Los despidos en las 'big tech' son una ficción distópica en el mercado laboral
El sector vive la mayor ola de recortes de personal en EEUU desde 2020. Pero el control de la inflación puede evitar que el problema se generalice
Dos despidos en los gigantes tecnológicos Twitter, Amazon.com y Meta Platforms suponen los primeros recortes de empleo a gran escala desde comienzos de 2020. Tras años de caída del paro en Estados Unidos, es como si Silicon Valley presagiase el comienzo de un futuro distópico para los trabajadores. Sin embargo, es bastante probable que lo ocurrido en Silicon Valley no vaya a extenderse al resto de la economía.
Las empresas tecnológicas contrataban con alegría hace un par de años. Tras la pandemia en 2020, el empleo en lo que las estadísticas del Gobierno llaman el sector de la “otra información” tardó cuatro meses en volver al nivel anterior a la Covid. En comparación, el empleo general tardó 29 meses en recuperarse.
Silicon Valley se adelanta a la curva también en los despidos. La subida de los tipos de interés encarece el capital, y eso obliga a las empresas a recortar el gasto en proyectos futuros. Esto resulta especialmente gravoso para las empresas tecnológicas, que dependen en gran medida de la innovación para impulsar el crecimiento. Elon Musk ha reducido a la mitad la plantilla de Twitter este noviembre para contener los costes. Desde entonces, el empleo se ha reducido aún más, ya que los empleados descontentos han renunciado.
En otros sitios, las empresas siguen contratando. En septiembre había aproximadamente dos ofertas de empleo por cada trabajador. A 10 de noviembre, las ofertas de empleo en restaurantes estaban un 38% por encima de los niveles anteriores a la crisis, según Indeed. En otras áreas de la hostelería y el turismo, las ofertas están un 15% por encima de los niveles previos.
¿Podrían contagiarse las aflicciones de Silicon Valley? Eso dependerá de la Reserva Federal, que tiene el mandato de bajar la inflación subyacente desde una tasa interanual del 6,3%, excluyendo los alimentos frescos y la energía, hasta el objetivo del 2%. Las autoridades advirtieron en septiembre de que ese esfuerzo probablemente conllevaría despidos y menor contratación. La Reserva pronostica que el desempleo alcanzará el 4,4% en 2024, lo que arroja una cifra de 1,2 millones de personas que se quedarán sin trabajo.
Aun así, parece que la inflación tocó techo en junio. Uno de los gobernadores de la Reserva, Christopher Waller, indicó el miércoles que ese balance podría ser evitable. Esto da pie a la esperanza de que lo que se nos viene encima no es ni siquiera una recesión para los trabajadores cualificados, sino un ajuste específico del sector tecnológico. Esto no es un gran consuelo para los trabajadores que devuelven sus tarjetas de acceso, pero da a entender que la modesta eliminación selectiva de Silicon Valley podría ser lo peor que se puede esperar.