Iberia carga contra el caos en el control policial de Barajas tras otra mañana de colas
Estima que 15.000 de sus pasajeros han perdido conexiones desde el 1 de marzo por saturaciones en el control policial de pasaporte
Las aglomeraciones y largas esperas en el área de control de pasaporte de la terminal 4 de Madrid-Barajas vuelven a generar alarma entre las compañías aéreas. Iberia, la principal usuaria del hub, se queja de un problema que se ha repetido esta mañana y que ha dejado ya a 15.000 de sus pasajeros con retrasos o pérdida de vuelos de conexión desde el pasado 1 de marzo. Una situación que genera molestias entre los usuarios, problemas operativos a las compañías aéreas y deja un sinfín de reclamaciones.
La dirección de la aerolínea urge refuerzos en unos filtros de seguridad que dependen del Ministerio del Interior. La incidencia no ha sido menor esta mañana: a diez minutos del despegue del vuelo a Buenos Aires faltaban 100 viajeros, atascados en el trámite de supervisión del pasaporte; otros 38 han llegado tarde a su conexión con el vuelo de Iberia a Miami, y faltaban 30 en el embarque de la operación a Chicago. Los tres vuelos, informan fuentes de Iberia, han salido con retrasos de 15 a 25 minutos por este motivo, consiguiendo embarcar esta vez a todos los viajeros.
La Asociación de Líneas Aéreas (ALA) demandó públicamente a finales de marzo esta carencia de efectivos de la Policía Nacional, obteniendo semanas después el compromiso del Gobierno de que llegarían refuerzos al aeropuerto. Sin embargo, las quejas vienen de atrás. La asociación ya había comunicado al Gobierno por carta la situación de emergencia en octubre de 2021. Y en noviembre estimó que 5.000 viajeros habían perdido sus conexiones en el mayor aeropuerto del país.
Fuentes de Interior aseguran que no se están dando grandes tiempos de espera ni retrasos significativos en los controles, pero Iberia aporta pruebas
“Para mandar personal a Barajas lo tienen que detraer de otros servicios”, explican fuentes conocedoras de la situación. El caos podría hacerse habitual al ser esta la primera temporada alta en que los millones de visitantes británicos llegan a España como viajeros de un tercer país, una vez ejecutado el Bréxit y levantadas las restricciones a la movilidad.
El frente de aerolíneas, y esta mañana la propia Iberia, argumentan que aeropuertos como el de Madrid son puerta de entrada para el 80% del turismo internacional, lo que otorga una participación clave al sector aéreo en el desarrollo económico del país. En este verano de reactivación de los viajes se teme que los aeropuertos con mayor densidad de viajeros internacionales, como los de Madrid, Málaga, Alicante, Tenerife Sur, Barcelona y los de las islas, se conviertan en un embudo.
Iberia abrió ruta a Washington y Dallas, y retomó la de San Francisco, el pasado miércoles. Su presidente, Javier Sánchez-Prieto, habló de Barajas como de una infraestructura en vanguardia y con múltiples posibilidades de desarrollo, pero no escondió su preocupación por la gestión de los controles de seguridad.
Versiones contradictorias
Ni grandes tiempos de espera ni retrasos significativos. En el entorno del Ministerio del Interior se ha reaccionado negando incidencias reseñables en los controles de pasaportes de la red española de aeropuertos. Y apuntan que los efectivos son dimensionados atendiendo al flujo de pasajeros, reforzándose las dotaciones "siempre que es necesario".
Las mismas fuentes argumentan que la pasada Semana Santa se sumaron agentes a los controles de Barcelona-El Prat y Madrid-Barajas. Para el verano, según manejan en Interior, se incorporarán a los aeropuertos más de 200 efectivos adicionales solo en el aeropuerto madrileño.
Pese a esta opinión completamente opuesta a la suya, desde Iberia insisten en que el problema no es nuevo y que los refuerzos son necesarios desde hace semanas. La aerolínea ha aportado pruebas gráficas a los medios sobre grandes aglomeraciones en Madrid, Mallorca y Alicante, e insiste en que el problema no es nuevo.