Los nuevos magnates del fútbol podrían obtener una rentabilidad baja
Manchester United, Liverpool y Paris Saint-Germain están a la venta, pero el negocio debe afrontar obstáculos
Los magnates del fútbol europeo se van sustituyendo unos a otros fuera del terreno de juego. Los dueños del Manchester United, del Liverpool y del Paris Saint-Germain ganarán un buen dinero vendiendo la totalidad o una parte de sus clubes, pero los nuevos propietarios podrían ganar mucho menos.
La familia Glazer, que controla el Manchester United, y el propietario del Liverpool, Fenway Sports, pusieron en venta estos clubes señeros el pasado noviembre, dejando abierta la posibilidad de conservar una participación. El Financial Times informó de que los dueños cataríes del PSG querían vender un 15% del campeón francés.
Los vendedores probablemente obtengan un buen rendimiento por su inversión, si nos atenemos a la valoración que se hizo del Chelsea en una venta reciente. Un consorcio liderado por el multimillonario estadounidense Todd Boehly compró el club londinense por 5,7 veces los ingresos generados durante el ejercicio finalizado en 2021. Si esto lo aplicamos al Manchester United, al Liverpool y al PSG, cuyos ingresos fueron similares ese mismo año según Deloitte, cada uno de ellos valdría casi 3.000 millones de libras esterlinas o 3.700 millones de dólares. Supone una subida significativa respecto al precio pagado por sus respectivos propietarios: 790 millones de libras por el Manchester United, 300 millones de libras por el Liverpool y prácticamente cero por el PSG, aunque posteriormente los cataríes inyectaron muchísimo dinero al club parisiense.
Los compradores más probables son multimillonarios estadounidenses o empresas de capital riesgo de Estados Unidos que disponen de muchísima liquidez. La subida del dólar frente a la libra esterlina y el euro en los últimos años significa que, literalmente, los cazadores de trofeos estadounidenses pueden comprar mucho más por el mismo precio. Y tal vez vean a los clubes de fútbol europeos como una alternativa más barata a las franquicias deportivas del mercado nacional. En operaciones recientes, los Denver Broncos de la NFL y los Utah Jazz de la NBA fueron valorados en más de 9 veces los ingresos anuales, según Forbes. Es posible que los propietarios del Manchester United, Liverpool y PSG alberguen la esperanza de que sus equipos acaben alcanzando valoraciones igualmente elevadas.
Pero cuesta ver que eso vaya a ocurrir. Los grupos europeos de medios y telecomunicaciones que hicieron circular dinero en el fútbol durante años, como Sky y BT, ya no parecen tan dispuestos a tirar de billetera. Los gigantes del streaming se han acercado un poco, pero es poco probable que acudan al rescate: uno de los consejeros delegados de Netflix, Ted Sarandos, señalaba recientemente que no ve la manera de hacer rentable el ofrecer deporte en directo por streaming.
Además, los clubes arrastran problemas: el estadio del Manchester United necesita una renovación, y el PSG podría querer uno nuevo, según Bloomberg. Los tres clubes sufren el problema universal de la subida de los salarios de los jugadores y de las cuotas por los traspasos, que se comen la mayor parte de los ingresos. En otras palabras, los posibles beneficios de los propietarios actuales tal vez sean los mejores que se pueden conseguir.