El protocolo de Irlanda del Norte reaviva las tensiones entre Londres y la UE
La ministra británica de Exteriores advierte a Bruselas de que su Gobierno actuará si el bloque no muestra flexibilidad para mejorar el acuerdo
El triunfo de Sinn Féin en las elecciones autonómicas de Irlanda del Norte y el bloqueo institucional de la oposición, el Partido Democrático Unionista (UDP), está agudizando la tensión entre Londres y la Unión Europea por el acuerdo que sirvió para dar luz verde al Brexit de una manera amistosa. Desde que entró en vigor en 2021, el protocolo de Irlanda del Norte ha sido motivo de conflicto entre ambas partes. El Gobierno británico considera que amenaza la estabilidad de la región, por lo que quiere modificar e incluso romper el trato, a lo que se niega el bloque.
Este jueves, la ministra británica de Exteriores, Liz Truss, ha advertido a la UE de que su Gobierno "no tendrá más remedio que actuar" si el bloque no muestra "la flexibilidad necesaria" para mejorar el protocolo. Este establece que Irlanda del Norte sigue vinculada al mercado único comunitario para bienes, por lo que las mercancías que cruzan entre el resto del Reino Unido y ese territorio deben pasar controles aduaneros en los puertos de la región. El objetivo era evitar una frontera dura entre las dos Irlandas, punto clave para el proceso de paz y las economías de la isla. Sin embargo, la carga burocrática que esto ha traído consigo, ha provocado escasez de productos y tensiones políticas, sobre todo, en la comunidad unionista.
La Comisión Europea y el Reino Unido llevan meses negociando posibles soluciones, pero aún no alcanzan un acuerdo. A medida que pasan los meses, Boris Johnson, el primero ministro británico, se muestra más partidario de romper el pacto de manera unilateral. Su deseo se ha vuelto a evidenciar este jueves con la amenaza de la ministra Truss al vicepresidente comunitario, Maroš Šefčovič.
Si el Reino Unido decidiera romper unilateralmente el Protocolo norirlandés, la UE podría reactivar el proceso legal que había iniciado contra la Ley de Mercado Interno, que quedó suspendido en julio. También podría imponer aranceles sobre productos británicos, lo que podría desatar una guerra comercial entre ambos lados del canal; incluso podría suspender por completo el Acuerdo de Comercio y Cooperación que fija los términos en los que el Reino Unido abandonó el bloque.
En cualquier caso, la Comisión Europea parece evitar a toda costa este tipo de medidas punitivas. "Estoy convencido de que solo las soluciones conjuntas funcionarán. La acción unilateral, que de hecho deja de aplicar un acuerdo internacional como el protocolo, simplemente no es aceptable", ha señalado Sefcovic en un comunicado poco después de que trascendiera la amenaza de Truss. De acuerdo con el vicepresidente comunitario, cualquier medida unilateral "socavaría la confianza entre la UE y el Reino Unido y comprometería el objetivo final en todas sus dimensiones", en referencia a la protección del acuerdo de paz del Viernes Santo.
Según The Times, la idea de Johnson de anular unilateralmente el protocolo ha recibido el visto bueno de sus asesores. La principal abogada del Gobierno británico, Suella Braverman, considera legal que el Reino Unido invalide unilateralmente las disposiciones, al concluir que amenaza la estabilidad en la provincia británica. La jefa de los servicios jurídicos del Gobierno opina que los controles exigidos por Bruselas socavan el acuerdo del Viernes Santo de 1998 al crear una barrera comercial de facto entre Irlanda del Norte y el resto del Reino Unido, fomentando de esa manera el malestar social. Braverman concluye que el acuerdo de paz tiene un "significado primordial" y debe primar sobre el protocolo, lo que ampararía legalmente a Johnson.
La postura de Dublín
El Gobierno irlandés ha afirmado que el Reino Unido y la Unión Europea aún pueden llegar a un acuerdo sobre el protocolo del Brexit para Irlanda del Norte, pero ha advertido de que Bruselas no negociará bajo “amenazas” del Gobierno británico. El ministro irlandés de Asuntos Exteriores, Simon Coveney, ha efectuado esas declaraciones después del intercambio de palabras entre Sefcovic y Truss.
Por su parte, la Comisión ha asegurado que harán todo lo posible para proteger el lugar de Irlanda en el mercado único, y ha matizado que un tercer país no puede tener impacto en decidir quién es miembro de la UE.