El BCE subirá 25 puntos los tipos en julio y promete mantener a raya la prima de riesgo
Eleva su previsión de inflación este año en la zona euro al 6,8% y rebaja el alza del PIB al 2,8% Volverá a subir tipos en septiembre y no descarta un alza de 50 puntos básicos si la elevada inflación persiste
El guion ya estaba escrito y hoy ha llegado la confirmación oficial. El Consejo de Gobierno del BCE, reunido hoy en Ámsterdam, ha decidido emprender el camino hacia la primera subida de tipos de interés en la zona euro desde 2011. Los subirá 25 puntos básicos en julio, al tiempo que pondrá fin a las compras netas de deuda el día 1 de ese mes. El objetivo es que la zona euro abandone el territorio de los tipos de interés negativos en septiembre.
En el comunicado posterior a la reunión el BCE también avanza que volverá a subir los tipos en septiembre, sin descartar un alza de 50 puntos básicos en esa cita. “Dependerá de las expectativas de inflación en el medio plazo. Si persisten o se deterioran un incremento más elevado sería apropiado en la reunión de septiembre”, explica la institución. Las alzas de tipos se aplicarán por igual a todas las referencias: a la tasa de depósito, ahora en el -0,5%; al tipo de referencia, en el 0%, y a la facilidad marginal de crédito.
A partir de septiembre, el BCE avanza que “una gradual pero sostenida senda de aumentos adicionales de los tipos será apropiada, en línea con el objetivo del Consejo de Gobierno de alcanzar un objetivo de inflación del 2% en el medio plazo”. El comunicado añade que el ritmo de esas subidas dependerá de los indicadores económicos y de cómo evolucione la inflación en el medio plazo. "Ha sido un debate muy productivo, una decisión aprobada por unanimidad", ha asegurado la presidenta del BCE en rueda de prensa. Christine Lagarde ha insistido en que el BCE da un paso más en la normalización monetaria, en un proceso que será gradual, que dependerá de los datos económicos y en el que se responderá con flexibilidad.
El BCE ha tenido que acelerar el proceso de normalización de su política monetaria a la vista de la persistente y elevada inflación. En el mes de mayo alcanzó la cota histórica del 8,1% interanual y la incertidumbre es máxima en cuanto a si cederá en la segunda parte del año. El dato de junio será determinante, pero el BCE ya tiene prevista una subida de los tipos de interés en julio. "La elevada inflación es un gran desafío para todos nosotros", recoge el comunicado del BCE y ha señalado Chirstine Lagarde en rueda de prensa.
Como paso previo imprescindible para la subida de tipos, las compras netas de deuda terminarán el 1 de julio. El BCE ya había reducido la cuantía de sus compras mensuales de activos dentro del programa APP a los 20.000 millones de euros para el mes de junio, según lo decidido en marzo, aunque ahora su papel en el mercado pasará a ser completamente secundario. Continuará reinvirtiendo los vencimientos, que en el mes de julio ascenderán a 26.013 millones de euros y en el de septiembre, a 44.565 millones de euros. Pero no seguirá engordando su balance. Ya en marzo finalizó las compras de su programa extraordinario antipandemia (PEPP), del que se extenderán los vencimientos al menos hasta finales de 2024.
Los vencimientos del programa APP se reinvertirán en su totalidad, según explica el BCE, durante un "prolongado periódo de tiempo" después del inicio de la subida de los tipos de referencia y, en todo caso, "durante el tiempo necesario para mantener unas amplias condiciones de liquidez y una apropiada política monetaria".
El BCE también ha actualizado hoy sus previsiones macroeconómicas, con un notable ajuste respecto a las anteriores, anunciadas en marzo. Ahora estima un crecimiento del 2,8% para este año, frente al 3,7% de marzo, y del 2,1% en 2023 y en 2024. Y eleva con fuerza su pronóstico de inflación: los precios subirán este año el 6,8%, frente al 5,1% esperado en marzo y cerca del 7,1% apuntado entonces para el escenario más adverso, y lo harán al 3,5% en 2023 y el 2,1% en 2024. “Estas proyecciones indican que la inflación se mantendrá elevada de forma indeseada durante un tiempo”, añade el comunicado del BCE. Así, la inflación subyacente subirá este año el 3,3%, el 2,8% en 2023 y el 2,3% en 2024, también por encima de lo pronosticado en marzo.
No tolerar la fragmentación financiera
En el mercado gana peso la idea de un nuevo instrumento monetario con el que neutralizar un aumento excesivo de las primas de riesgo e Italia y España en caso de que fuera necesario. El anuncio de hoy de subida de tipos, con posibilidad de un incremento de 50 puntos básicos en septiembre, ha vuelto a tensionar la deuda soberana europea. El banco central no ha dado nuevos detalles pero sí ha mostrado de forma decidida su compromiso de ajustar todos los instrumentos de política monetaria, incluyendo la creación de una nuevo vehículo si fuera necesario, para evitar el riesgo de fragmentación financiera. “Bajo condiciones de estrés, la flexibilidad se mantendrá como un elemento de política monetaria”, afirma el BCE.
Según ha insistido Lagarde en rueda de prensa, "estamos comprometidos con evitar la fragmentación financiera que impida la transmisión de la política monetaria. No toleraremos la fragmentacion financiera". Ha recordado que el BCE cuenta con la reinversión total de los vencimientos del programa PEPP; que alcanzó los 1,7 billones de euros, y que puede hacerlo con total flexibilidad en cuanto al tipo de activos y su nacionalidad o puede también emplear “instrumentos disponibles o nuevos”, como ya ha hecho en el pasado.
La expectativa de alza de tipos de interés ya está encareciendo con fuerza el coste de financiación y las primas de riesgo española e italiana han subido a niveles de la primavera de 2020. La española se sitúa en los 117 puntos básicos, cuando en abril de aquel año superó los 150; y la italiana está en los 213, cuando en marzo de 2020 rozó los 280 puntos básicos. Pero el BCE ha cambiado el umbral del dolor a partir del que actuaría de forma extraordinaria para frenar su escalada, según ha sugerido Lagarde. La presidenta del BCE ha señalado que "estamos en un universo diferente", en el contexto de tipos de interés que van a ir al alza y ha introducido el matiz de que el BCE busca unas condiciones de financiación "amplias", en lugar de favorables, el adjetivo empleado durante largo tiempo. "En los últimos 11 años hemos tratado de impulsar la inflación, estábamos en el movimiento contrario. Ahora la inflación es demasiado alta", ha reconocido Lagarde.