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Energía

La AIE y la OPEP vuelven a recortar su estimación de demanda de crudo para este año

La desaceleración de la economía y su elevado precio rebajarán el consumo y evitará un "shock" de producción por la caída de exportaciones de crudo ruso

Efe
CINCO DÍAS

La Agencia Internacional de la Energía ya no prevé una “crisis de suministro mundial” en el petróleo a causa de la reducción de las exportaciones de crudo ruso. Aquella advertencia con que la agencia respondía en marzo al inicio de la guerra en Ucrania ha dado paso ahora a una nueva rebaja en las estimaciones de demanda global de petróleo, que también secunda la OPEP, con la que podría quedar neutralizada el impacto de la retirada del crudo ruso del mercado.

El precio del barril brent, que llegó a dispararse al filo de los 130 dólares en marzo, se ha relajado en la actualidad al entorno de los 105 dólares, aunque aún no consigue caer de los 100 dólares en que cotizaba con anterioridad a la guerra en Ucrania. Ahora, la menor demanda de crudo que se prevé para este año puede contribuir a la estabilización de su precio, pese a creciente tensión geopolítica.

En su informe mensual sobre el mercado publicado hoy, la AIE reduce en 70.000 barriles diarios las proyecciones de la demanda que había hecho en abril, cuando había recortado las de marzo en 260.000 barriles. Así, con esta nueva rebaja, la agencia ya no contempla un riesgo de escasez de la materia prima a causa de las menores exportaciones de petróleo ruso.

La razón principal es la fuerte ralentización del consumo en China a causa de las restricciones por la covid, que se traducen en 890.000 barriles diarios menos en el segundo trimestre de lo que había estimado hace solo un mes. También está pesando el efecto para los consumidores de todo el mundo de la subida del precio del barril y más aún los problemas de aprovisionamiento de algunos carburantes (como el diésel en Europa) por el parón de las importaciones procedentes de las refinerías rusas. Al final, la agencia calcula que el consumo medio de crudo en 2022 en el mundo será de 99,4 millones de barriles, es decir 1,8 millones más que el pasado ejercicio.

Ese crecimiento se ha concentrado en los tres primeros meses del año por el levantamiento de las restricciones por el coronavirus en las economías avanzadas. En ese primer trimestre, el aumento del consumo ha sido de 4,4 millones de barriles diarios a escala global. En el cuarto trimestre, sin embargo, los expertos de la organización prevén que la demanda será inferior en 230.000 barriles diarios a la del mismo periodo un año antes.

Una parte de esa contracción se explica por el golpe para la economía rusa de su aislamiento internacional, que ya se ha empezado a notar, por ejemplo con un descenso del 13 % del consumo de queroseno para los aviones pese al incremento de las necesidades militares para la invasión de Ucrania. El número de vuelos en ese país ha pasado de casi 11.000 diarios en febrero a solo 3.000 en abril. Por lo que respecta a la producción, las sanciones están haciendo mella en Rusia, aunque algo menos de lo que había anticipado la AIE. En abril, según sus datos, Moscú puso en el mercado 9,1 millones de barriles diarios, 900.000 menos que en marzo.

Esa tendencia debería continuar en mayo, con un recorte de otros 600.000 barriles diarios, lo que significaría 1,6 millones menos que en febrero, cuando empezó la guerra. Se podría pasar a ser más de 2 millones de reducción en junio y cerca de 3 millones en julio, sobre todo si la Unión Europea adopta su plan de embargo sobre el crudo ruso.

De confirmarse esas cifras, sobre las que hay una gran incertidumbre a causa de las rápidas evoluciones de la situación, la producción rusa de petróleo en el conjunto de este año se podría quedar en una media de 9,6 millones de barriles diarios, que sería la más baja desde 2004.

La OPEP  recorta su estimación por segundo mes

La OPEP también rebajó este jueves por segundo mes consecutivo su previsión de consumo de crudo para 2022, hasta situarlo en 100,3 millones de barriles diarios, un 0,6% menos que los datos que manejaba antes de la invasión rusa de Ucrania, considerada por el grupo petrolero como el principal factor de incertidumbre económica en estos momentos. Con esa nueva revisión a la baja, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) estima que el mundo quemará este año sólo un 3,4 % más de crudo que en 2021.

"Se espera que la demanda en 2022 se vea afectada por los actuales acontecimientos geopolíticos en Europa del Este, así como por las restricciones de la pandemia de la covid-19", señala la OPEP en su informe mensual sobre la situación del mercado publicado hoy.

En su análisis de las incertidumbres sobre la evolución de la economía global, y su consiguiente impacto en el consumo de crudo, la OPEP menciona también el embargo al petróleo ruso que podría imponer la Unión Europea (UE), y el recorte a las importaciones de gas. Esas sanciones a Rusia podrían, según el cartel, afectar a los precios de la energía y, por tanto, al desarrollo de la economía global.

De momento, la OPEP prevé que Rusia, con la que forma la alianza OPEP+, suministrará este año de media 10,88 millones de barriles al día, un 7,5 % (unos 890.000 barriles diarios) inferior a lo previsto hace tres meses.

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