Las razones por las que hay que esperar un año para tener coche nuevo
La falta de microchips ralentiza la fabricación Los más afectados son los vehículos europeos frente a los asiáticos
Germán Coronel llegó hace unas semanas a un concesionario en Huelva con la determinación de deshacerse del coche heredado de sus padres. Este joven de 25 años quería adquirir su primer vehículo nuevo y tenía en mente un modelo de Volkswagen, pero cuando llegó se encontró con que ya no lo fabricaban. “El resto de modelos de la marca no encajaban en mi presupuesto. La opción que más me convenció fue un Toyota”. El pasado jueves, tras dos semanas de espera, le llegaron las llaves.
Así, el coche de Germán es una de las 73.378 matriculaciones registradas el pasado julio, que han supuesto el número más bajo desde hace una década. Los datos, publicados por asociaciones de concesionarios (Faconauto), vendedores (Ganvam) y fabricantes (Anfac), muestran una disminución del 12,5% respecto a 2021. Esta caída de las ventas se debe, en gran parte, a los problemas de manufactura que están ralentizando la adquisición del producto a estrenar, según desgranan los expertos.
La rapidez de entrega depende de la localización de la compañía, según explica Carlos Bustillo, presidente de la Asociación Madrileña de Distribuidores de Automóviles (AMDA): “En las empresas asiáticas como Toyota tienen menos problemas de materia prima, tardan como mucho tres meses. En cambio, las europeas como Volkswagen llegan hasta el año de espera”.
¿El motivo? “Hay una enorme falta de microchips y sus principales proveedores son China y Corea del Sur. Al final, priorizan las marcas que ellos representan”, prosigue el presidente de AMDA. En definitiva, en Europa se tarda más por la necesidad de importar esos dispositivos.
El otro punto fundamental fue la pandemia. Según explican en Anfac, la situación comenzó a finales de 2020 como consecuencia del cierre temporal de las fábricas, que provocó que se agotara el stock. “A esta situación hay que añadir las causas derivadas de la guerra en Ucrania, que han retrasado la entrega de cables, níquel, paladio, entre otros; y que han producido un encarecimiento en los costes energéticos”.
Bustillo percibe las dificultades que atraviesa el sector, ya que Madrid es el corazón de casi la mitad de las ventas, con el 42,4% en julio. De hecho, los resultados hasta ese mes son negativos; se vendieron 206.179 unidades, un 15% menos que en 2021. “Los compradores se desesperan y se inclinan hacia la disponibilidad. El cliente pierde interés y también desaparece el factor de compra impulsiva”, afirma.
Estos resultados son aún más desfavorables por la época del año en la que se producen. El director de Comunicación de Faconauto, Raúl Morales, lo expresó el lunes pasado cuando se presentaron los números: “Julio era uno de los mejores meses para el automóvil porque las familias programaban la adquisición de su coche nuevo antes de las vacaciones y las empresas alquiladoras reforzaban sus flotas de cara a la campaña de verano”. Este año no ha sido así, también retrocedió la venta a las firmas de alquiler de vehículos, que compraron 11.013 unidades el mes pasado, un 38,9% menos. Solo creció la venta a empresas, un 2,7%, hasta alcanzar las 31.035 unidades.
El éxito de Hyundai
Bustillo augura que la luz llegará tras un largo túnel, a finales de 2023 o en el primer semestre de 2024. Para la asociación de fabricantes, las previsiones son más optimistas: estiman que el abastecimiento de microchips mejorará los próximos seis meses del año y señalan que puede favorecer a la respuesta de pedidos desde los puntos de venta de vehículos. Incluso recuerdan que ha habido “un leve aumento de producción en junio pasado”. “De todos modos, es necesario estar pendientes del contexto económico, ya que será un importante factor del poder adquisitivo de los compradores”, concluyen.
Entretanto, el modelo estrella en lo que va de año ha sido el Hyundai Tucson con 13.986 unidades vendidas. Juan Jose Martínez, portavoz de la compañía, explica que las existencias de este vehículo se han mantenido a pesar de las dificultades. “Hemos salido reforzados de la pandemia y de la crisis de suministros. En cuanto a ventas, hemos subido respecto al año pasado”, asegura.
Su primera apuesta ha sido la planificación. Prácticamente no han dejado de fabricar en los meses de confinamiento y, a pesar de que no tienen todos los productos, han fortalecido los más demandados, como los híbridos ligeros.
Además, han redistribuido su material. “Hemos eliminado algunos microchips de unos vehículos para destinarlos a otros”, describe. Es el caso del Hyundai i20, que pasó a llamarse SLX. “Era prácticamente igual, salvo una cámara que iba en el frontal, que se quitó”. Esto supuso una reducción de 700 euros de su precio original, y la posibilidad de reubicar esos semiconductores.
Antigüedad. “Hasta el mes de julio se han vendido casi las mismas unidades de turismos de más de 15 años que de vehículos nuevos”. Lo expresó el director de Comunicación y Marketing de Anfac, Félix García. Desde la organización destacan que la situación no favorece ni a la descarbonización ni a la seguridad vial.
Confusión. El incremento de compra de coches de segunda mano es excesivo, según Carlos Bustillo, presidente de la AMDA: “El cliente está muy confuso y le cuesta entender qué alternativa ha de comprar, si diesel, gasolina, la opción de eléctrico o híbrido”. Para el portavoz de la asociación, la solución que suele adoptarse es gastar lo mínimo. “Compran un coche de ocasión que va contra la directiva europea de apostar por los menos contaminantes. Mantenemos el coche lo máximo, por eso nuestro mercado es uno de los que más tiempo tarda en cambiar de vehículo”.
Eléctricos. Las ventas de vehículos eléctricos en España aumentaron un 30,87% en el mes de julio, 2.620 unidades matriculadas. Además, crecieron un 49,64% en lo que va de año, con 19.361 unidades en total. No obstante, el director general de Anfac, José López-Tafall, advierte que hasta la fecha, el ritmo de entrada es “muy lento”. Por ello, asegura que, si se mantiene esta cadencia, lograr el objetivo marcado este año de alcanzar los 120.000 turismos electrificados será “difícil”.