Santos y Repsol invertirán 2.555 millones en un yacimiento de Alaska
La firma australiana posee un 51% de la joint venture. Prevé obtener los primeros barriles en el primer semestre de 2026
Repsol se prepara para explotar el megayacimiento que descubrió en EE UU hace cinco años. Pero no fue la compañía con sede en España, si no el socio en la joint venture (la australiana Santos), que cuenta con un 51% de la compañía conjunta, el que hizo el anuncio oficial. En un comunicado hecho público a primera hora del miércoles, Santos corroboraba que los dos socios habían acordado invertir 2.600 millones de dólares (2.555 millones de euros) en una primera fase para acelerar el desarrollo de Pikka, el megayacimiento en Alaska que es el mayor descubrimiento de petróleo en Estados Unidos de los últimos 30 años.
El grupo dirigido por Josu Jon Imaz, que lleva una década de actividad en Alaska con 16 pozos explorados y evaluados, posee una participación del 49% en el proyecto, mientras que Santos, que se convirtió el año pasado en el socio de Repsol en Alaska al comprar su participación a Oil Search, cuenta con un 51%. De esta manera, cada una de las compañías contribuirá con una inversión de unos 1.300 millones de dólares (unos 1.277 millones de euros) en el desarrollo de ese megayacimiento. En la presentación de los resultados del primer semestre, Imaz ya anunció que esperaba que se tomara una decisión final de inversión en el proyecto en Alaska en el primer trimestre, “con un primer pronóstico de extracción de petróleo en el primer semestre de 2026".
Para esa última fecha, ambas compañías prevén que se podrán extraer en torno a 80.000 barriles diarios, lo que aliviara la situación de infrainversión en upstream de los últimos años. “Este proyecto está en el momento adecuado y en el lugar adecuado, ya que responde a la nueva demanda de suministro de la OCDE y son fundamentales para la seguridad energética mundial y de EE UU, que se ha puesto de relieve desde la invasión rusa de Ucrania", recalcó el consejero delegado de Santos, Kevin Gallagher.
Repsol, que se convirtió a finales de 2019 en la primera petrolera en fijar un objetivo de emisiones cero en 2050, destacó que el proyecto está diseñado con un índice de intensidad de carbono que se encuentra entre los más bajos de la cartera global de 'upstream' de la compañía, lo que refuerza su compromiso con los proyectos de bajas emisiones. El desarrollo completo de la primera fase consistirá en 45 pozos que se perforarán desde una sola plataforma de pozos, utilizando tecnología líder en la industria para reducir la huella ambiental, con instalaciones intermedias asociadas que incluyen una instalación de producción, un centro operativo, una planta de tratamiento de agua de mar y tuberías.