España es el país europeo donde más se ha encarecido el gasóleo y menos ha bajado la gasolina
Las tarifas de venta al público están más caras que en Francia o Italia. Los precios ya superan la media de los 27 de la UE
La invasión de Ucrania por parte de Rusia, iniciada el 24 de febrero, dinamitó el mercado de hidrocarburos en todo el mundo y provocó una subida sin precedentes de los precios de la gasolina y del gasóleo. España no fue una excepción y las tarifas de venta al público rebotaron con fuerza hasta alcanzar techo a finales de junio, con el litro de gasolina y el de gasóleo superando los 2,1 euros.
Desde esa fecha han iniciado un descenso que acumula ocho semanas en el caso de la gasolina y siete semanas en el del gasóleo. Los datos del Boletín Petrolero de la UE, hechos públicos ayer por la mañana, muestran que el litro de gasolina de 95 octanos se vendió en España a una media de 1,797 euros, con un recorte del 15,6% desde máximos. En el caso del gasóleo, la rebaja de precios desde máximos (2,1 euros en la semana del 27 de junio) ha sido del 14% hasta alcanzar los 1,806 euros en la segunda semana de agosto.
En cualquier caso, el precio de la gasolina y del gasóleo en España sigue muy por encima de los niveles previos a la invasión de Ucrania, con lo que todavía hay margen de corrección de las tarifas, con un barril de brent que acumula varias semanas a la baja y que ya cotiza a 95 dólares, por debajo de los niveles de febrero de 2022. La gasolina está un 12,9% más cara que en el inicio de la guerra (20,6 céntimos por litro) mientras que el gasóleo se sitúa un 22,1% por encima (32,7 céntimos).
Asimetría
Pero dónde queda peor parada es en la comparación con el resto de grandes economías de la zona euro si se tratan de sacar conclusiones sobre la evolución de los precios desde febrero, coincidiendo con la invasión de Ucrania, hasta ahora. Es el país europeo en el que más se ha encarecido el gasóleo y en el que menos se ha depreciado la gasolina.
En el caso de la gasolina, los precios están cerca de alcanzar los niveles previos a la guerra en la media de la UE (solo un 3,7% por encima) y ya están por debajo en Italia (-4,4%), Alemania (-2,1%) y Francia (-0,8%). En el otro lado, las tarifas de venta al público en España están un 12,9% por encima. Un movimiento asimétrico que ha provocado que el precio de un litro de gasolina de 95 octanos en España (1,797) sea más caro ahora que en Francia (1,779 euros), Italia (1,770), Alemania (1,767 euros) e incluso de la media de la UE (1,774 euros).
La brecha entre España y el resto de países es aún mayor en el caso el gasóleo. El combustible utilizado por dos tercios de los coches en España se ha encarecido un 22,1% desde el inicio de la invasión hasta los 1,806 euros por litro, incluso por encima de la gasolina. Muy lejos de ese porcentaje aparecen Alemania (15,6%), Francia (4,9%) o Italia (1,9%). Esa divergencia en la evolución de los precios ha provocado que el gasóleo ya sea más caro en España que en Francia (1,789 euros) o Italia (1,770 euros). Entre las grandes economías europeas, solo Alemania está por encima, con un precio de 1,924 euros por litro.
Las grandes beneficiadas de esa espiral inflacionista han sido las grandes petroleras de la UE (Shell, Total Energies, Equinor, Eni, Repsol o BP), que dispararon su beneficio agregado un 79% en el primer semestre hasta los 53.607 millones. La mayoría de las compañías prácticamente triplicó las ganancias de un año antes, con la excepción de BP.