La CNMC congela las tarifas de Aena para 2023 ante las dudas sobre la evolución del tráfico
El supervisor ajusta los costes imputables por el Covid, tumbando la petición de alza tarifaria del 0,69% realizada por el operador aeroportuario
Sigue sin ser un buen momento para subir tarifas aeroportuarias en la red de Aena. Pesa aún la incertidumbre sobre la recuperación del tráfico aéreo generada por la inflación y los derroteros que pueda tomar el conflicto bélico en Ucrania, y la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), según fuentes cercanas a las negociaciones entre el gestor de la red y el sector aéreo, ha hecho encajes para que los precios de 2023 incluyan una variación nula. La evolución del 0%, frente a las siete décimas de incremento que pedía Aena, se hará pública de forma inminente y se ha cuadrado, entre otras cosas, reduciendo los costes en los que ha incurrido la compañía pública por el Covid y que son imputables al marco tarifario del próximo ejercicio.
El órgano supervisor recoge, de este modo, parte del argumentario de las aerolíneas en detrimento de lo que venía defendiendo Aena. Esta última pedía un alza tarifaria del 0,69% (aprobada por su consejo el 26 de julio) incluyendo los costes para contener el coronavirus en las terminales (refuerzos al servicio de Sanidad Exterior, señalización e instalación de mamparas, adaptación de cuartos de baño, etcétera) entre octubre de 2021 y marzo de 2022. Las compañías aéreas, por su parte, veían de justicia que las tarifas de 2023 bajaran y solo recogieran los costes Covid del último trimestre de 2021 (32,5 millones). Y ha sido por esta disensión por lo que la CNMC ha dictaminado que solo se podrán trasladar costes Covid mientras su efecto no derive en subida tarifaria.
Así, Aena ha visto recogidos 45 millones de los algo más de 62 millones en los costes acarreados en el citado periodo y que le fueron impuestos por Ley. Los 16 millones restantes, en esta especie de decisión salomónica, quedan en una cuenta que Aena tendrá derecho a recuperar vía tarifas en próximos ejercicios con un interés del 6%. Ryanair, por ejemplo, había recurrido cualquier imputación de costes Covid y, más aún, la capitalización de los mismos con el citado 6%.
El operador ve reconocidos 45 millones de una factura de 62 millones de euros por el coronavirus
Es la Ley 2/2021 la que permite que Aena recupere su esfuerzo inversor para frenar la pandemia a través de las tarifas, si es que el Estado no decidía subvencionarlo, y que lo haga con la debida capitalización. Pero la norma no establece calendario alguno, siendo la CNMC quien debe dictar cuándo se imputa el coste. El objetivo es que impacte lo menos posible en la senda tarifaria.
Los 45 millones de euros que Aena llevará a las tarifas de 2023 por costes Covid, divididos ente los 249 millones de viajeros estimados, dejan un sumatorio en la tarifa de 0,18 euros por viajero, con lo que las aerolíneas pagarán seis céntimos menos por viajero de lo que pretendía el gestor aeroportuario. El ingreso máximo anual por pasajero ajustado (IMAAJ) al que podrá aspirar Aena será de 9,95 euros, el mismo de este 2022. Con ello, la CNMC consigue preservar el espíritu de la Ley 18/2014, que en su disposición transitoria sexta fijaba un periodo transitorio entre 2015 y 2025 en el que la subida máxima del IMAAJ de Aena debía ser del 0% antes de variaciones de costes justificadas cada año.
Respecto al comportamiento del tráfico el próximo año, las propias aerolíneas,a sí como Aena, reconocen que la visibilidad es muy escasa. Pese a cierto optimismo en el sector por el cierre de un buen verano, lo cierto es que los viajeros cierran sus reservas con mínima anticipación. De momento, las compañías mejoran con sus reservas de capacidad en un 5% los registros del invierno de 2019 a 2020. La propia Asociación de Líneas Aéreas ha demandado cautela a la vista de que la recuperación no está, ni mucho menos, conquistada.
Otras rebajas
La CNMC también rebaja un punto y medio el cálculo del índice de variación de precios
Las nuevas tarifas que entrarán en vigor el 1 de marzo salen de varios turnos de consultas entre Aena y las principales asociaciones de aerolíneas, como ALA e Iata, además de varias compañías a título individual. Durante el tira y afloja también hubo diferencias sobre la imputación de parámetros de calidad (parámetro B de la tarifa medido por la Agencia Estatal de Seguridad Aérea) alcanzados en 2021. El caso es que el tráfico estaba muy por debajo aún del que Aena atendía antes de la pandemia. Iata demandó que las tarifas de 2023 quedaran exentas del incentivo para Aena que marca el parámetro B en lo que tocaba al periodo enero-noviembre de 2021, lo que habría resultado una rebaja del 0,9% en las tarifas. Y Aena se defendió asegurando que el haber mantenido la calidad del servicio en 2021 ha facilitado una rápida adaptación de las infraestructuras a la explosión del tráfico en 2022.
En cuanto al índice de variación de precios (índice P) fue rebajado del 2,21% que Aena puso sobre la mesa (por costes extra en energía, servicios operativos o limpieza, entre otras partidas) a un 0,72%, lo que también jugó en contra de los ingresos regulados de Aena.
Un importe extra en la tarifa
Ajustes. El segundo Documento de Regulación Aeroportuaria (DORA 2) marca un ingreso máximo anual por pasajero (IMAP) para 2022-2026, que ha de asegurar que Aena recupera sus costes por prestaciones patrimoniales públicas. A lo largo del quinquenio, el IMAP es de 9,89 euros por viajero. Sobre esa cifra se actualizan costes fuera del control de Aena; se realiza un ajuste en función del grado de cumplimiento de inversiones y niveles de calidad en el servicio, y se ajusta el tráfico estimado. El resultado es el ingreso máximo anual por pasajero ajustado (IMAAJ) que, desde marzo de 2021, incluye una partida extraordinaria por los costes del Covid-19.
Impacto. Las aerolíneas cargan con la factura que paga Aena por las medidas anti Covid en las terminales. ALA ha demandado que sea el Gobierno quien corra con los costes sanitarios, máxime cuando el sector aéreo quedó fuera de los planes de choque contra la crisis generada por la invasión rusa de Ucrania. Las actuales tarifas incluyen 138 millones de 2020 y los nueve primeros meses de 2021. Esa cifra supuso un alza de 0,8 euros en el IMAAJ, hasta los 9,95 euros por viajero. Las tarifas de 2022 bajaron un 3,17%, pero el sector aéreo se queja de que habrían caído un 10,99% sin costes Covid.