Las ALSP afianzan en España una forma diferente de ejercer la abogacía
Pese al escepticismo inicial, existe una demanda creciente de sus servicios. Sus tarifas son más bajas que las de los bufetes
El hecho de pensar fuera de lo normal, de manera no convencional o, como dicen los británicos, thinking outside the box, puede reflejar el carácter de las ALSP, los proveedores alternativos de servicios legales (del inglés alternative legal service provider). En un sector tradicionalmente poco tendente a los cambios como el de la abogacía, estas firmas tratan de optimizar costes y resultados mediante el uso de la tecnología.
Frente a los despachos tradicionales, cimentados sobre estructuras organizativas de tipo piramidal y tarifas horarias, las ALSP se basan en formas de trabajar diferentes, que pueden ir desde la externalización de todas las tareas que implica el día a día de una asesoría jurídica de empresa a poner a disposición del cliente el talento de un grupo de abogados para un proyecto temporal.
“Cada ALSP tiene un posicionamiento muy distinto y una tipología de clientes, servicios y abogados en segmentos de mercado muy variados”, explican Rosa Espín y Manuel Deó, co-CEO de Ambar Partners, una ALSP nacida en 2020. Los “dos paradigmas fundamentales” que diferencian este tipo de operadores de los grandes bufetes es que son “abiertos”, basados en la “creación de dream teams (equipos perfectos) para cada asunto”, y que tienen “una estructura híbrida”, de forma que los problemas no se solucionan exclusivamente con abogados, también con otros profesionales, como consultores o tecnólogos, y con la inclusión de soluciones de software cuando proceden, añade Javier Fernández-Samaniego, socio director de Samaniego Law, una ALSP fundada en 2016.
Aunque desde hace unos años tratan de dejar su impronta en el mercado legal español, todavía no han alcanzado el nivel de madurez del que gozan en otros países, como Estados Unidos o Reino Unido, donde nacieron hace más de 15 años. Este recorrido más largo, “sumado a las reticencias propias de un sector tradicionalmente estático, quizá explique que esta tendencia haya tardado más en implantarse en España”, apuntan Irma Cebrián y Silvia Perea, socias directoras de Abroading, una ALSP nacida en 2011. “Cuando empezamos, tuvimos que hacer una labor de evangelización para dar a conocer las ventajas del modelo y su carácter complementario al del gran despacho”, añade Laia Moncosí, CEO de Lawyers for Projects, una ALSP creada en 2017. No obstante, “hoy en día podemos decir que gran parte de las asesorías jurídicas de empresa en España lo comprenden y existe una creciente demanda por su parte de las soluciones flexibles, cercanas y eficientes que ofrecemos”.
De hecho, el directorio británico Chambers & Partners ha incluido por segundo año consecutivo una categoría especial dirigida a las ALSP de nuestro país, lo que da muestra de que este modelo “está siendo bien acogido en España”, señala Lorena Salamanca, CEO de Afiens, una ALSP constituida en 2012. Y aunque el frenazo al que se asoma la economía española, motivado por la guerra en Ucrania y la consecuente crisis en el mercado energético, “impactará inevitablemente” en estos operadores, “no será dramático porque nuestro modelo ofrece tarifas más bajas que las que presentan las firmas tradicionales. Esto implica que, en un entorno de recesión, el cliente deberá recortar presupuesto y habrá más cabida para las ALSP”, considera Natalia Martos, CEO de Legal Army, una ALSP nacida en 2018.
Irma cebrián y silvia perea, SOCIAS directoraS de abroading
Abroading nació en 2011 como proveedor de servicios de soporte en procesos legales para departamentos jurídicos de empresa y despachos de abogados, lo que se conoce como legal managed services. Desde entonces, ha trabajado para “multinacionales, empresas del Ibex o instituciones médicas y financieras”, explican Irma Cebrián y Silvia Perea, sus socias directoras. “Ayudamos a nuestros clientes a ganar eficiencia y, para ello, les apoyamos en todas las tareas de su día a día, como en la gestión contractual, ejecución de planes de compliance o apoyo en la documentación procesal”. Este año, Chambers & Partners ha destacado a Abroading en banda 1, la máxima distinción, y el directorio la reseñó el año pasado (cuando aún no hacía divisiones entre bandas) como una de las ALSP más prestigiosas del mercado nacional. “Este reconocimiento es una muestra de la satisfacción de nuestros clientes”, presumen.
