Iberdrola: de ocupar al séptimo puesto a pelear con Inditex por el liderazgo del Ibex
La compañía capitaliza 62.743 millones
En los 22 años como ejecutivo del grupo, la acción de Iberdrola ha experimentado un crecimiento en consonancia con la expansión de la compañía. La empresa ha pasado de capitalizar 13.300 millones de euros en 2001, año en el que Ignacio Sánchez Galán fue designado vicepresidente ejecutivo y consejero delegado e Iberdrola, a mantener un pulso con Inditex por hacerse con la corona de empresa más valiosa. Aunque en la actualidad la capitalización de la eléctrica alcanza los 62.743 millones y se sitúa por debajo de los 73.548 millones que vale el grupo textil, durante los meses de marzo a mayo la eléctrica mantuvo el liderazgo.
En los últimos 22 años además de Iberdrola e Inditex, otras dos compañías, Telefónica y Santander, también han ocupado este puesto. Entre el año 2000 y el 2005, la operadora fue la empresa más valiosa, puesto que volvió a ostentar entre 2007 y 2009. La entidad que preside Ana Botín encabezó el ranking entre 2014 y 2015.
Aunque en lo que va de año las acciones de Iberdrola ceden un 1%, es innegable la progresión que han experimentado sus acciones en las dos últimas décadas. Los títulos de la compañía han pasado de los 1,37 euros que registraba en 2001 a los 9,86 euros actuales. Es decir, se han multiplicado por siete. El reto está ahora en retornar a los 11,5 euros que marcó en enero de 2021, su máximo hasta la fecha. Según el consenso de Bloomberg pronto podría volver a hacerlo. Los expertos fijan como precio objetivo para los próximos 12 meses los 11,69 euros. Es decir, desde los precios actuales le otorgan un margen de revalorización del 18,6%. La confianza en el futuro de la compañía se refleja también en las recomendaciones. El 67.7% de las firmas que siguen al valor (21) aconseja comprar, frente al 32,3% (10) que recomienda mantener. La compañía engrosa la lista de valores del Ibex 35 que carecen de consejos de venta.
Además de la revalorización que han experimentado las acciones en los últimos 22 años, los inversores que hayan apostado por la compañía han podido sacar partido de la política de retribución al accionista. La compañía ha conseguido capear las crisis sin perder el dividendo. Iberdrola ha seguido premiado la fidelidad del accionista con la entrega de un dividendo a cuenta y otro complementario para mantenerse fiel a su principio de repartir entre el 65%-75% del beneficio neto entre los accionistas.
Como muchas otras cotizadas, la eléctrica ha echado mano del scrip dividend, una estrategia que fue introducida por Santander y a la que pronto se sumaron muchas otras cotizadas porque permitían seguir premiando la fidelidad del accionista a la vez que limitaba la salida de dinero. En 2010 Iberdrola puso en marcha el programa "Iberdrola Dividendo Flexible", que fue sustituido en 2018 por el sistema "Iberdrola Retribución Flexible". Como en todo scrip dividend, el accionista dispone de tres opciones. La elección de una u otra responderá a los objetivos de cada inversor. Algunos pueden estar interesados en incrementar su participación en el banco, mientras que otros quizás prefieran recibir del dinero en efectivo.