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Inestabilidad

Las salidas a Bolsa en Wall Street se desploman a niveles de 2016

Las OPV en EE UU captan 20.000 millones, un 94% menos que en 2021

Los debuts bursátiles en EE UU, en mínimos de seis años
Infografía: Belén Trincado
Gema Escribano

Unas valoraciones bajas, la inestabilidad económica y una elevada volatilidad son los ingredientes perfectos para poner coto a la frenética actividad que vivió el mercado de capitales en ejercicios pasados. A la caída de las emisiones de deuda a medida que los bancos centrales han ido acelerando las subidas de tipos se suma el desplome del número de salidas a Bolsa. Según datos de Dealogic, en lo que va de 2022 el mercado global ha registrado 1.122 operaciones en las que se han levantado 137.977 millones de dólares (unos 141.574,45 millones de euros). Respecto a los 604.459 millones de dólares (620.677,34 millones de euros) captados en el conjunto de 2021, el volumen se hunde un 77%.

Aunque la caída es generalizada, donde mejor se aprecia esta tendencia es en EE UU. En lo que va 2022, Wall Street ha dado la bienvenida a 156 debutantes que con su puesta de largo han logrado levantar de 19.510 millones de dólares (20.050 millones de euros) de financiación. Este volumen se sitúa un 94% por debajo de los 314.639,48 millones de dólares (323.356 millones de euros) logrados en 2021. Además de la caída, la cuantía captada este año es los más baja desde septiembre de 2016. Hace seis años, el volumen logrado con las salidas a Bolsa alcanzó los 14.986 millones de dólares (15.398,51 millones de euros).

Mantener la actividad de 2021, un año récord, era complicado. Hace 12 meses el exceso de liquidez que imperaba en el mercado y las exiguas rentabilidades que ofrecía la deuda hacían de la renta variable la única alternativa. Después del varapalo experimentado en el año de la pandemia, el levantamiento de las restricciones a medida que avanzaba el proceso de inmunización sirvió de impulso a las Bolsas. Wall Street supo sacar partido de este fenómeno y en la recta final de 2021 los tres índices de referencia de la Bolsa estadounidense revalidaban día a día los máximos.

Este optimismo contrasta con el escenario actual. En lo que va de 2022 el S&P 500 retrocede un 24,3% y en las últimas semanas el Nasdaq y el S&P 500 han entrado en fase bajista. Es decir, caen más de un 20% desde los últimos máximos. La inestabilidad que vive el mercado es una reacción lógica en un contexto marcado por la retirada de liquidez y por la subida de tipos. Las empresas aceleran la reducción de la deuda y esos procesos suelen provocar accidentes como el revuelo que vivieron en días pasados los fondos de pensiones británicos, un shock que llevó al Banco de Inglaterra a elevar las compras de deuda pública para evitar su quiebra. “Mientras los mercados estén pendientes de esos accidentes es complicado que los agentes que operan en él alcancen un consenso que lleve a cierta estabilidad y a una reducción de la volatilidad imprescindible para el funcionamiento del mercado primario”, señalan fuentes del mercado.

Además de la política monetaria los inversores viven pendientes de las tensiones geopolíticas. La crisis energética derivada del conflicto en Ucrania y la amenaza de que la inflación alta se prolongue en el tiempo y termine por enquistarse se convierten en las principales amenazas para las economías. La desaceleración de los indicadores macroeconómicos alimenta los temores de recesión, lo que dificulta que los inversores se centren en el análisis de los fundamentales de las compañías que pretenden dar su salto a la Bolsa. Ante una menor visibilidad, los emisores deciden dar marcha atrás y posponen sus estrenos, un proceso que en los últimos meses se ha visto encarecido por las subidas de tipos. Un buen ejemplo de este fenómeno lo representa Ibercaja, que ha pospuesto su salto al parqué para 2023 a la espera de una mejora de las condiciones financieras.

Con la vista puesta en los próximos meses, los expertos se muestran esperanzado. “Siempre hay y habrá sectores y compañías interesantes y atractivas a un precio razonable en casi cualquier entorno”, señalan. A pesar de este optimismo, la idea de repetir un fenómeno de efervescencia similar al vivido con las special purpose acquisition companies (SPAC) y las tecnológicas es visto como algo imposible. El vehículo de inversión de moda en EE UU ha empezado a dar señales de agotamiento. En los seis primeros meses de 2022 se han cancelado una treintena de fusiones de empresas con SPAC. “Lo normal es que sean otros sectores los que reabran el mercado de salidas a Bolsa. Probablemente sean compañías que puedan crecer y mantener sus márgenes a pesar del relativo proceso de desglobalización, de un entorno de mayor inflación y de costes de financiación más elevados”, destacan.

Sobre la firma

Gema Escribano
Periodista económica, con 13 años de experiencia como redactora. Formó parte de la web de Cinco Días desde 2010 hasta 2017 cuando pasó a integrar la sección de Mercados. Especializada en información bursátil y mercado de deuda. Estudió periodismo en Universidad Carlos III.

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