LORENA SALAMANCA, ceo de afiens
Afiens Legal se fundó en el año 2012 y desde entonces se ha convertido en una de las firmas de referencia en España en materia de externalización de servicios legales, lo que se conoce como legal process outsourcers (LPO). En concreto, brinda “apoyo tanto a despachos de abogados nacionales e internacionales como a departamentos jurídicos internos en aquellas tareas legales y paralegales que, por su naturaleza, no requieren de una alta especialización en materia jurídica, pero que son necesarias para llevar a cabo un proyecto legal”, explica Lorena Salamanca, su CEO. “Nuestro core business se centra en la llevanza de secretarías societarias”. Este año, Afiens, junto a Abroading, también lidera el ranking de proveedores de servicios legales alternativos en España de Chambers y el año pasado fue igualmente destacada. “Para nosotros es uno de los mayores logros que cualquier firma puede obtener”.
Rosa Espín y Manuel Deó, co-ceo de ambar partners
Ambar Partners aterrizó en España en el año 2020 de la mano de Axiom, una compañía internacional pionera en hacer un uso intensivo de la tecnología para ofrecer asesoramiento jurídico. Su objetivo era “prestar servicios legales de altísima calidad y de gran especialización”, comentan Rosa Espín y Manuel Deó, sus responsables. Los servicios de la ALSP están orientados a las asesorías jurídicas “de multinacionales, Fortune 500 y más de la mitad de las empresas del Ibex”. “Los clientes obtienen la misma calidad de talento y servicio que reciben de los grandes bufetes, pero a una fracción del coste”, manifiestan. Reconocida como única firma no anglosajona en el ranking global de Chambers & Partners, junto a Herbert Smith Freehills, PwC, LLP y KPMG, sus co-CEO dicen que están “muy contentos de representar a España” en la clasificación global.
NATALIA MARTOS, CEO DE LEGAL ARMY
Legal Army surgió en 2018 como alternativa a los bufetes tradicionales para cubrir dos necesidades del mercado legal. Por una parte, “la existencia de tarifas justas y transparentes a precio cerrado para que los clientes pudieran controlar sus presupuestos y, por otra, como un tipo de firma alineada con el negocio y la tecnología de sus clientes, donde los abogados son capaces de generar soluciones y anticipar riesgos, hablando el mismo idioma que un técnico o un desarrollador”, explica Natalia Martos, su CEO y fundadora. Actualmente, ofrece la externalización de la función jurídica de sus clientes o el apoyo en sus picos de trabajo, convirtiéndose en su departamento legal. Este año, Chambers la ha destacado en banda 2 y el año pasado también la incluyó en su ranking de mejores ALSP de España. “No podemos estar más orgullosos”.
LAIA MONCOSÍ, CEO DE Lawyers for Projects
Lawyers for Projects se fundó en 2017. Desde entonces, su propuesta de valor se ha centrado en la prestación de servicios legales y fiscales “flexibles”. Para ello, cuenta con “más de cien abogados y asesores” que trabajan por proyectos. “Tienen una experiencia mínima de cinco años (una media de 15) en firmas de reconocido prestigio o en asesorías jurídicas de grandes empresas”, cuenta Laia Moncosí, su CEO. También se basa en metodologías de project management, es decir, convierte los asuntos en proyectos para acotar escenarios, definir objetivos, establecer actuaciones e hitos con el fin de maximizar la eficiencia y aportar la máxima transparencia al cliente. Todo ello a través del uso de la tecnología. Esta ALSP también ha sido distinguida por Chambers como una de las mejores en España en 2021 y 2022, este año en banda 2, lo que supone “un gran reconocimiento”.
JAVIER FERNÁNDEZ-SAMANIEGO, SOCIO DIRECTOR DE SAMANIEGO LAW
Samaniego Law es una ALSP nacida en 2016 que se centra en dos segmentos de actividad: el de la consultoría estratégica y tecnológica a general counsels y el de los abogados por proyectos. “Cuando trabajamos con otros despachos lo hacemos integrando su expertise en nuestros proyectos o siendo nosotros los que les subcontratamos y no al revés”, aclara Javier Fernández-Samaniego, su socio director. Actualmente, “los despachos tradicionales están pasando del escepticismo a darse cuenta de que determinadas ALSP son complementarias con ellos y a crear, incluso, sus propias divisiones de ALSP”, apunta. Especializada en resolución de conflictos y derecho tecnológico, la firma también ha sido reconocida por Chambers los dos últimos años, este en banda 2. “Es una gran satisfacción que esta idea loca se haya consolidado”, afirma orgulloso.
Debate sobre las ALSP
Este año, en el evento Legal Forum Management, que se celebra los próximos 18 y 19 de octubre, se abordará la situación de las ALSP con Craig Chaplin, director comercial de Mindcrest; Trystan Richards, jefe de proyectos de Konexo (Eversheds Sutherland); y Mercedes Carmona, responsable legal en Iberia de Becton Dickinson.