Los bancos italianos se enfrentan al regreso del abrazo soberano
Han reducido sus tenencias de deuda del país, pero a medida que el BCE recorte sus compras, la tentación volverá
Hace una década, la crisis de la deuda pública italiana amenazaba con arrastrar a los bancos del país. Hoy, las entidades han reducido sus tenencias de bonos emitidos por el Estado, han recortado los préstamos dudosos y han reforzado sus reservas de capital. Sin embargo, a medida que el Banco Central Europeo vaya poniendo fin a las compras de bonos, la presión para cargar con bonos soberanos volverá a aumentar.
El nerviosismo por la deuda pública italiana se está extendiendo a los bancos nacionales. Los rendimientos de los bonos soberanos italianos a 10 años superaron el lunes el 4%, el nivel más alto desde finales de 2013, mientras que la diferencia de rendimientos con los bunds alemanes equivalentes superó los 240 puntos básicos, la mayor en dos años. El movimiento, provocado por las expectativas de subida de los tipos de interés en la zona euro, hizo que los inversores se deshicieran de las acciones bancarias italianas. El índice FTSE Italia All-Share Banks cayó un 3%.
Algunas de las preocupaciones parecen infundadas. Las entidades de crédito italianas, como Intesa Sanpaolo y Unicredit, se han esforzado por escapar del círculo vicioso por el que las entidades de crédito se vuelven vulnerables debido a su exposición a Gobiernos muy endeudados. Las tenencias de deuda soberana italiana por parte de los bancos del país se situaban en marzo en el 6,6% de los activos totales, casi la mitad de la proporción de principios de 2015, según datos recopilados por Citi.
Los bancos italianos también han conseguido dejar el hábito de los préstamos dudosos. Los créditos deteriorados ascienden en conjunto a 17.000 millones de euros después de las provisiones, lo que representa menos del 1% del total de los préstamos bancarios. Y las empresas están mejor capitalizadas. Unicredit, Intesa Sanpaolo y Mediobanca tienen reservas de capital de nivel 1 de más de 4,5 puntos porcentuales por encima del mínimo exigido por los reguladores. Eso debería de ayudarles a amortiguar el golpe de la ampliación de los rendimientos de la deuda soberana: Citi calcula que cada aumento de 100 puntos básicos en los rendimientos de la deuda soberana italiana por encima de los bunds alemanes consume 20 puntos básicos de capital.
Las valoraciones del mercado de valores reflejan en parte ese margen de seguridad: Intesa y Mediobanca cotizan a un múltiplo del valor contable tangible que es aproximadamente el doble de los niveles de cuando el exjefe del BCE, Mario Draghi, abordó la crisis de la zona euro con su famosa promesa de “lo que haga falta” en 2012.
Sin embargo, los avances pueden dar marcha atrás. Los inversores extranjeros han empezado a recortar sus tenencias de bonos italianos antes de que el BCE ponga fin a las compras netas de activos en julio. Los bancos italianos, y sus inversores, pueden resistirse a comprar. Sin embargo, la presión política, combinada con el atractivo de los mayores rendimientos, significa que la tentación de volver a comprar más bonos del Estado será inevitablemente más fuerte.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías