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Chief, el elitista club para ejecutivas, que tiene 60.000 mujeres en lista de espera

La start up, valorada en 1.100 millones de dólares, únicamente admite a candidatas que ya han alcanzado un nivel profesional elevado

Cuando Ashley Cordova fue ascendida a directora financiera de Novocure era la única mujer ejecutiva de nivel directivo. La experiencia fue solitaria. Sus colegas masculinos le apoyaban, pero tenían experiencias y retos laborales diferentes.

Pocas de sus amigas podían entender que dirigiera el departamento financiero de una empresa oncológica de 8.000 millones de dólares. Ahora, Córdova se reúne cada mes con un grupo de 10 mujeres que desempeñan funciones similares en distintos sectores y pueden discutir problemas comunes y estrategias de gestión. Las reuniones, que duran unos 90 minutos, son facilitadas por Chief, una start up que ha desarrollado una especie de club privado para mujeres ejecutivas. “Buscaba un grupo de colegas, mujeres en las que confiar”, dice Córdova, que se hizo socia hace dos años. “Lo que necesitaba era un grupo de iguales”.

Lanzada en 2019, Chief cuenta con 20.000 socias y una lista de espera de 60.000 nombres. La start up se convirtió en un unicornio en marzo, cuando su valoración alcanzó los 1.100 millones de dólares. Además, atrajo la atención de inversores destacados como General Catalyst y CapitalG, y organiza conferencias con líderes como Martha Stewart, Amal Clooney y Diane von Furstenberg.

Las redes profesionales exclusivamente femeninas se remontan a décadas atrás. Algunas han tenido más éxito que otras. Ejemplos son los encuentros Lean In, encabezados por Sheryl Sandberg, de Facebook, y el desaparecido espacio de coworking the Wing- han. Otros siguen existiendo, como los grupos neoyorquinos de Nueva York, Luminary Legacy LLC y Ellevate Network. En el caso de Chief, solo las mujeres que ya han alcanzado un nivel elevado pueden unirse. A cada nueva asociada se le asigna un grupo de otras ejecutivas con niveles similares de experiencia. Pueden cambiar de grupo si consiguen un ascenso. No se trata de una tutoría, según las cofundadoras de Chief, Carolyn Childers y Lindsay Kaplan; se trata de crear una vía para que los miembros obtengan ayuda práctica y asesoramiento.

“El sistema es lento, y lo es a propósito”, dice Kaplan. “Tenemos que asegurarnos de que las personas que logran abrirse paso reciben apoyo cuando lo consiguen”.

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Chief empezó a funcionar en un club en el barrio neoyorquino de Tribeca. Rápidamente, la lista de espera ascendió a 1.000 personas, según sus fundadoras. Durante el año siguiente, añadieron cuatro ciudades más. Entonces llegó la pandemia. Los cierres por Covid-19 causaron estragos en el mundo del coworking. Espacios centrados en la mujer como el Riveter y el Ala cerraron. Pero Chief se aferró a sus espacios físicos, que concibió no como oficinas. Al mismo tiempo, apostó fuerte por la oferta digital, con reuniones y seminarios virtuales. El resultado fue liberador, aseguran las fundadoras.

La principal oferta de Chief son sus grupos de 10 personas, llamadas “Core”. Cordova considera a los miembros de su grupo Core como amigos, y se esfuerza por dedicar tiempo a su llamada cada mes desde Suiza. En una reunión reciente, el grupo aconsejó a una socia que buscaba un ascenso y un aumento de sueldo. Cada mujer ofreció consejos basados en sus experiencias intentando entrar en sus respectivos clubes. “Queremos ayudarnos mutuamente”, dice Jenna Freed, jefa de recursos humanos de Acres Capital LLC y parte del grupo de Cordova.

Redes de directivas para ayudar a avanzar en la carrera profesional

 

Elitismo. No todas las organizaciones siguen el modelo de Chief de reunirse en grupos reducidos y elitistas. De hecho, la mayoría de las redes de mujeres aspiran a una amplia inclusividad. “A muchas mujeres les cuesta llegar a la alta dirección, desviadas durante sus años de maternidad o se quedan estancadas en la escalera corporativa”, dice Cate Luzio, fundadora y directora ejecutiva de la plataforma de redes de mujeres Luminary.

Techo. “A las mujeres se las asciende por su rendimiento, y a los hombres por su potencial”, añade Luzio. “Se trata de una barrera a la que se enfrentan todas las mujeres en todos los sectores”. Luminary cuenta con 60 socios corporativos y unos 5.000 miembros entre los que hay mujeres en todas las etapas de sus carreras, e incluso algunos hombres.

Colaboración. “Nuestra misión es hacer avanzar a las mujeres en el mundo laboral, pero no podemos hacerlo sin los hombres”, afirma.

Nueva sede. Como parte de la expansión de Chief, en enero, la start up inaugurará su primer sede internacional, en Londres..

 

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