prevé un alcance limitado
Menos de la mitad. A pesar de que el Gobierno anunció que el paquete de medidas acordado con el sector bancario para mitigar la subida de tipos de interés en las hipotecas a tipo variable podría beneficiar a más de un millón de clientes, las estimaciones de las entidades son mucho más reducidas. Las fuentes consultadas explican que el sector maneja una horquilla amplia que va desde un 10% en un escenario de baja aceptación a un máximo del 50% en el caso de una gran afluencia. Fuentes del sector explican que habitualmente la hipoteca es el último gasto que se deja de pagar. También señalan elementos desincentivadores, ya que las medidas pueden conllevar un aumento de los intereses al extender la vida del crédito.