España rechaza el plan de Bruselas de reducir un 15% el consumo de gas hasta la primavera
La UE plantea una regulación para poder declarar una “alerta europea”
El plan de la Comisión Europea para racionar el gas en invierno se dará de bruces contra España. El Gobierno ha rechazado el plan para que los países de la UE empiecen desde ya a recortar un 15% su consumo de gas natural en vista de un eventual corte total del gas ruso.
La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, aseguró que no se puede pedir al país “un sacrificio desproporcionado”, ya que “a diferencia que otros, los españoles no hemos vivido por encima de nuestras posibilidades desde el punto de vista energético”.
Ribera Señaló también que la capacidad de regasificación española representa más del 30% del total de la europea y, por lo tanto, España es “el principal puerto de entrada de gas natural licuado a Europa”, lo que “se ha reflejado en facturas de consumidores domésticos e industriales de gas que, por tanto, no se merecen el dar restricciones”. “Sí creo que hay que apostar por el ahorro y la eficiencia, sí creo que hay que buscar de qué modo se pueden sustituir unos consumos por otros, hasta donde se puedan sustituir, pero no consideramos la hipótesis de introducir racionamientos ni restricciones a ningún tipo de consumidor”.
En declaraciones a los periodistas, la ministra apostó ayer por “el ahorro y la eficiencia” en el consumo de gas, pero aseguró que el Gobierno no baraja la hipótesis de restringirlo a “ningún tipo de consumidor”. Además, afirmó que España será solidaria con el resto de Europa, “pero no a costa de los consumidores domésticos e industriales”, que pagan “desde hace mucho una factura muy elevada” y “no se merecen restricciones ni racionamientos”.
Igualmente, destacó que el Ejecutivo “está comprometido” con los consumidores, tanto domésticos como industriales. “España va a ser solidaria con el resto de Europa, pero nuestra solidaridad es mucho más útil si podemos hacer uso de nuestras infraestructuras para poder aportar gas al resto de los europeos, pero no a costa de unos consumidores domésticos e industriales que vienen pagando desde hace mucho una factura muy elevada, por ser precisamente una isla energética”.
“Creo que hay una llamada al esfuerzo a todos los países, hay una llamada muy potente a la solidaridad. España es un país comprometido con la solidaridad”, concluyó Ribera.
Alerta en Europa
Y es que la probable decisión rusa de recortar drásticamente el suministro de gas a través del gasoducto que conecta directamente con Europa ha puesto en estado de alerta al Viejo Continente, que plantea cómo tomar medidas de ahorro energético. La decisión de Moscú, de llevarse a cabo, se entiende como una represalia frente a las acciones tomadas a cabo por Europa contra el Kremlin.
La Comisión Europea ha pedido a los países miembros de la Unión Europea recortar un 15% su consumo de gas de forma voluntaria, hasta la próxima primavera, una reducción que Bruselas quiere poder imponer de forma obligatoria en caso de alerta para la seguridad de suministro.
El objetivo es que la reducción del consumo de gas de todos los países miembros de la UE sea desde el 1 de agosto del presente ejercicio hasta el 31 de marzo del siguiente año. Los Estados deberán actualizar sus planes de emergencia antes de finales de septiembre para cumplir con el objetivo del 15%, un hito del que deberán informar al Ejecutivo comunitario cada dos meses. Esto implica en el ahorro del gas a Administraciones públicas, hogares, propietarios de edificios públicos, proveedores de energía y la industria.
Nueva regulación
El Ejecutivo comunitario plantea una nueva regulación que le dé poderes para declarar una “alerta europea” de seguridad en el suministro de gas e imponer reducciones obligatorias de reducción del consumo de gas, previa consulta con los Estados miembros, en caso de escasez o de una demanda excepcionalmente alta: este invierno se prevé excepcionalmente duro.
El plan también tiene como objetivo reducir la demanda del gas. Bruselas ha planteado criterios para proceder a la esta reducción de forma coordinada, sustituyendo el gas por otros combustibles fósiles como medidas de ahorro energético en todos los sectores. De este modo, la UE dispondría de más reservas de gas de cara al próximo invierno.
Ursula von der Leyen, presidenta del Ejecutivo comunitario, ha explicado que “Rusia nos está chantajeando, está usando la energía como arma. Por eso, sean parciales o totales los cortes, Europa necesita estar preparada”. Además, Von der Leyen acusa a Moscú de iniciar la “presión” reduciendo el suministro a Europa meses antes de la invasión a Ucrania y ha apuntado que Europa recibe “menos de un tercio” del suministro que recibía de Rusia en el mismo periodo del año anterior. La política alemana ha apelado también a la “solidaridad” para ayudar a los países “más vulnerables” y la importancia de que “todos contribuyan”.
Alemania tenía en febrero una dependencia del gas ruso del 55%. Desde el comienzo de la guerra hasta el mes de junio, Berlín ha conseguido reducir esos puntos porcentuales, superior a la mitad, hasta llegar al 26%. Pero no será hasta 2024, según el Gobierno alemán, cuando se consiga una independencia total de este suministro ruso.
Plan de ahorro en España
El Consejo de Ministros dio luz verde en mayo a un plan de medidas de ahorro y eficiencia energética referido a la Administración General del Estado (AGE). Esto podría ser el comienzo de un futuro plan de ahorro nacional que se podría adaptar al sector privado e incluso al conjunto de los hogares españoles. La primera medida sería el refuerzo del teletrabajo, con el fin de reducir el impacto energético que se deriva de la asistencia al puesto laboral. La segunda sería potenciar el uso del transporte público, para reducir el impacto energético en las grandes ciudades. Además esta norma incluye, entre otras medidas, el control de las condiciones de temperatura, con el objetivo de reducir el consumo en espacio climatizados.