La inversión en infraestructuras sigue enfocada en el tren y se lleva un alza del 7,2%, hasta los 11.793 millones
Destaca el tirón de la inversión a través del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia
La política de inversión en infraestructuras contemplada en el proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2023 es absolutamente continuista: gran atención al ferrocarril y apuesta por la conservación de carreteras por encima de la construcción de nuevos kilómetros. La cifra de inversión sube a 11.793 millones, un 7,2% por encima de los 10.996 millones previstos en las cuentas de este 2022.
Baja ligeramente la partida destinada a carreteras, hasta los 2.291 millones, con atención a la ampliación de la capacidad de las autovías y mejora de la seguridad vial, mientras que el ferrocarril sigue mereciendo la mayor atención: la inversión contemplada es de 5.408 millones para 2023, desde los 5.442 millones de 2022.
Los PGE vuelven a contemplar más inversión en la red ferroviaria convencional, con 2.807 millones, que en la de alta velocidad, que asciende a 2.514 millones. Adif Alta Velocidad seguirá trabajando en el desarrollo de los corredores Norte-Noroeste, Mediterráneo, Andalucía, Extremadura y Mediterráneo-Cantábrico. Ya en la red convencional, el Gobierno tiene como gúia el Plan de Cercanías por el que Adif y Renfe acometerán mejoras en la infraestructura viaria y estaciones con la accesibiidad, nuevos sistemas de pago y supresión de pasos a nivel entre las prioridades.
El capítulo de carreteras (2.291 millones), por su parte, destina justo la mitad de la inversión, 1.150 millones, a la conservación de la red y acondicionamiento de las autovías de primera generación.
En el caso de los puertos, se refuerza la apuesta por la conectividad ferroviaria y la sostenibilidad ambiental. Puertos del Estado tiene previsto invertir 1.063 millones.
El tirón esencial en materia de infraestructuras llega por la inversión prevista a través del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR), que salta a 726 millones desde los 217 de las cuentas vigentes. Al margen de estas cifras, el capítulo 7 “Transferencias de capital” recoge la financiación de convenios de colaboración con Comunidades Autónomas para la ejecución de obras de infraestructuras por 2.235 millones de euros, de los que 1.015 millones de euros corresponden al MRR.
Con ello, se apunta en los PGE, los créditos totales asignados a la política de Infraestructuras y Ecosistemas Resilientes, descontado el MRR, ascienden a 8.116 millones de euros. Una cifra que implica un incremento del 15,3% respecto al actual ejercicio.
De los 11.793 millones de inversiones totales en infraestructuras, el Ministerio de Transportes dispondrá de 7.791 millones y Transición Ecológica cuenta con 4.800 millones de euros. La suma de estas dos últimas cifras resulta en realidad 12.562 millones de euros, que tienen en cuenta los 769 millones de la partida de inversión de Renfe Operadora que el Gobierno separa de la política de infraestructuras.
Agua y gestión del tráfico aéreo
Las infraestructuras del agua merecen una inversión de 1.114 millones, cifra que vuela sobre los 995 millones actuales, y que va a incidir en “aumentar la seguridad hídrica y promover un uso más eficiente de los recursos, así como medidas destinadas a la adaptación al cambio climático, incorporando a la gestión del agua los Objetivos de Desarrollo Sostenible”, se puede leer en el proyecto de Presupuestos. Entre los objetivos figura la mejora del estado de la depuración de las aguas residuales, donde la Unión Europea está demandando mucho más esfuerzo a España.
En materia de transporte aéreo, los PGE hacen hincapié en el reto de lograr una salida “adecuada y sostenible” de la crisis del Covid 19. El gestor público del control aéreo Enaire tiene presupuestadas unas inversiones de 816 millones, en línea con las anteriores cuentas.
Respecto a la eficiencia en la obra pública, concretamente en la relacionada con carreteras, Transportes tiene en contínuo desarrollo un Plan de Eficiencia por el que se analiza cada uno de los procesos de obra "para conseguir que cada kilómetro de autovía se haga con menos recursos sin repercutir ni en su funcionalidad ni en su seguridad".