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Ayudas, inseguridad, miedo al invierno y otras quejas de los comerciantes

Los comerciantes dicen que las nuevas medidas incomodan al cliente

Comercios del Paseo de Extremadura, Madrid.
Comercios del Paseo de Extremadura, Madrid. Ana de la Torre, Cinco Días
CINCO DÍAS

Los barrios de la periferia del centro de Madrid están llenos de comerciantes que luchan año tras año por sacar su negocio adelante, en especial frente a las recientes crisis que ha vivido el país.

Más allá de las luces de las grandes empresas, franquicias y multinacionales que iluminaban el centro de Madrid, se encuentran los pequeños comercios que sostienen los barrios de la periferia de la ciudad. Es el caso del barrio madrileño de Puerta del Ángel. En una visita a varios comercios de ese distrito se encuentran numerosos pequeños empresarios en desacuerdo con las nuevas medidas a las que ya están obligados a aplicar.

Ya han pasado las primeras 24 horas de vigencia de las nuevas medidas de ahorro energético. Esta nueva norma ha llegado tan solo diez días después de que Bruselas pidiera reducir la energía de forma voluntaria un 15% hasta la primavera (7% en el caso de España), para hacer frente a un posible recorte de gas ruso.

En este escenario, uno de los sectores más afectados por esta nueva normalidad energética que exige cambios en la vida los ciudadanos, es el pequeño comercio, que ya lleva meses haciendo frente a una inflación que en junio rozó el 11%.

Las medidas a las que los comercios ya se están adaptando son: regular la temperatura de la climatización a 27 grados en verano y 19 grados en invierno; instalar un sistema de cierre de puertas si el establecimiento da a la calle, antes del 30 de septiembre y apagar el alumbrado de escaparates a las 22.00 horas. Todas ellas generan dudas e incertidumbre entre los comerciantes.

Muchos no comparten la supuesta eficiencia y ahorro energético que pueden llegar a suponer estas medidas. Varios de los comerciantes consultados por este periódico coinciden en que una climatización a 27º es incómoda para trabajar y para los clientes. Respecto al invierno, por ejemplo, Patricia, dueña de una tienda de colchones comenta que 19º es una temperatura muy baja como para estar a gusto en el trabajo, “no nos vamos a poder quitar el abrigo”, añade.

Aunque la mayoría de los locales visitados para la realización de este reportaje no contaban con aire acondicionado o no lo tenía encendido, los primeros por el gasto y el segundo grupo por su “inutilidad” tras la nueva ley. Los comercios que no tienen una climatización instalada admitían que no notarían el cambio, pero que no sabían “hasta qué punto es útil obligar a ahorrar en energía a los comerciantes respecto a otros gastos innecesarios que hay”.

Otros aseguran que ya habían empezado sus medidas de ahorro energético como consecuencia de la subida del precio de la luz, hace unos meses. Y desde, varios establecimientos cuentan que ya habían tomado la decisión de instalar luces led, para bajar el precio de las facturas; encender el aire acondicionado lo menos posible; y, los que tienen la posibilidad, encender una fase menos de su instalación lumínica. Carmen, pescadera en el Mercado Tirso de Molina, confesaba que el hecho de abrir su negocio solo por la mañana le era un “alivio” respecto a los gastos. Para conservar el pescado fresco, gasta una máquina de hielo al día, y si ahora la temperatura del mercado se coloca en 27º ese hielo se derretirá mucho antes y exigirá más repuesto.

Escaparates a oscuras

El nuevo horario para apagar los escaparates crea también cierto descontento entre los pequeños empresarios. Los establecimientos que tenían su escaparate encendido a pesar de estar el negocio cerrado, aseguran que no les suponía mucho gasto, ya que son luces led y tienen un temporizador para no estén encendidos toda la noche. Sin embargo, Patricia no apoya esta medida, ya que considera que “gracias a las luces de los comercios la gente se siente más segura y que en invierno anima a hacer más vida en la calle acompañando a los que vuelven algo más tarde de trabajar”. Sin embargo, reconoce que “mantener la iluminación de escaparates y edificios hasta altas horas de la madrugada o toda la noche es innecesario”.


Adaptar puertas

El Gobierno central ha dado un margen para que los establecimientos que tengan climatización instalen un sistema de puertas que les permita ahorrar energía, será hasta el 30 de septiembre. Es la única medida que no tiene fin en el calendario. Posiblemente sea, además, la que más ha escandalizado a los comerciantes que denunciaban ser siempre el sector que tiene que invertir para cumplir con las medidas que se imponen. Patricia, cuenta que en su negocio de colchones ya probaron un sistema de puertas automáticas que tuvieron retirar porque el motor de esta se estropeaba al abrir y cerrarse por el sensor, ya que reacciona cada vez que alguien pasa por delante sin entrar, algo que es común ver en las tiendas. Dicho esto concluía que este sistema no es más ahorrativo que una puerta manual, pues hay que añadirle que funcionan mediante la electricidad.

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