El 'dictador benevolente' de Mastodon que desafía a Elon Musk
La red social de Eugen Rochko, con un diseño descentralizado y sin ánimo de lucro, se postula como la alternativa a la nueva Twitter
Mientras Elon Musk pone Twitter patas arriba, hay otro hombre que trabaja al máximo para apagar los fuegos de un éxito sobrevenido e inesperado. El desarrollador de software Eugen Rochko (Rusia, 1993) está al frente de Mastodon, una red social de código abierto y descentralizado, que se ha convertido en la favorita de los despechados con Musk.
El primer pico de nuevos usuarios tuvo lugar en abril, con el anuncio de la compra de Twitter por parte del jefe de Tesla. El siguiente se produjo en octubre, al confirmarse la operación, después de muchos dimes y diretes. Tiene ya dos millones de usuarios, que aún palidecen frente a los 368 millones de Twitter, pero que ponen a prueba los servidores y el personal de Mastodon. El último espaldarazo se lo ha dado el propio Musk al prohibir que los tuiteros pusieran enlaces a otras redes, incluida la de Rochko; la medida, sin embargo, se retiró a las pocas horas.
Rochko nació en el seno de una familia ruso-judía, que se trasladó a Alemania cuando él tenía 11 años. Posee ambas nacionalidades; es trilingüe en ruso, alemán e inglés, y también habla español y francés, nivel básico.
Asistió a la escuela primaria de Jena (Turingia); en el instituto diseñó la revista escolar. Se graduó en Informática (con cursos de Filosofía) en la Universidad Friedrich Schiller de Jena, de carácter público y una de las 10 más antiguas de Alemania, y en la que también estudiaron Karl Marx o el matemático Gottfried Leibniz. Rochko hizo cursos en inteligencia artificial, redes neuronales artificiales, gestión de proyectos y control de calidad de software, todos en la Universidad de Jena.
Mastodon es su tercer proyecto personal. En 2012 creó Artists&Clients, una plataforma que conecta a los artistas con sus clientes potenciales, y que fue adquirida por MarketJS en 2014. Desde entonces desarrolla Voices, un reproductor de pódcast para Android. “Estaba descontento con las apps existentes, que no permitían guardar el punto en el que me había quedado escuchando, ni un buen lector de feeds [fuentes]”, explica en su perfil de LinkedIn.
Para ganarse la vida, mientras se ocupa de Mastodon y Voices, hace encargos de software para empresas. En 2012 desarrolló para Biqforge “una aplicación de Spotify (cuando todavía existían) que permitía a los usuarios escuchar canciones y responder a preguntas sobre ellas”, para ganar puntos y competir con otros jugadores.
Otras compañías para las que desarrolló distintos proyectos informáticos son Silvercurve (“una interfaz de usuario interactiva para una API existente que gestionaba licencias de aparatos para la empresa”), CloudGear (“mantenimiento y desarrollo de varias aplicaciones”) o la consultora de compras y ventas y recursos humanos Axxur, con sede en Jena (“plataformas de software como servicio”), así como Pongathon, empresa que organiza eventos en torno al tenis de mesa.
Para el estudio creativo Original Content London, entre 2013 y 2016 creó Newspeak House, una red social basada en suscripciones creada para fomentar el debate y la creatividad tecnológica, y un espíritu rompedor frente al sistema político y mediático británico: se encargó de la integración con la pasarela de pago Stripe y con las interfaces de programación de aplicaciones (API) de Twitter y Facebook, entre otras tareas.
Mastodon
Rochko era fan de Twitter en sus inicios, cuando permitía a desarrolladores externos trabajar sobre la plataforma. A principios de 2016, mientras estudiaba (que a veces usa el alias Gargron), comenzó a crear el software Mastodon (igual que la banda de heavy metal y el animal prehistórico mastodonte). Le motivó precisamente que Peter Thiel, cofundador de PayPal junto a Elon Musk, y cercano a Donald Trump, estaba valorando adquirir Twitter. Rochko pensaba que era crucial que un “servicio público de facto que no es público” no estuviera controlado por una empresa de EE UU.
Lanzó la red en versión beta ese mismo 2016, y publicó el software al terminar la carrera. Se financió mediante una colecta (crowdfunding) a través de Patreon y OpenCollective, más una subvención de desarrollo de código abierto de Samsung, así como una pequeña subvención de la Comisión Europea. En 2019-22 fue consultor del proyecto de investigación europeo Eunomia, financiado por el programa H2020, sobre redes sociales descentralizadas y Mastodon, en concreto.
La red está constituida como entidad sin ánimo de lucro, y su diseño descentralizado permite que cada servidor o comunidad tenga sus propias reglas, aunque sus usuarios pueden relacionarse con otros servidores, o instancias, como se las denomina. Al modelo se le conoce como fediverso (universo federado). Eso sí, cada comunidad debe contar con un servidor propio, o pagar espacio en uno; asimismo, cada una se ocupa de moderar los contenidos de su instancia.
El reciente incremento de usuarios está obligando a Rochko a hacer horas extras. “Probablemente la gente quiera oír que ha sido estupendo, pero yo preferiría observarlo desde la barrera”, explicaba a Wired hace un mes. “Hay más trabajo, hay más incendios que apagar. Es increíblemente estresante. Trabajo 14 horas diarias, duermo muy poco y como muy poco”.
Rochko ha sido calificado de dictador benevolente de por vida (Benevolent Dictator for Life), un apelativo semihumorístico habitual en plataformas de código abierto dirigidas por un solo individuo. Él lo acepta, y considera que es más eficiente que gobernar mediante un comité. En eso sí se parece a Musk, que también parece tomar las decisiones sin consultar con nadie.
Parecidos y diferencias
El aspecto de Mastodon es muy similar al de Twitter, aunque hay algunas diferencias. Cada comentario, aquí llamado toot (pitido), puede alcanzar los 500 caracteres, casi el doble que un tuit.
El orden de los contenidos está poco manipulado, a diferencia de Twitter, que ordena y desordena los tuits para enganchar a los usuarios y provocar el conflicto entre ellos.