Conciertos virtuales: un lucrativo modelo de negocio para la industria musical
Los Rolling Stones son los últimos en sumarse a la moda de las actuaciones online Este tipo de audiciones generará una facturación de 2.000 millones de dólares en 2022
Los Rolling Stones ofrecerán en febrero de 2023 un concierto virtual para celebrar la edición GRRR Live, una reproducción de un concierto realizado hace una década. Pese a grabarse hace años, sus fans no lo han podido disfrutar todavía y la banda ha decidido emitirlo previo pago de 9,39 euros, lo que además les dará la oportunidad de interactuar en directo con otros seguidores.
Este evento no es algo nuevo, es el último de los cientos de miles de conciertos virtuales que se han retransmitido desde que, en 2020, el Covid-19 nos obligó a confinarnos en nuestras casas. Este fenómeno existía antes, de forma más primitiva y sencilla, pero con la pandemia ha evolucionado en uno de masas que, según explica la consultora MIDia, “tiene el potencial de generar una mayor facturación que la industria de los conciertos físicos”, aunque “todavía queda mucho camino por recorrer”.
Los datos de Bandistown, una plataforma de seguimiento de giras y conciertos, revelan que entre junio y noviembre de 2020 la cuota de actuaciones virtuales anunciadas se disparó del 1,9% del total al 40,7%, mientras que los ingresos de estos eventos subieron un 292%. Entre marzo y diciembre de ese año, la plataforma contabilizó 60.905 conciertos virtuales, el 77% de ellos con un seguimiento menor, de menos de 10.000 usuarios, y solo un 3,9% de grandes artistas con un seguimiento de más de 250.000 usuarios únicos.
Los ingresos por este formato se dispararon un 292% en la pandemia
Según MIDia, en 2020 los conciertos virtuales supusieron unos ingresos de 600 millones de dólares, cifra que ascenderá hasta los 2.000 millones este año y, según sus previsiones, hasta los 5.000 millones para 2028, números que todavía se quedarán lejos de los de la industria de la música en vivo, que en 2022 alcanzará, según Statista, los 26.000 millones. No obstante, la tendencia es positiva y el crecimiento es rápido.
Kiss, Justin Bieber, Foo Fighters, Powerwolf, Behemoth, Post Malone, Metallica… Son muchos los grandes nombres que han optado por este formato, algunos sacando incluso más beneficio vendiendo a posteriori la grabación.
Dua Lipa, por ejemplo, invirtió 1,5 millones en Studio 2054, un concierto virtual de la gira de su álbum Future nostalgia, con el que llegó a cinco millones de usuarios, mucho más de los que caben en pabellones y estadios en los que la cantante está acostumbrada a actuar.
Solo el 3,9% de los eventos está protagonizado por bandas internacionales
El caso más sonado fue seguramente el de Travis Scott, que ofreció en 2020 un concierto en el videojuego Fortnite, en el que han actuado también Ariana Grande y Marshmello. El cantante estadounidense, de acuerdo con datos de Forbes, ganó aproximadamente 20 millones de dólares por el concierto, repartidos entre su acuerdo con el videojuego y un porcentaje de las ventas de merchandising dentro del mismo. Para comparar, Scott ganó 1,7 millones de dólares en su actuación en vivo Astroworld en 2019.
Los conciertos virtuales están aquí para quedarse, y más si grandes nombres como el mismo Travis Scott encuentran una oportunidad de negocio y alcance tan grande y tan por encima de las actuaciones en vivo. Además, el movimiento está acompañado por grandes líderes del sector como Spotify, que desde 2021 ofrece conciertos de hasta 75 minutos de duración por 15 dólares cada uno.
Metaverso, avatares, hologramas...
Metaverso. El siguiente paso es pasar de la pantalla al metaverso, donde los fans seguirán los conciertos a través de gafas de realidad virtual. El primer artista en probarlo fue Justin Bieber en 2021, en un evento en el que actuó en forma de avatar de su propia persona y en el que cada uno de los 10,7 millones de usuarios conectados pudo interactuar con el artista en directo.
Negocio. Las plataformas y desarrolladoras del metaverso aprovechan los conciertos virtuales para promocionar sus mundos, donde además ofrecen la posibilidad de comprar NFT. The Sandbox, donde Warner Music Group organiza conciertos con regularidad, o Decentraland, que acogió el Metaverse Festival, al que acudieron 50.000 usuarios, son algunos ejemplos.
Empresas. Han surgido compañías centradas en este modelo de negocio, como la española Virtual Voyagers, creadora de Horizon Venues, una plataforma de eventos en directo en el metaverso de Meta. Desde 2020, Horizon Venues ha evolucionado y ha pasado de los conciertos a todo tipo de espectáculos, desde deportes a exposiciones culturales.
Híbrido. La nueva tecnología permitió a Abba regresar a los escenarios por primera vez en 36 años. Aunque el primer concierto de la nueva gira fue en vivo, en Londres, los integrantes del grupo no se subieron al escenario, sino que actuaron unos hologramas de los mismos a partir de una grabación previa del concierto en un estudio.