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CAF, Talgo, Alstom y Stadler, pendientes del pedido de trenes de Portugal por 820 millones

CP prevé adjudicar en febrero las 117 unidades regionales y de cercanías, y las fábricas españolas esperan carga de trabajo

Trenes de Comboios de Portugal en la estación de São Bento, en Oporto.
Trenes de Comboios de Portugal en la estación de São Bento, en Oporto.Getty Images
Javier Fernández Magariño

Los fabricantes españoles de trenes CAF y Talgo, y los gigantes con producción en este país, Alstom, Stadler y Siemens, esperan para primeros de 2023 la resolución de un pedido millonario en Portugal.

En juego están 117 trenes encargados por la pública Comboios de Portugal (CP), con un valor de partida de 819 millones de euros. Y a la vuelta de la esquina se prevé una segunda licitación para la compra de 12 trenes de alta velocidad valorados en unos 250 millones de euros. Las dos adquisiciones estaban contempladas en el Programa Nacional de Inversiones 2030, presentado medio año antes del estallido de la pandemia, pero solo la primera ha cristalizado por el momento en un concurso público.

El ganador del proceso en marcha debería fallarse en febrero, según el calendario que maneja el Ministerio luso de Infraestructuras. El paquete incluye 62 trenes para servicios urbanos y otros 55 para viajes regionales, todos ellos eléctricos. El pedido fue licitado hace justo un año y se trata de la mayor compra conjunta de material rodante realizada jamás en el país vecino, lo que atrajo el interés de gran parte de la industria.

Comboios de Portugal quiere tener la nueva flota en su integridad en 2029 y se reservará opciones sobre otras 36 unidades para sus cercanías. El primer tren debe llegar 40 meses después de la firma del contrato, entrando tres unidades mensuales a partir de ese primer hito.

Además de los fabricantes europeos, pugnan por el contrato la japonesa Hitachi y la china CRRC

El proceso va a dirimirse entre seis aspirantes: la vasca CAF; un consorcio formado por Siemens y Talgo; la francesa Alstom, se asegura en el sector que en alianza con la constructora local DST; la suiza Stadler, con idea de obtener carga de trabajo para la fábrica de Valencia; la subsidiaria italiana de Hitachi Rail, y la china CRRC Tangshan.

Además de modernizar los servicios de CP, el Gobierno portugués lanza inversión pública con la intención de revitalizar la adormecida industria ferroviaria local. Esta estrategia de dinamización coincide con el lanzamiento del Plan Ferroviario Nacional (PNF), que apuesta por la electrificación de la red, el desarrollo de la alta velocidad (el eje Atlántico debe estar prácticamente concluido en 2030) o por las conexiones con España, tanto para pasajeros como para mercancías.

Adaptables a la red

Uno de los requisitos que CP exigió a los fabricantes es un sistema lo más sencillo posible para el cambio de rodadura en previsión de que el ancho ibérico (1.668 milímetros) de la red vaya siendo sustituido por el ancho internacional (1.435 milímetros). El operador ha pedido trenes de piso bajo, conexión wifi y accesibles para personas con discapacidad.

El sector espera la licitación de 12 unidades para la alta velocidad por unos 350 millones

El presidente de Alstom para España y Portugal, Leopoldo Maestu, afirmó la semana pasada en un encuentro con medios celebrado en Madrid que su compañía está dispuesta a recuperar actividad en el país vecino si gana el concurso: “Nos hemos ofrecido a abrir una planta en Portugal, de la que no puedo desvelar la ubicación porque es uno de los puntos de la oferta. Apreciamos el impulso que se está dando al ferrocarril”. La compañía, con fábricas en Trápaga (Vizcaya) y Santa Perpetua de Mogoda (Barcelona), ha abierto recientemente oficina comercial en Oporto.

Portugal tuvo un fabricante público de trenes, Sorefame, con planta en la ciudad de Amadora (distrito de Lisboa), pero ésta cerró en 2004 estando ya en manos de Bombardier. La licitación en curso contempla la habilitación de un taller de mantenimiento preparado para grandes reparaciones.

Línea Lisboa-Oporto

El esperado concurso para el suministro de la docena de trenes de alta velocidad está pensado para que Comboios de Portugal disponga de flota cuando entre en operación la nueva línea entre Lisboa y Oporto. El arranque de las obras está previsto para 2024 y el final debería producirse en 2028.

El presupuesto de la infraestructura asciende a 4.500 millones de euros, a lo que sumarían otros 2.000 millones para la conexión entre Oporto y Vigo. La cuantía estimada para los 12 primeros trenes es de unos 350 millones. En el marco del pedido en ciernes, CP podría reservarse 14 opciones.

A la espera de buenas noticias de Portugal, gran parte de las fábricas españolas de trenes atienden una cartera de pedidos histórica. En ello ha incidido el plan de renovación de flota de Renfe, valorado en unos 4.600 millones. Entre las principales adjudicaciones de la pública entre 2020 y 2021 figuran la de 152 trenes de Cercanías a Alstom por 1.442 millones; el pedido de 59 unidades a Stadler, también para Cercanías, por 988 millones; 40 cabezas motrices encargadas a Talgo por 281 millones para crear nuevas composiciones de alta velocidad, y los 31 trenes de ancho métrico contratados a CAF por 258 millones, a los que se suman 28 trenes eléctricos de media distancia por 290 millones.

Planes para la industria y tirón del tráfico

Polo industrial. De forma paralela a la compra de trenes para reforzar los servicios de cercanías y regionales, Portugal trata de potenciar un parque industrial en Guifões, en la localidad de Matosinhos, para convertirlo en un clúster de producción, desarrollo, investigación, innovación y formación en el ámbito ferroviario. El ministro de Infraestructuras, Pedro Nuno Santos, lleva meses insistiendo en que el país no persigue un tren exclusivamente portugués, pero sí que la industria local se incorpore a la cadena productiva del sector ferroviario.

Recuperación del tráfico. Comboios de Portugal contabiliza 109 millones de viajeros al cierre del tercer trimestre, un 63% más que en el periodo comparable de 2021 y un 3% por encima del tráfico previo a la pandemia. El servicio más popular es el urbano de Lisboa, con 81 millones de usuarios hasta septiembre; el urbano de Oporto contabiliza 15 millones de pasajeros; el de Coimbra asciende a 648.000; los trenes Regionales han transportado a 8 millones de personas; el Intercidades alcanza los 2,8 millones, y el Alfa Pendular se acerca a los 1,4 millones de usuarios.

Sobre la firma

Javier Fernández Magariño
Es redactor de infraestructuras, construcción y transportes en Cinco Días, donde escribe desde junio de 2000. Ha pasado por las secciones de Especiales, Cinco Sentidos, 5D y Compañías siguiendo la información de diversos sectores empresariales. Antes fue locutor de informativos en la Cadena Cope, además de colaborar en distintos medios de Madrid.

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