Las tecnológicas no pueden dar el hachazo por igual
Pero deben tener cuidado de no disparar en exceso, sobre todo Meta
Las big tech están acostumbrados a ejercer poder e influencia. Ahora llega el hacha. Se han dado cuenta de que el tamaño de sus plantillas ha crecido demasiado. Pero deben tener cuidado de no disparar en exceso.
Meta recortará 11.000 empleos, el 13% de su plantilla. Elon Musk achaca a una caída masiva de los ingresos de Twitter la decisión de eliminar a la mitad de sus 7.500 empleados. Snap planea recortar el 20% de su plantilla tras unos resultados decepcionantes. Alphabet estudia recortar las nóminas. Incluso Amazon, que capeó la crisis de las puntocom y la gran recesión, está dejando de contratar.
Una forma sencilla de medir la productividad es calcular los ingresos por empleado. Meta elevó sus ingresos un 37% en 2021 respecto a 2020, hasta 118.000 millones de dólares, aunque su plantilla creció casi un cuarto, hasta casi 72.000 empleados. Cada uno de esos empleados aportó 1,6 millones en ingresos, la cifra más alta en un lustro. Twitter alcanzó su cenit en 2018. Pero incluso entonces, cada empleado suponía 776.000 dólares, muy por debajo del nivel de Meta en 2021.
Así que Twitter puede permitirse perder muchos más trabajadores. Pero hay riesgos asociados a reducir plantilla: menos gente implica falta de nuevos productos. Para las tecnológicas, es especialmente problemático. A diferencia de las utilities, su savia es la innovación.
Estas tecnológicas, aunque establecidas, tampoco han pasado por una crisis. Pero otros sectores sirven de advertencia. Por ejemplo, las aerolíneas, que recortaron 90.000 puestos en 2020, a niveles que no se veían desde los ochenta. Y se vieron sorprendidas cuando los viajes se recuperaron. La banca de inversión es famosa por sus despiadadas prácticas de despido, y por sobrepagar a los júnior cuando el mercado se da la vuelta.
La publicidad se recuperará y los gigantes quieren estar preparados. Zuckerberg, si despide demasiado rápido, podría perder la ventaja en la eficiencia laboral. Incluso Musk se apresuró tanto a recortar personal que los directivos tuvieron que pedir a decenas que volvieran.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías